Revoluciones y Restauración en Europa: El Siglo XIX

La Ruptura o las Fuerzas del Progreso

En Viena, en 1815 se había restablecido el Antiguo Régimen. Pero el afán revolucionario perduró entre la burguesía que volvió a protagonizar intentos por alcanzar el poder en 1820, 1830 y 1848.

Este período se caracterizó por:

  • La inestabilidad política provocada por los continuos enfrentamientos entre las dos posiciones, la revolucionaria y la tradicionalista, características de este período histórico.
  • El avance de la Revolución Industrial y el capitalismo, que facilitaron tanto la consolidación de la burguesía como la organización del movimiento obrero. Hemos elegido la imagen del Banco de Inglaterra, porque todos los acontecimientos políticos que estamos estudiando transcurren en paralelo a la industrialización de Europa y al dominio británico del mundo.
  • El inicio de sentimientos nacionalistas en algunos pueblos que luchaban contra la ocupación extranjera.

Las Revoluciones de 1820

La Revolución de 1820 o ciclo revolucionario de 1820 es un conjunto de procesos revolucionarios que tienen lugar en Europa alrededor de esta fecha.

Surgieron como reacción al restablecimiento del Antiguo Régimen en el Congreso de Viena de 1815, tras la derrota de la Francia revolucionaria. Sus ejes ideológicos fueron el liberalismo y el nacionalismo.

En 1820 se produjo la primera intentona contra la Restauración. Se caracterizó por su localización mediterránea y oriental.

Las masas de población quedaron al margen de esta oleada revolucionaria. Fueron movimientos muy minoritarios impulsados fundamentalmente por los militares y apoyados por sociedades secretas. Con la vuelta al Antiguo Régimen, los militares habían visto peligrar sus carreras militares, puesto que los ascensos quedaban reservados a los grupos privilegiados (del periodo napoleónico había permitido los ascensos por méritos de guerra, no por nacimiento).

Estos movimientos revolucionarios se iniciaban mediante pronunciamientos militares (golpes de Estado encabezados por algún mando del ejército) e imponían una Constitución, es decir, limitaban el poder del rey, pero la intervención de la Cuádruple Alianza restablecía de nuevo el antiguo orden. Sólo triunfaron los movimientos con carácter nacionalista, el de los griegos en 1828 frente a los turcos y el de las colonias sudamericanas frente a España.

La Independencia de América del Sur

La influencia de la Independencia de las trece colonias en América del Norte y la compleja situación en España permiten el triunfo de la independencia de parte de América del Sur.

Hubo algún intento de intervención aliada para detener esta oleada revolucionaria y restablecer el poder del rey absoluto, pero estos se toparon con la frontal oposición de los Estados Unidos de América cuyo presidente Monroe, en 1823, lanzó la proclama “América para los americanos”, dejando claro su rechazo a cualquier tipo de intervención europea en el continente.

La Restauración

Restaurar significa recobrar. En historia el término Restauración se usa para designar una época comprendida entre la definitiva caída de Napoleón (1815) y el inicio del proceso revolucionario de 1830 y que se caracteriza por que los partidarios del Antiguo Régimen intentaron “recobrar” los privilegios perdidos tras la Revolución francesa de 1789.

La derrota de Napoleón fue entendida por los mandatarios europeos como la derrota de la Revolución Francesa. Los vencedores no solo quisieron repartirse el mapa europeo sino que pretendieron recomponer el Antiguo Régimen y eliminar los principios ideológicos ilustrados que, a juicio de los vencedores, habían producido el fenómeno revolucionario.

De ahí que la palabra en boga sea “Restauración”, es decir, reponer el antiguo estado de cosas.

Las potencias más interesadas en la vuelta al pasado fueron:

  • Austria (Metternich)
  • Rusia (Alejandro I)
  • Prusia.
  • Francia participó en menor medida en esta política. En cuanto a Gran Bretaña, no secundó las tesis absolutistas.

