El Cubismo: Una Revolución Artística
El cubismo fue el movimiento de vanguardia más radical de principios del siglo XX. La vanguardia cubista planteó una representación de la realidad de forma intelectual, liberada de la apariencia de objetos y figuras, alejándose de la perspectiva convencional, de los colores reales y de la representación de un punto de vista único. En las obras cubistas destacan los tonos neutros: grises, blancos, verdes claros, y así se representa una multiplicación de los ángulos, llegando a la plasmación de una cuarta dimensión. En estas obras desaparece el uso de la luz como elemento pictórico.
Nacimiento del Cubismo
Las dos figuras creadoras del movimiento fueron Pablo Picasso y Georges Braque, quienes desarrollaron la pintura entre 1906 y la Primera Guerra Mundial (1914). Una serie de exposiciones influyeron en la aparición de este movimiento en 1906:
- En el Salón de Otoño de París se expuso la obra de Cézanne. Picasso y Braque vieron en ella una revelación al comprobar cómo reducía lo real a unas pocas figuras geométricas.
- En Londres, una exposición de arte primitivo africano dejó ver la plasticidad y geometría de las máscaras.
- Picasso encontró también sugerencias en la escultura ibérica expuesta en el Louvre, también en 1906.
En la primavera de 1907, Picasso terminó el retrato de Gertrude Stein, en el que se apreciaba ya una esquematización influida por la escultura ibérica. Sin embargo, fue Las señoritas de Avignon, pintado en el verano de ese año, la obra que indica el nacimiento del movimiento.
Etapas del Cubismo
Georges Braque, junto a Picasso, inició y desarrolló las diferentes etapas del cubismo:
- Cubismo analítico: En torno a 1910, Picasso y Braque intentaron representar figuras y objetos analizando sus planos y volúmenes, dándoles una apariencia poliédrica que quiere reflejar los múltiples ángulos desde los que sería posible verlos.
- Cubismo sintético: El proceso continuó hasta conseguir representar en un plano una síntesis de todas las formas geométricas de las que se compone un objeto o una figura. Esta segunda etapa cubista se desarrolló en 1912. En este período, por aportación de Braque, se sustituyeron los detalles realistas por trozos de papel encolado (collages) y las formas se simplificaron.
Un tercer artista de relevancia en el movimiento fue el madrileño Juan Gris, con su Naturaleza muerta en una silla (1917), o la pintora española María Blanchard.
La Trayectoria Artística de Picasso
Inicios y Primeras Etapas
Pablo Picasso nació en Málaga en 1881. Sus comienzos artísticos se iniciaron en la Escuela de la Lonja de Barcelona, donde conoció la bohemia catalana y la vanguardia. A mediados del siglo XX, realizó un viaje a París, donde descubrió a Degas y Toulouse-Lautrec. Se instaló allí definitivamente en 1901. Sus etapas iniciales fueron:
- Época azul: Relacionada con sus primeros años en la capital francesa, donde vivió en condiciones de penuria. Se caracterizaba por el empleo de tonos de gamas frías y por el reflejo de temas patéticos con figuras pobres y ausentes, como vemos en El viejo guitarrista o en Pobres a la orilla del mar.
- Época rosa: A partir de 1904, mejoraron sus condiciones de vida y, con ello, su pintura se dulcificó. En este período utilizó modelos del Circo Medrano, como muestra La familia de saltimbanquis.
Picasso y el Cubismo
Con Las señoritas de Avignon, en 1907, se marca el inicio del cubismo. En esta obra, cinco figuras femeninas desnudas y en posturas insinuantes se colocan tras un frutero que constituye el punto medio entre el interior y el exterior. Estos elementos parecen geometrizados a base de triángulos que no permiten ver los límites entre el fondo y las figuras. Desarrolló junto a Braque el cubismo analítico, como se aprecia en el Retrato de Ambroise Vollard, y el cubismo sintético, como muestra la Naturaleza muerta con silla de rejilla (1912).
Evolución de Picasso tras el Cubismo
Desde 1914, Picasso colaboró en los Ballets Rusos como escenógrafo. Después de la Primera Guerra Mundial, recuperó la forma y los objetos e inició un período llamado ingresco o neoclásico, en el cual pintó grandes figuras en movimiento de líneas robustas. A finales de los años 20, experimentó el expresionismo surrealista con Mujer sentada al borde del mar o temas taurinos. A finales de los años 30, comprometido políticamente con la República, pintó el Guernica (1937). Tras la Segunda Guerra Mundial, se afilió al Partido Comunista Francés y pintó obras comprometidas como La matanza de Corea, influenciada por la obra de Goya Los fusilamientos del tres de mayo. Finalmente, en los años 50, hizo homenajes a grandes maestros de la pintura, destacando a Velázquez por Las meninas.
Análisis de *Las Señoritas de Avignon*
Tema: Al parecer, Picasso se inspiró en una escena de un prostíbulo de la calle barcelonesa de Avinyó. En los bocetos previos, además de las cinco mujeres, existía un personaje que, con una calavera en la mano, entraba por una puerta, que luego sería sustituido (homenaje a su amigo Casagemas, que acababa de morir). En la obra final, sólo aparecen las cinco prostitutas que se ofrecen al espectador sobre un fondo de cortinajes con un bodegón a sus pies. Al eliminarse el hombre y su referencia a la muerte, el cuadro deja de ser narrativo (no cuenta una historia), siendo, tan sólo, una pura representación de los desnudos y su entorno, de las formas, que es lo que en esta época empieza a interesarle fundamentalmente a Picasso.
Técnica: Óleo sobre lienzo, con poca importancia de la factura.
Composición: Fuertemente geometrizada y en gran parte simétrica. El predominio de las verticales le da un cierto carácter ascensional, aunque el formato sea cuadrado.
Línea: Es una de las grandes protagonistas de la obra. Su aplicación es geométrica, descomponiendo a las figuras en formas básicas, de agudas esquinas que parecen interpenetrarse unas con otras.
Color: El uso preferente de los cálidos vuelve más rotundas las formas que se desvinculan así del fondo, donde son utilizados los fríos y ocres. Pese a tener un cierto recuerdo de la realidad (el anaranjado de la piel), su tono saturado (muy fuerte) no puede ser considerado como realista y nos puede recordar (aunque en un menor grado) al utilizado por los fauves que Picasso conocía. La luz no incide en el cuadro, creando zonas cromáticas puras y eliminando, casi por completo, el tradicional claroscuro.
Perspectiva: Se encuentra abolida. El espacio tradicional ha desaparecido, convertido en formas geométricas que se interpenetran entre sí, pugnando por salir al exterior. Las figuras se realizan a través de formas geométricas simples, eliminando todo detalle (como es bien patente en los rostros).
Cada una de las figuras femeninas se encuentra en un grado distinto de geometrización. De esta manera, las centrales nos parecen más clásicas, recordando en su posición a la de ciertas obras antiguas. A ambos lados (de perfil) nos encontramos con otras figuras que tienen en sus rostros los recuerdos del arte africano (máscaras) e íberos. Por último, sentada, la quinta señorita avanza radicalmente al mostrarnos dos puntos de vista opuestos (cara y espalda), así como una cara de volúmenes recompuestos sin relación con la realidad.