Tras la Guerra Civil, España quedó destrozada demográfica, social y económicamente. No llegó la paz, sino la victoria, eliminando Franco cualquier huella de republicanismo. Según Tusell, Franco llegó a caudillo por sus victorias, no por su capacidad política, que era prácticamente nula. El Franquismo estuvo vigente entre 1939 y 1975, y fue una dictadura personal, que utilizaba la ideología de otras dictaduras según conviniera. Repartió el poder entre las familias políticas con el fin de acaparar el poder y perdurar en el tiempo. Según Galinsoga, Franco se consideraba el elegido por Dios para salvar la patria, y creó un nuevo Estado con un nacionalismo agresivo, conservador y excluyente, reflejo de un pasado glorioso (Imperio de los Austrias). Internacionalmente, el régimen se consideraba como un “Centinela de Occidente” contra el comunismo.
Consolidación del Régimen Franquista
El régimen franquista se consolidó desde el golpe militar de 1936 a causa de la conflictividad social de la II República y la división de la izquierda, que provocó una profunda crisis política. Además, la derecha se había fortalecido, y los fascismos europeos triunfaban tras el “Crack del 29”, lo que daba apoyo al régimen. A ello se sumó la victoria en 1939 del general Francisco Franco y los militares sublevados, lo que provocó el exilio republicano. De esta forma, Franco se convirtió en héroe y salvador, e implantó su nuevo régimen.
Características del Régimen
El régimen concentraba en Franco todos los poderes, otorgándole el título de “caudillo”. Creó un Consejo de Ministros, a los cuales él nombraba y que solo era consultivo. Algunas características del régimen son la dictadura personal, el unipartidismo (Falange), el fuerte catolicismo y la división permanente entre vencedores y vencidos.
En la dictadura, la política se repartió en tres familias supervisadas por Franco: civil, militar y eclesiástica, que aportaron ideología al régimen, lo que se llama pluralismo limitado. Dependiendo del momento, tendría más peso una familia u otra, pero todas estaban en la alta jerarquía social, por encima del pueblo, que se despolitizó, y las instituciones.
Bases del Régimen
Las bases del régimen son las siguientes:
- Un Estado totalitario de carácter dictatorial con Franco a la cabeza con un poder casi absoluto.
- Solo había un partido (FET de la JONS) presidido por Franco.
- Existían Sindicatos Verticales como en la dictadura de Primo de Rivera, controlados por el Estado y de afiliación obligatoria.
- El Estado se organizaba en torno a Leyes Fundamentales que sustituían a la Constitución.
- Las Cortes eran consultivas y los diputados pertenecían a los tres pilares del régimen y eran elegidos por Franco.
- La Administración territorial estaba en manos de gobernadores militares por provincia.
- Se reabrieron las Capitanías Generales.
- Se creó el Frente de Juventudes y la Sección Femenina de la FET de la JONS, ambas con el fin de afiliar el pueblo al régimen.
- La enseñanza se entregó a la Iglesia, y servía para instruir a la población en los principios del régimen.
Las Familias Políticas
Las familias políticas eran los tres pilares del régimen:
- El ejército: tenía gran importancia, controlaba la represión y aportaba símbolos al régimen.
- La Iglesia: adoctrinó al pueblo y dio legitimidad al régimen internacionalmente, a cambio del control de la enseñanza y retribuciones económicas. Según R. Carr, este pilar apoyó al régimen porque le ofrecía la representación que no tenía en la II República.
- La Falange: de ideología muy tradicionalista, era el único cauce legal para participar en la política. Estaba liderada por Serrano Suñer, e integraba a toda la sociedad. De esta forma, Franco tuvo el apoyo de gran parte de los españoles.
Legislación del Régimen
La legislación del régimen no era democrática, pero daba la apariencia de un Estado de derecho institucionalizado. Se basaba en las Siete Leyes Fundamentales:
- Fuero del Trabajo (1938): se creó en la guerra y permitía sindicatos verticales y prohibía huelgas y manifestaciones.
- Ley Constitutiva de las Cortes (1942): presididas por Franco y formadas por procuradores elegidos por él.
- Fuero de los Españoles (1945): establecía derechos y deberes sin garantías.
- Ley de Referéndum Nacional (1945): establecía el plebiscito para las leyes de extraordinaria importancia. Estas leyes se crean tras la derrota del Eje, para dar apariencia democrática al régimen, que estaba aislado.
- Ley de Sucesión (1947): constituía a España como Reino, con Franco a la cabeza de forma vitalicia, a pesar de la oposición de D. Juan de Borbón desde el exilio (Manifiesto de Lausana). Su hijo, D. Juan Carlos, fue nombrado Príncipe y sucesor de Franco.
- Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): establecía al Movimiento Nacional como sucesor de la Falange. Era la única vía para acceder a la política, de ideología fascista y un fuerte nacionalcatolicismo. Persiguió a la oposición.
- Ley Orgánica del Estado (1966): separó las funciones de Jefe de Estado y Jefe de Gobierno.
Etapas del Franquismo
La dictadura se divide en tres etapas: etapa falangista (1939-1942), etapa de nacionalcatolicismo (1943-1957) y etapa tecnocrática (1957-1975). La primera fase, que para Tusell es el intento de reconstrucción de un pasado ideal, se divide en dos subetapas.
Primera Subetapa de la Fase Falangista
En la primera subetapa, Franco se pone a la cabeza del régimen con las características ya comentadas, y crea las instituciones del Estado (Consejo de Ministros, Cortes,…). Es en esta fase cuando se implanta la base ideológica ya mencionada y las primeras Leyes Fundamentales. Se depura ideológicamente a la oposición. El que no aceptaba el régimen era ejecutado, encarcelado o enviado a campos de concentración. Se produce un enorme aumento de la emigración por el miedo. Se crea el CSIC para promover la investigación científica dentro de los límites establecidos. Se reeduca a la población de forma católica y clasista. Se fomentó la vuelta a la vida rural para poder controlar mejor la sociedad. Se lleva a cabo la censura en todos los medios para el adoctrinamiento de la población. Se reparte mucha propaganda del régimen, ensalzando sus virtudes. La oposición en España permaneció en los guerrilleros (maquis) coordinados por el Partido Comunista. Se implanta el nacionalsindicalismo, con el que el Estado controla las empresas.
En octubre de 1940 se produce la entrevista de Hendaya entre Hitler y Franco, para que España entrase en la II Guerra Mundial, pero no llegaron a un acuerdo y España firma la neutralidad. Pese a todo, Franco apoyó a Alemania y envió la División Azul al frente ruso. Franco intenta simpatizar con los Aliados cuando se les ve vencedores de la guerra, y firma de nuevo la neutralidad, regresando la División Azul. La ONU condena en 1946 al régimen español, y España queda aislada internacionalmente por su ayuda al fascismo. Según Miguel Artola, el aislamiento fue clave para afianzar el régimen. Solo fue apoyado por Argentina, Portugal y el Vaticano (Concordato 1953). D. Juan de Borbón, heredero de la dinastía exiliado, firma el Manifiesto de Lausana con la intención de restaurar la monarquía en España. A esto Franco respondió con un bloqueo económico que hacía que el país se tuviera que mantener con sus escasos recursos.
Segunda Subetapa de la Fase Falangista e Inicio del Nacionalcatolicismo
A partir de 1945 comienza la segunda subetapa. Se intenta limpiar la imagen del régimen. El partido perdió peso, pero siguió con un fuerte nacionalcatolicismo. Con el partido ACNP, la Iglesia conseguía la hegemonía. Pero aunque en teoría el régimen no era tan radical, en la práctica mantenía firme su ideología, manteniendo la democracia orgánica no liberal. Con la política autárquica impuesta por Franco, se implantan las cartillas de racionamiento. Por ello, surgió el estraperlo o mercado negro. Por otro lado, el campo español estaba destrozado, y se intentó compensar con una nueva política industrial, creando el Instituto Nacional de Industria (INI). La industria privada avanzaba con dificultades, muestra de ello es la recesión del sector textil catalán. Por ello, las fuerzas sociales se vieron desmovilizadas. La banca se benefició al eliminar la competencia extranjera. El intervencionismo estatal lo controló todo. Esta es una etapa dura, de hambre y miseria.
A partir de 1948, con la Guerra Fría, Estados Unidos busca como aliada a España por ser el “adalid del anticomunismo”. En 1953, comienzan los acuerdos bilaterales con EEUU, y se firma el Concordato con la Santa Sede, que regulaba la relación Estado-Iglesia. En febrero de 1956 ya se adelantaban los cambios con revueltas callejeras. España recibió importantes ayudas económicas y técnicas del Plan Marshall estadounidense, a cambio de bases aéreas y navales. España entra en la ONU en 1955 y en el Fondo Monetario en 1958.
Fase Tecnocrática
Comienza entonces la llamada “fase tecnocrática”. En esta etapa el régimen intenta actualizarse. La Ley de convenios colectivos (1958) con la que el Gobierno dejó de controlar directamente las empresas. La Ley de prensa (1966) permitía una ligera libertad de expresión, la Ley de Libertad Religiosa (1967) toleraba el culto privado y público de otras religiones, la Ley de Representación familiar (1967) con la que los cabezas de familia que cumplieran ciertos requisitos podían entrar como procuradores en el “tercio familiar”, la Ley General de Educación (1970) estableció la educación obligatoria hasta los 14 (EGB) y también mejoró la secundaria (BUP, COU) y la FP hasta los 18, además de remodelar la estructura universitaria. Pese a todas las reformas, los tecnócratas eran partidarios del inmovilismo, como se ve en la Ley de principios del Movimiento Nacional (1958) y la Ley Orgánica del Estado (1967) donde reafirmaban las bases teóricas del estado. Palafox opina que esta etapa desarrollista de los 60 hizo crecer la oposición y provocó el comienzo de la separación de la Iglesia, pero el régimen siguió políticamente inmóvil.