Los principios políticos concretos que emanan de estos planteamientos (y que Gran Bretaña, más interesada en temas comerciales desdeña) son: legitimidad, absolutismo, equilibrio e intervencionismo.

Las Revoluciones de 1830

La segunda oleada revolucionaria se desarrolló en los grandes centros de poder europeo. El descontento generado por los efectos económicos y sociales del capitalismo industrial estaba latente.

  • Tras el paso de las revoluciones de 1830, Europa quedó dividida en dos bloques:
    • El occidental, liberal y constitucional. Nos referimos a Inglaterra, Francia y Bélgica.

Las revoluciones de 1830 significaron la derrota definitiva del absolutismo.

Desde entonces, el poder quedó en manos de la alta burguesía de industriales y banqueros. Se garantizaban modelos políticos regulados por una constitución y la existencia de libertades individuales. Ahora bien, la alta burguesía buscó mecanismos para evitar que la participación política fuera universal mediante el sufragio restringido. Sólo aquellos ciudadanos que eran propietarios, tenían determinado nivel de ingresos o determinado grado de instrucción escolar, tuvieron derecho al voto y a ser elegidos representantes parlamentarios.

  • El oriental, conservador y aristocrático, integrado por Austria, Prusia y Rusia.

El modelo económico, social y político del Antiguo Régimen siguió vigente en estos países.

El Congreso de Viena

Fue un encuentro internacional celebrado en la ciudad austriaca de Viena en 1815. El objetivo de los reunidos, vencedores de Napoleón, fue el de “repartirse” los territorios conquistados por Napoleón I y restaurar la ideología política del Antiguo Régimen.

Recuerda que, tras una guerra los países vencedores se reparten el territorio. En el caso del Congreso de Viena, no es sólo una victoria territorial, lo es también ideológica.

Napoleón había intentado imponer parte de la ideología revolucionaria. La derrota de Napoleón fue entendida por los mandatarios europeos como la derrota de la Revolución Francesa.

  1. Se crean rivalidades entre potencias.
  2. Descontento entre los pueblos.

Los grandes beneficiados del Congreso de Viena fueron:

  • Gran Bretaña que revalidó su título de dueña de los mares
  • El Imperio austriaco que lo hizo en el continente.

¿Qué criterios se siguieron para realizar este reparto?

  1. Que ningún territorio se hiciera más poderoso que otro. Es decir, intenta conseguir el equilibrio europeo.
  2. Que Francia no volviera a “salirse” de sus fronteras, por lo que se crearon los llamados “Estados tapón” (cómo su propio nombre indica que contuvieran un futuro deseo expansionista francés)
  3. Que se simplificara el mapa de Europa. En Viena quisieron hacer estados viables, fuertes, equilibrados, con el fin de impedir que pudiera darse un nuevo intento de hegemonía semejante al de Napoleón.

La Santa Alianza

Es un acuerdo entre Rusia, Austria y Prusia. Los países firmantes se comprometieron a llevar a cabo intervenciones armadas en cualquier país en el que estallasen conatos liberales o revolucionarios. El objetivo de la Santa Alianza era el mantener, a toda costa, el absolutismo.

Inglaterra no podía estar de acuerdo con este texto, por lo que promovió una “Cuádruple Alianza“. El compromiso buscaba

  • Mantener los acuerdos territoriales.
  • Estar atento frente a posibles estallidos revolucionarios.
  • Crear una fuerza armada lista para intervenir en caso de necesidad.

Por último, la Cuádruple se transformó en Quinta Alianza en 1818 cuando se integró Francia.

Los congresos, que se desarrollaron entre 1818 y 1822, discutieron las medidas a tomar frente a las inquietudes y desordenes de carácter liberal o nacionalista, los principales fueron:

  • Aquisgrán (1818)
  • Troppau (1820)
  • Liubliana (1821) (que autorizó la intervención austriaca en Italia)
  • Verona (1822). En esta ciudad se ordenó la intervención en España de un ejército conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis para terminar con el Trienio liberal y restaurar en el absolutismo a Fernando VII.

