Aventuras de Don Quijote y Sancho: Encuentros, Engaños y Desencantos

Capítulo 22

En este capítulo, Don Quijote y Sancho se encuentran con un grupo de galeotes, prisioneros condenados a las galeras del rey. Don Quijote, al verlos encadenados, decide liberarlos por considerarlo una injusticia. Sin embargo, los galeotes, en lugar de agradecerle, lo apedrean y roban, dejándolo a él y a Sancho casi desnudos.

Capítulo 25

En la sierra, Sancho expresa su deseo de volver a casa, cansado de las aventuras de Don Quijote. Este último decide hacer penitencia por Dulcinea, imitando a Amadís de Gaula. Luego, le pide a Sancho que lleve una carta a Dulcinea, revelando que su verdadero nombre es Aldonza Lorenzo. Sancho, al oír esto, critica a Aldonza, provocando una pelea con Don Quijote.

Capítulo 31

Sancho regresa con Don Quijote y le miente sobre su encuentro con Dulcinea. Le dice que Dulcinea rompió la carta porque no sabía leer y que insistía en que Don Quijote fuera a verla al Toboso. Don Quijote duda entre ir con Dulcinea o enfrentar a un gigante, pero Sancho lo convence de ir primero por el gigante.

Capítulo 44

En una venta, Don Quijote queda colgado de la mano tras un movimiento de Rocinante. Maritornes lo ayuda a bajar. Llegan unos caballeros en busca de Don Luis, quien se había fugado por amor a Clara. El padre de Clara acepta el matrimonio si el padre de Don Luis está de acuerdo. Aparece el barbero a quien Don Quijote le quitó el yelmo de Mambrino, generando una discusión sobre si es un yelmo o una bacía.

2ª Parte – Capítulo 3

Don Quijote se sorprende al saber que sus aventuras han sido escritas en un libro. Le preocupa que se hayan inventado cosas sobre Dulcinea. Sansón Carrasco lo alaba y discuten sobre los errores del libro, como la inclusión de la novela del Curioso Impertinente. El Bachiller le asegura que sus aventuras son famosas en todo el mundo.

Capítulo 10

Don Quijote envía a Sancho a buscar a Dulcinea, pidiéndole que observe sus reacciones. Sancho, sabiendo de la locura de su amo, planea engañarlo. Encuentra a tres labradoras y le dice a Don Quijote que son Dulcinea y sus sirvientas, inventando que están encantadas. Las labradoras huyen y Don Quijote culpa a los encantadores por privarlo de la belleza de Dulcinea. Finalmente, continúan su camino hacia Zaragoza.