La Segunda República y el Estatuto Vasco
La proclamación de la Segunda República representó una gran oportunidad para las aspiraciones autonomistas, aunque los nacionalistas se habían excluido del Pacto de San Sebastián y los carlistas se oponían al nuevo sistema. En este pacto, se aceptaba el Estatuto de Autonomía para Cataluña.
El Estatuto de Estella
En 1931, la Sociedad de Estudios Vascos elaboró un proyecto de estatuto a petición del nacionalismo vasco. Se celebró la Asamblea de Estella, donde la mayoría de los artículos fueron aprobados por unanimidad. Se defendía al País Vasco como un Estado autónomo dentro del Estado español, con provincias que se regirían de forma autónoma. Este estatuto se consideraba anticonstitucional.
El Estatuto de las Gestoras
Se encargó la elaboración de un nuevo proyecto a las Comisiones Gestoras (garantizando un espíritu laico y republicano). La izquierda lo apoyó y el nacionalismo lo aceptó, pero los carlistas se opusieron. El proyecto quedó en suspenso durante el bienio conservador, debido a la composición izquierdista de las comisiones.
El Estatuto Vasco de 1936
Con el triunfo del Frente Popular en las elecciones, se aprobó el Estatuto de octubre en plena Guerra Civil. Este estatuto se caracterizaba por su indeterminación y su brevedad. Era una concesión del Parlamento y proclamaba que Álava, Guipúzcoa y Vizcaya se constituían en Región autonómica dentro del Estado español. Navarra no fue incluida. Se estableció un gobierno provisional y se creó un régimen de policía para la autonomía vasca. El Gobierno Vasco se hizo cargo del esfuerzo bélico y del abastecimiento de la población. Bajo el Decreto de 1936, nació el ejército de operaciones de Euskadi y el Departamento de Hacienda. También se creó la Universidad Vasca.
La Guerra Civil en el País Vasco
En el País Vasco, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) prefirió la República a la dictadura y se posicionó del lado de la ciudadanía. El País Vasco se dividió en dos zonas:
- Álava y Navarra quedaron en el bando nacional, donde el alzamiento triunfó con facilidad debido a la implantación del carlismo.
- Bizkaia y Gipuzkoa se mantuvieron leales a la República. En Bilbao, los comandantes no secundaron el golpe. En Gipuzkoa, la guarnición militar y las personas de izquierdas fueron controladas por las milicias izquierdistas y la Guardia Civil.
Se constituyó la Junta de Defensa de Gipuzkoa, formada por el Frente Popular, el PNV y la CNT, con importantes tensiones internas entre nacionalistas y anarquistas. Estas tensiones culminaron con la dimisión de Monzón, después de que la CNT sacara a los presos de Tolosa para ser fusilados.
El 26 de agosto comenzó la ofensiva de los nacionales contra Irún, con el objetivo de tomar la zona republicana vasca. Primero tomaron Irún (liderados por el coronel Beorlegui, voluntarios navarros y fugitivos guipuzcoanos) y más tarde San Sebastián.
Se constituyó la Junta de Defensa de Bizkaia, que posteriormente fue sustituida por el Gobierno Vasco, con Aguirre formando un gobierno de coalición con miembros de diferentes partidos.
El Ejército Vasco y la Defensa de Bizkaia
Se creó el Ejército Vasco, compuesto por milicianos anarquistas, socialistas y nacionalistas. Para el mantenimiento del orden público, se creó la Ertzaina. El gobierno reorganizó la parte de Euskadi que no había caído en poder de los franquistas. Militarmente, el jefe era Aguirre, quien contaba con el comandante Montaud. Más tarde, todas las fuerzas del norte se incorporaron al Ejército del Norte republicano, bajo las órdenes del general Llano de la Encomienda.
El principal problema era el del abastecimiento. Para aliviar el frente de Madrid, los vascos lanzaron una ofensiva para tomar Vitoria, pero fueron derrotados. Esta derrota llevó a los vascos a preparar un cinturón de defensa de Bizkaia, conocido como el Cinturón de Hierro. Sin embargo, debido a la falta de medios, el cinturón quedó reducido a Bilbao.
El Avance Franquista y la Caída de Bilbao
Desde comienzos de 1937, el avance franquista en la guerra fue lento, con Mola como jefe del ejército del norte. La superioridad fascista era aplastante y contaban con información del ingeniero Goicoechea sobre el Cinturón de Hierro. Se inició la ofensiva sobre algunos pueblos. Se bombardeó Guernica y las fuerzas fascistas aprovecharon el impacto psicológico de la destrucción para proseguir el avance.
El Ejército del Norte pasó a estar bajo el mando del general Gámir. Las relaciones entre las fuerzas vascas, asturianas y santanderinas eran muy tensas. El Gobierno Vasco reclamó a la República el envío de aviones, pero no recibió mucha ayuda. La muerte de Mola no alteró los planes de los nacionales. Dávila emprendió el ataque al Cinturón de Hierro. En junio cayó Bilbao y en julio se conquistó Bizkaia. Los restos del Ejército Vasco se trasladaron a las zonas fronterizas de Vizcaya y Santander.
El Pacto de Santoña
El mando nacionalista se rindió a los italianos. Ajuriaguerra negoció con los italianos, llegando al Pacto de Santoña:
- Las tropas vascas debían entregar las armas, mantener el orden público y garantizar la vida y la libertad de los rehenes.
- Las fuerzas italianas debían garantizar la vida a los combatientes vascos, autorizar la salida al extranjero de los políticos vascos y de los funcionarios que se hallaban en Santoña y Santander, considerar a los combatientes vascos libres de la obligación de tomar parte en la Guerra Civil y asegurar que la población civil vasca no fuera objeto de persecución.
Los italianos traicionaron el pacto. Franco ordenó que nadie saliera de Santoña.