El final de esta política de alianzas militares se produjo, a partir de 1825, tras la muerte de uno de sus impulsores, el zar Alejandro.

Corrientes de Pensamiento en el Siglo XIX

Todos los personajes que te presentamos tuvieron algo que decir en este periodo y su influencia, según los casos, sigue vigente en la actualidad.

La propuesta que te realizamos es la de que te quedes con nosotros para poder relacionar cada rostro, cada personaje con su pensamiento político.

El pensamiento social se va a orientar en tres direcciones:

  • El conservador o aquellos que pretendían la vuelta al Antiguo Régimen. Esta ideología es la que sostiene la Restauración.
  • El liberal o aquellos que pedían un modelo de organización basado en la separación de poderes, el arbitraje de una Constitución y sistemas electorales más o menos amplios. Recuerda que esta ideología estará detrás de las revoluciones de 1820, 1830, 1848.
  • El socialista o aquellos que pretendían cambiar la estructura política, económica y social creada por la burguesía, que había dejado fuera a los no propietarios, que habían pasado a ser clase dominada.

Recuerda que esta ideología inspirará la revolución de 1870.

Estas ideas, junto al nacionalismo, serán las grandes fuerzas de cambio que muevan los pensamientos y las acciones de los hombres del siglo XIX.

El pensamiento social seguirá haciendo oídos sordos a los derechos de los negros que siguen vendiéndose como esclavos y son algunas las mujeres que comienzan a pedir la igualdad de derechos.

De los Privilegiados

El conservadurismo es aquella corriente de pensamiento político que niega las bases ideológicas en las que se sustentaba la Revolución Francesa. Estas ideas son las que sostienen el edificio de la Restauración.

Su primer formulador es Burke (1729-1797) cuya obra Reflexions on the revolution in France (1790) influirá en el pensamiento político europeo del siglo XIX. Para conocer su ideología deberás acceder a este recurso.

Otros pensadores posteriores como J. de Maistre (1753-1821) defenderán el legitimismo, es decir, reafirmarán el derecho divino de las dinastías (soberanía por la gracia de Dios) frente a la soberanía popular.

Los pensadores que defienden la vuelta al Antiguo Régimen se conocen como conservadores.

Surgen frente al progreso de las ideas consideradas como revolucionarias para salvaguardar los valores tradicionales, tanto espirituales como políticos y sociales.

Esta ideología defiende:

  • Autoritarismo político
  • Ortodoxia religiosa
  • Dogmatismo filosófico

Es decir, defiende los intereses de los grupos privilegiados.

Hasta mediados del siglo XIX se mantiene en Europa central (Austria, Prusia) y Europa meridional (Península Ibérica) por el apoyo de la nobleza, el clero, la alta burguesía, la burocracia y los terratenientes.

De la Burguesía

El liberalismo es una teoría económica y una doctrina política.

Es un movimiento que defendía (hoy lo sigue haciendo) como idea esencial el desarrollo de la libertad personal individual como forma de conseguir el progreso de la sociedad. ¿De parte de quién estás? La clase social que dio aliento al liberalismo fue la burguesía.

El liberalismo consiguió la instauración de un orden clasista basado en la riqueza y no en los privilegios.

El triunfo de esta ideología no fue fácil. Necesitó de sucesivas oleadas revolucionarias que estallaron en Europa en los años 1820, 1830 y 1848. Recuerda que la fórmula usada para acceder al poder fue la vía revolucionaria.

En la concepción política burguesa del poder veremos también una evolución importante

Por un lado, el liberalismo doctrinario

Esta corriente moderada pretende no romper del todo del Antiguo Régimen y buscar soluciones de compromiso. Defienden la monarquía y limitan el derecho al voto a aquellos que cuenten con suficientes ingresos económicos. De esta manera, el poder de elaborar las leyes recaerá sólo en la burguesía. Esta forma de liberalismo llegará al poder en Francia con la Revolución de 1830.

