El Sentido de la Filosofía: Kant, Descartes, Aristóteles y Wittgenstein

El Sentido de la Filosofía para Kant

Para Kant, filósofo alemán perteneciente al período de la Ilustración (siglo XVIII), el sentido de la filosofía puede formularse en tres cuestiones fundamentales:

  1. ¿Qué puedo conocer? Se trata del problema del conocimiento y establece los límites dentro de los cuales puede existir un conocimiento científico de la naturaleza. Obra: Crítica de la Razón Pura.
  2. ¿Qué debo hacer? Se trata del problema de la moralidad y establece los principios y condiciones para que la razón pueda obrar según su plena libertad. Obra: Crítica de la Razón Práctica.
  3. ¿Qué me cabe esperar? Se trata del problema de la religión y la historia. La religión marca el destino último del hombre y la historia las condiciones y posibilidades de su realización en el tiempo y en el espacio. Para Kant, la historia, como conjunto de acontecimientos, le dirige hacia algún fin. Puede apreciarse el progreso del hombre, del estado primitivo avanzan hacia el estado de humanidad, hacia la perfecta armonía entre todos los pueblos. Obra: La Paz Perpetua.

Estas tres preguntas, no desarrolladas por la ciencia, quedan como trabajo de la filosofía y deben ser recogidas en una pregunta global: ¿Qué es el hombre? Es decir, una clarificación racional al servicio de una humanidad más libre.

La Verdad como Evidencia: Descartes

René Descartes (1596-1650), padre del racionalismo, inaugura una nueva época en la filosofía: la filosofía moderna. Esta nueva época se caracteriza por la autonomía absoluta de la filosofía y de la razón; su ejercicio no puede ser regulado ni por la tradición ni por la fe.

Descartes introduce un nuevo concepto de verdad: la verdad como evidencia, que es la manifestación clara y distinta de las cosas ante la mente.

Según este pensador, la razón tiene dos modos de conocer:

  • La intuición: Es el conocimiento directo de la mente pura y atenta, tan claro y tan distinto que resulta imposible dudar de él.
  • La deducción: Es el conocimiento que se sigue necesariamente de otros conocidos previamente con certeza.

La evidencia implica, por parte del objeto, una claridad absoluta del mismo y una imposición a la mente, y por parte del sujeto, una total seguridad que excluya toda duda.

Definiciones de Egoísmo y Cooperación

La acción es eminentemente egoísta porque procura el mayor beneficio para uno mismo. Sin embargo, cuando intervienen diferentes sujetos egoístas con sus objetivos y estrategias, se dan muchos casos en los que la acción más radical, a primera vista, no es la que produce los mejores resultados. A veces, la única alternativa racional es la cooperación.

Características de la Filosofía

La filosofía es un rasgo esencial de nuestra cultura. En Grecia, los principales filósofos griegos (Platón y Aristóteles) conciben la filosofía como ciencia primera y le asignaron una serie de características:

  1. Crítica: Analiza todos los supuestos en que descansa nuestra cultura.
  2. Racional: No admite ningún supuesto o creencia de los cuales no se dé una razón adecuada.
  3. Universal: No le es ajeno ningún ámbito de la realidad y de la experiencia humana.
  4. Radical o última: Se ocupa de los problemas fundamentales, va a la raíz, a la base de toda nuestra experiencia.

La Verdad como Adecuación: Aristóteles y Wittgenstein

Para Aristóteles, la verdad es la conformidad o la adecuación entre el pensamiento y la realidad.

Esa adecuación se expresa mediante el lenguaje, es decir, la proposición es verdadera si coincide lo que decimos de algo y lo que es. La filosofía escolástica de la Edad Media, y Santo Tomás de Aquino en concreto, siguieron esta misma interpretación.

En el siglo XX, defienden la concepción de la verdad como adecuación, entre otros autores, Russell y Wittgenstein.

El punto de partida de la reflexión de Wittgenstein (filósofo austriaco, 1889-1951) es la perfecta adecuación entre lenguaje y realidad. Desarrolla esta cuestión en dos grandes obras: Tractatus Logico-Philosophicus e Investigaciones Filosóficas.

Para el conocimiento de la realidad, Wittgenstein elaboró la teoría de la figuración. El mundo es representado prácticamente por el pensamiento y el lenguaje. Pensar es figurar, representar en el espacio lógico los hechos del mundo. Una proposición es como una figura, puesto que representa algo en el mundo: mundo-lenguaje, hechos-proposiciones, objetos-nombres. Para determinar si una proposición es verdadera se tiene que saber primero lo que representa y luego comparar ese estado de cosas con la realidad. Es verdadera cuando describe un estado de cosas existentes y es falsa cuando describe un estado de cosas que no existen.

Hay, por tanto, una realidad externa al pensamiento; la verdad sería la adecuación de ambos. Así, para Wittgenstein, los problemas filosóficos tienen su origen en una mala comprensión de la lógica del lenguaje, de ahí que la principal tarea de la filosofía sea investigar la naturaleza del lenguaje, y no elaborar teorías explicativas sobre el mundo.