Exploración de las Ideas y Sustancias en el Discurso del Método de Descartes

Justificación de las Ideas del Texto en Relación con la Filosofía del Autor

El texto que se propone para el análisis pertenece al Discurso del Método, obra en la cual Descartes examina el conocimiento para tratar de liberarlo de los errores y de los contenidos superfluos debidos al gran número de personas que intervienen en su formación, y, sobre todo, a la admisión de principios dudosos. En la IV parte del Discurso, tras poner en duda todo el conocimiento, trata de llegar a una verdad incontrovertible: el sujeto pensante, a partir de la que se demuestra la existencia de Dios y del mundo.

Tras demostrar que existe como pensamiento, Descartes está obligado a demostrar que él mismo, Dios y el mundo que le rodea son realidades extramentales, fuera de su propio pensamiento. Para demostrar todo esto solo dispone de una cosa que son las ideas de su pensamiento, por lo que a partir de ahora trabajará o estudiará detenidamente estas ideas.

Descartes diferencia dos aspectos en todas las ideas:

  • Primero, como forma o manera de pensamiento, donde todas las ideas son iguales.
  • Segundo, como carácter representativo de la idea o contenido, donde todas las ideas son distintas.

Descartes sigue siendo partidario de la terminología eclesiástica, diferenciando entre realidad objetiva, realidad formal y realidad eminente. Define realidad objetiva como aquella que equivale a la realidad conceptual, es la más propia de las realidades. La realidad formal se refiere a la realidad en acto, y la realidad eminente es la más completa de todas, puesto que incluye a las anteriores y solo compete a Dios.

Las ideas pueden ser de tres tipos:

  1. ADVENTICIAS: son aquellas que provienen del exterior y, por lo tanto, las obtenemos mediante la experiencia. Ejemplo: idea de mesa.
  2. FACTICIAS: son aquellas ideas que, con la imaginación y la fantasía, se pueden crear. Provienen del interior. Ejemplo: Burro con alas.
  3. INNATAS: son las que están o brotan en nosotros de manera natural.

Posteriormente, Descartes se preocupa del tema de la substancia y adopta la definición tradicional: substancia es aquello que no precisa de otra cosa para ser o existir. Según esta definición, substancia solo sería Dios (res infinita que tiene como atributo la perfección). Sin embargo, más tarde nos señala también el concepto de substancia por analogía, que define como aquella que no precisa de nada para existir excepto de Dios, y según esta segunda definición tenemos dos substancias más: la res cogitans (alma, substancia pensante que tiene como atributo el pensamiento) y la res extensa (cuerpo que tiene como atributo la extensión).

Todas las sustancias tienen una característica principal que la define, que se llama atributo. Además de los atributos, las sustancias son conocidas mediante sus modos.

Lo primero que intenta Descartes en cuanto a Dios es demostrar su existencia para después proceder a demostrar su esencia, es decir, que es bueno y no maligno. Las demostraciones de su existencia las hace de tres formas:

Demostraciones de la Existencia de Dios

1) A Partir del Origen y Contenido de la Idea de Dios

Dentro de mis ideas, la idea de Dios no puede ser considerada una idea adventicia como tampoco una idea facticia, porque la realidad que representa sobrepasa mi propia realidad, lo que implica que ese ser perfecto e infinito existe y ha puesto en mí esa idea.

2) A Partir de la Causa de mi Propia Existencia Finita

Yo me reconozco como un ser finito e imperfecto, incapaz de ser causa de mi propio ser; si yo fuera la causa de mí mismo, me habría dotado de todas las cosas perfectas que atribuyo a Dios, luego he tenido que ser creado por ese ser que tiene todas esas perfecciones.

3) Argumento Ontológico de San Anselmo de Canterbury

Cualquier persona, por muy necia que sea, tiene una idea de Dios, considera a Dios como lo más grande que puede ser pensado. Ese ser no solo tiene que existir en el pensamiento, sino también en la realidad, ya que, si no fuese así, uno podría pensar otro mayor que él.

Una vez demostrada la existencia de Dios mediante estas tres propuestas, Descartes procederá a demostrar la esencia divina. Intentará, por tanto, averiguar si Dios es bueno o engañador según la hipótesis que previamente había señalado. Si Dios posee todas las perfecciones en su grado máximo, tendrá que poseer la verdad. Engañar es signo de debilidad, luego Dios no puede hacerlo.

Una vez demostrado que Dios es bueno, tenemos que señalar el sentido que tiene Dios para Descartes, ya que, aunque él es un profundo creyente, Descartes ve a Dios como la garantía o aval de que todo lo que adquiere de forma clara y distinta es verdadero.

Dualismo Antropológico: Res Cogitans y Res Extensa

Las otras dos sustancias que estudia Descartes representan su dualismo antropológico: La res cogitans es el alma, mientras que la res extensa es el cuerpo. El alma es inmortal y se encuentra unida al cuerpo de forma provisional, y es la que dirige y controla al cuerpo. La comunicación entre cuerpo y alma se realiza mediante unas células especiales que hay en la sangre a las que llamó espíritus animales, y el alma la situó en la glándula pineal.

El alma es el órgano de la conciencia donde se producen acciones y pasiones. Las acciones dependen de la voluntad, mientras que las pasiones son involuntarias y están formadas por sentimientos o emociones causadas en el alma por las fuerzas mecánicas que actúan en el cuerpo. Las dos pasiones fundamentales son la tristeza y la alegría.