Por otro, el liberalismo democrático

Partidarios de la república y de la soberanía nacional, defienden una mayor participación en la elaboración de las leyes integrando a todos los grupos sociales. Esta ideología se irá abriendo paso a partir de la Revolución de 1848, es el precedente inmediato de nuestras democracias actuales.

De los Obreros

La Utopía

Dentro de los primeros movimientos obreros habría que hacer referencia a los socialistas utópicos, los que aparecen en las imágenes, que preveían un mundo más justo para los trabajadores mejorando sus condiciones de vida y diseñando incluso los lugares de trabajo y de residencia de los obreros.

El movimiento fracasó porque la burguesía no estaba dispuesta a invertir en esas instalaciones que consideraba poco rentables, era un planteamiento utópico, es decir, imposible.

Cronológicamente las ideas del socialismo utópico alcanzaron su madurez en el período comprendido entre 1815 y 1848 (fecha de publicación del Manifiesto Comunista).

Ellos no se consideraron utópicos. En realidad fue un término más bien despectivo, que fue acuñado en 1839 por Louis Blanqui y generalizado por Marx y Engels en su “Manifiesto Comunista”. Éstos consideraban que los pensadores utópicos pecaban de idealismo e ingenuidad.

Lo Científico

El socialismo científico es el nombre con el que se buscó distinguir al marxismo de Karl Marx y Friedrich Engels de socialismo utópico al que consideraban ingenuo.

Marx y Engels desarrollaron una corriente de pensamiento basándose en textos y teorías anteriores, la filosofía de Hegel y de Feuerbach, ambos alemanes, la economía política de Adam Smith, la economía ricardiana de David Ricardo y el socialismo francés del siglo XIX.

El cuerpo doctrinal resultante les permitió no sólo desarrollar una crítica de la sociedad, expuesta en El capital: crítica de la economía política, sino también proponer un modelo alternativo mediante la revolución. Recuerda, esta estrategia no es nueva, es la que usó la burguesía para destruir el Antiguo Régimen y hacerse con el poder.

El análisis de la sociedad capitalista

La sociedad capitalista es injusta porque la explotación de los obreros (aumento del ritmo de trabajo, empleo de mano de obra infantil, jornada laboral abusiva, etc.), permiten al capitalista incrementar sus beneficios. Sin embargo, las ganancias se concentran en cada vez menor número de empresarios debido a que una parte de éstos

  • los menos competitivos- van desapareciendo y engrosando las filas de los desposeídos, el proletariado. Marx decía que los burgueses se enriquecían al quedarse con

parte de los beneficios que correspondían a los obreros, a esto lo llama plusvalía.

La realización de un estudio profundo de la historia que permita conocer sus mecanismos

Considera que la historia evoluciona por la lucha de clases. Siempre hay dos clases enfrentadas: la dominante y la dominada, de ese enfrentamiento sale una sociedad distinta, en su época la clase dominante era la burguesía y la dominada el proletariado, y a través de la revolución obrera se produciría al fin una sociedad justa con el triunfo de los obreros.

La construcción de una sociedad sin clases

Si la sociedad capitalista es injusta porque permite al burgués explotar al obrero, si del estudio de la historia se deduce que sólo se superar las situaciones de opresión cuando la clase oprimida se “rebela” contra la opresora, entones ha llegado el momento de destruir el “edificio capitalista” ¿Cómo?:

  • El obrero debía unirse para defender sus derechos y conquistar el poder a través de una revolución (igual que lo había conquistado la burguesía)
  • Una vez en el poder establecer la dictadura del proletariado, es decir, la dictadura de los obreros en la que se eliminarían las desigualdades
  • Se lograría una sociedad sin clases que sería el objetivo final de Marx.

La humanidad ha pasado por varios estadios con diferentes estructuras y sus propias contradicciones:

  • Sociedad comunitario-tribal
  • Esclavista
  • Feudal
  • Capitalista. En esta última la burguesía ha creado unas condiciones (económicas, legales, unos modos de vida y hasta la religión) que le permiten prosperar material y socialmente, pero a costa del proletariado.

