De la Semana Trágica a la Huelga Revolucionaria de 1917: Contexto, causas y consecuencias en España

1. El Conflicto Colonial de Marruecos (1900-1909)

A partir de 1900, España intensificó su presencia en el norte de África. La Conferencia de Algeciras (1906) y el Tratado hispanofrancés (1912) establecieron un protectorado francoespañol en Marruecos. España obtuvo el territorio de El Rif, una zona montañosa difícil de controlar. El interés español, además de los posibles beneficios económicos (minas, ferrocarriles), buscaba restaurar el prestigio del ejército tras el desastre de Cuba.

La resistencia rifeña, organizada en cabilas, generó continuos ataques. La derrota española en el Barranco del Lobo (1909) provocó numerosas bajas y la decisión de enviar reservistas desde Barcelona, desencadenando protestas populares.

2. La Semana Trágica de Barcelona (julio de 1909)

El embarque de tropas hacia Marruecos en Barcelona (18 de julio) desató la movilización. El 24 de julio, un comité de huelga (republicanos, socialistas y anarquistas) convocó una huelga general para el día 26. Esta protesta contra la guerra en Marruecos se convirtió en una revuelta popular, un estallido de las tensiones sociales acumuladas.

Se levantaron barricadas, hubo enfrentamientos con las fuerzas del orden y un fuerte sentimiento anticlerical que culminó en el ataque e incendio de más de 80 centros religiosos. El gobierno declaró el estado de guerra. La falta de dirección política derivó en acciones incontroladas. La represión posterior, bajo el gobierno de Maura, fue brutal: 216 Consejos de Guerra, 1700 personas afectadas y 5 ejecuciones (incluida la de Francisco Ferrer Guardia).

3. El Impacto de la Gran Guerra (1914-1918)

El estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 encontró a España en una situación de neutralidad bajo el gobierno de Eduardo Dato. Esta neutralidad, aunque evitó un desastre interno, generó una oportunidad económica: la exportación de productos industriales y agrarios a los países en guerra. Sin embargo, esto provocó una inflación descontrolada y un aumento de la carestía de vida, especialmente para las clases populares.

4. La Crisis de 1917: Un año de protestas

4.1 La Protesta Militar

El ejército español, afectado por las guerras coloniales, tenía un exceso de oficiales y un sistema de ascensos basado en méritos de guerra que perjudicaba a los militares peninsulares. La inflación redujo el valor de sus bajos salarios. Este descontento llevó a la formación de las Juntas de Defensa, asociaciones militares que reclamaban mejoras salariales y cambios en el sistema de ascensos. Su manifiesto de junio de 1917 criticaba al gobierno y pedía una renovación política.

4.2 La Crisis Política

El gobierno conservador de Dato fue sustituido por un gobierno liberal presidido por el conde de Romanones, pero la corrupción política y el cierre de las Cortes en julio de 1916 agravaron la situación. En abril de 1917, Dato regresó al poder. La oposición, incluyendo nacionalistas y republicanos, exigió la reapertura de las Cortes. La respuesta del gobierno fue declarar el estado de excepción y aumentar la censura. Una Asamblea de Parlamentarios catalanes (5 de julio de 1917) reclamó un gobierno provisional y Cortes constituyentes, pero el movimiento careció de apoyo y fue disuelto.

4.3 La Huelga General Revolucionaria

En agosto de 1917, un conflicto ferroviario en Valencia desató una huelga general convocada por la UGT y apoyada por el PSOE. Esta huelga, con demandas políticas como el fin de la monarquía y un gobierno provisional, tuvo una gran repercusión en varias ciudades españolas, pero no contó con el apoyo de los sectores campesinos. La respuesta gubernamental fue represiva: Ley Marcial y envío del ejército. La huelga fracasó, pero debilitó aún más al régimen y radicalizó a la oposición, acelerando la crisis definitiva del sistema de la Restauración.