La autarquía empieza a desmoronarse porque España no se podía mantener sin ayuda de capital exterior. Con el Plan de Estabilización, España se abrió al mercado internacional. Se realizaron Planes de Desarrollo Económico y Social para ayudar a la industria y los polos de desarrollo redujeron los desequilibrios regionales. Este desarrollo económico es el “milagro español” según los historiadores. Se produjo un “boom” demográfico y se desarrollaron las clases medias y nuevas pautas culturales para el régimen.
Desarrollo de la Oposición y Agonía del Franquismo
Según Tuñón de Lara, el aperturismo de esta etapa es clave para que la oposición al régimen se desarrolle. En 1959 surge ETA, que mediante el terrorismo, busca la independencia vasca. Toda la oposición firma el Contubernio de Múnich en 1962, para implantar democracia parlamentaria. Como respuesta, Franco creó el Tribunal de Orden Público para delitos políticos. El Partido Comunista organizaba movilizaciones estudiantiles y obreras contra el régimen. Además, los intelectuales y parte del clero también entraron en la oposición. La Iglesia se separa del Estado e inició un movimiento de renovación con el Concilio Vaticano II, con los Papas Juan XXIII y Pablo VI. Crearon los Cuadernos de Diálogos para divulgar derechos humanos.
De 1969 en adelante, comienza la agonía del franquismo. Es entonces cuando Franco, debido a su deterioro físico, da el cargo de jefe de gobierno a Carrero Blanco, para garantizar la continuidad del régimen. Con la muerte de Carrero Blanco en un atentado de ETA, el gobierno pasa a Arias Navarro en 1973, que lleva a cabo una apertura del régimen. Hay una fuerte tensión social, aumentan las huelgas estudiantiles. La oposición se reúne en el Congreso de Suresnes (Francia), y se reorganizaron grupos políticos como PNV, CDC Junta Democrática, Plataforma de Convergencia,… A esto se suma la tensión en el gobierno entre los aperturistas y el “bunker” inmovilista.
En esta etapa surge el conflicto del Sáhara español. Marruecos inicia la Marcha Verde por el Sáhara para apropiarse del territorio, con el consentimiento español, lo que provocó problemas con la ONU. España firma en 1970 un acuerdo con la Comunidad Económica Europea para facilitar el comercio. La década de los 70 está marcada en el ámbito económico por la crisis del petróleo de 1974, que afectó a todo occidente.
Transición a la Democracia
El régimen franquista duraría lo que viviera su líder. Finalmente, tras mantenerlo con vida artificialmente durante un tiempo, el 20 de noviembre de 1975, Franco moría en su cama como Jefe de Estado. Se produce entonces el nacimiento de la democracia española, impulsada por la oposición que se había fortalecido con las democracias europeas. La llegada de la democracia a España es pacífica, y supondrá la creación de la Constitución de 1978. D. Juan Carlos de Borbón es nombrado rey de España, y decide apoyar la democracia, que se fortaleció, quitándole el éxito al intento de golpe de Estado del 23-F de 1981. En 1977 surgen movilizaciones a favor de la democracia, y Adolfo Suárez crea la Ley para la Reforma Política de 1976, iniciando así la etapa de transición a la democracia.
Conclusión
Como conclusión, vemos que el régimen franquista, aun siendo una dictadura, se mantuvo casi cuarenta años. Esto se debe a la estabilidad política, el progreso económico, el orden social y una gran dosis de represión social e ideológica que eliminaba la oposición. Este sistema resistió a la caída de los fascismos europeos y al nacimiento de las democracias, pero aparenta llevar a cabo un sistema de derecho del que R. Carr habla como “constitucionalismo cosmético”. Así el régimen siguió anclado en su ideología y no evolucionó con el resto de Europa. De esta forma, el Estado español tras la muerte de Franco se convirtió en un sistema anacrónico y en crisis, con un futuro político incierto, como expresa Tamames. La larga duración se debe a la adaptación del régimen a las circunstancias exteriores, por ello los historiadores no saben calificar qué tipo de régimen es, porque aúna características de todos los regímenes dictatoriales anteriores. El asunto de la memoria histórica y la herencia política dejada en la práctica por el franquismo en la sociedad española son también materia de estudio que todavía hoy siguen latentes.