La Anarquía

El término anarquismo significa “sin autoridad ni poder”. Es una corriente que se engloba dentro del socialismo.

Marxismo y anarquismo, ideologías contemporáneas, coinciden en su crítica al capitalismo y en el convencimiento de que debe ser eliminado; su camino se separa a finales del siglo XIX, al no llegar a un acuerdo sobre los métodos para conseguirlo.

Marxismo y anarquismo también se diferencian en su expansión. Mientras que el anarquismo se hizo fuerte en sociedades escasamente industrializadas -España, Italia y Rusia-, el marxismo lo hizo en países industrializados.

¿Cuáles son las ideas que comparten los distintos pensadores?.

  • Rechazan cualquier tipo de autoridad, en especial la del Estado. Este debe ser eliminado.
  • Si rechazan el Estado, no participan en el juego político, ni en los partidos políticos.
  • Si no creen en el Estado ¿Cuál es, para ellos, la organización ideal? Pequeñas comunidades autosuficientes que podrían establecer relaciones y asociaciones entre ellas.
  • La importancia de la educación. El hombre solo será libre cuando sea capaz de pensar por sí mismo.

¿De Dónde Eres? El Nacionalismo

El Nacionalismo es una doctrina surgida a comienzos del siglo XIX, cuyo origen se remonta a la Revolución Francesa y al imperio Napoleónico.

Los nacionalistas defendían el derecho de los pueblos a ejercer el poder soberano sobre el territorio en que viven; es decir, la soberanía nacional frente al derecho dinástico de los monarcas absolutos.

Es a partir de 1789 cuando se empieza a hablar de la nación como conjunto de ciudadanos con unas características comunes, y esa nación es la dueña de sus destinos y no depende de la voluntad del rey como hasta entonces.

Una vez llegados a este punto hemos de aclarar dos conceptos que se utilizan a veces como sinónimos pero que son distintos:

  • Nación: es el conjunto de individuos que pertenecen a una comunidad que tiene una lengua, una religión, costumbres, derechos e historia comunes.
  • Estado: es una unidad política con fronteras internacionales reconocidas.

Muchas naciones están divididas entre varios estados distintos y, en otros casos, muchas naciones viven dentro de estados en los cuales no se sienten a gusto, el objetivo de todas estas naciones es constituirse en estados independientes.

La segunda mitad del siglo XIX fue la época de la construcción de los Estados-Nación en Europa y en América. Hasta ese momento, en las aldeas, pueblos y provincias de las actuales Italia, Alemania, Francia … se hablaban dialectos diferentes, se empleaban distintos medidas y monedas.

Los gobernantes comprendieron que, para ser países con mercados internos fuertes y competitivos hacia el exterior, debían empezar por fortalecer el concepto de nación. Es decir, lograr que el conjunto de habitantes de un territorio se encontrara unificado por una forma de gobierno y sintiera la pertenencia a ese país. Para ello se valieron del ferrocarril, la educación y de los ejércitos. El nacionalismo se dividirá en dos tendencias:

El nacionalismo conservador

Una nación es aquella formación territorial en la que sus habitantes cuentan con una historia, una lengua y una historia común. Uno de sus principales valedores fue Fichte (“Discursos a la nación alemana”, 1808).

La nación está por encima del deseo particular de los individuos. El que pertenece a ella lo seguirá haciendo de por vida, con independencia del lugar donde se encuentre.

El nacionalismo democrático

Inspirado en las ideas del italiano Mazzini, según el cual la idea de nación lleva implícita la libertad de los pueblos y la soberanía nacional.

Éste consideraba que una nación surge de la voluntad de los individuos que la componen. Es la persona quien de forma subjetiva e individual decide formar parte de una determinada unidad política a través de un compromiso o pacto.

Desde ese punto de vista cualquier colectividad era susceptible de convertirse en nación por deseo propio, bien separándose de un estado ya existente, bien constituyendo una nueva realidad mediante la libre elección.

Este tipo de nacionalismo fue el que se desarrolló en Italia y Francia, muy influido por las ideas de la Ilustración.