La Narrativa (II): El Mester de Clerecía
Características Generales
Llamamos mester de clerecía al conjunto de obras creadas por hombres cultos (fueran clérigos o no), conocedores de los saberes latino-eclesiásticos. En el siglo XIII surge esta corriente que quiere diferenciarse del mester de juglaría, aunque se dirige al mismo público: una población mayoritariamente analfabeta. Aunque también aparecen otros temas como los novelescos (Libro de Apolonio) o históricos (de la antigüedad clásica como el Libro de Alexandre o reciente como el Poema de Fernán González), el tema religioso es una de sus diferencias más notables.
Otros rasgos que diferencian un mester de otro son:
- Utilizan una métrica regular, la cuaderna vía, esto es, una estrofa de cuatro versos monorrimos en consonante. (AAAA 14, BBBB 14, CCCC 14…).
- Sus obras están concebidas para ser leídas individualmente o para un público, pero no cantadas.
- Son autores individuales e incluso algunos dan a conocer su nombre.
- Presentan intención moralizadora y didáctica (no lúdica). El poeta de clerecía pretende acercar al pueblo los temas cultos y religiosos que encuentra en sus manuscritos.
Gonzalo de Berceo. Siglo XIII
Nace en Berceo (La Rioja) y estuvo vinculado a los monasterios de San Millán de la Cogolla y Santo Domingo de Silos. Su obra manifiesta una clara vocación didáctica: presentar a estos santos como modelos y promover la devoción a la Virgen. Es el primer poeta castellano cuyo nombre conocemos.
Su obra más importante es Milagros de Nuestra Señora, veinticinco relatos en verso en los que la Virgen aparece como una realidad cercana que salva a los pecadores (frailes, abadesas, obispos, ladrones y gente común) que le tienen devoción. Berceo no inventa nada (salvo un cuento del que no se ha encontrado su origen), sino que pone a disposición del público historias sobre la Virgen que circulaban por toda Europa. ¿Cuál es entonces su mérito? Este reside en traducirlas a una lengua romance (considerada vulgar), actualizarlas y situarlas en un contexto accesible al público. Además, las dota de un estilo personal, didáctico e incluso, a veces, humorístico.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, y su Libro de buen amor. Siglo XIV
Sus datos biográficos son pocos y confusos. No sabemos siquiera si ese fue su verdadero nombre.
La intención de su obra, Libro de buen amor, es ambigua. Por un lado, nos invita a rechazar el loco amor y a decantarnos por el buen amor (ya sea el de Dios, ya sea el del matrimonio), y a la vez nos presenta los placeres de la vida de tal forma que ese loco amor parece deseable.
El tema que desarrolla es una falsa autobiografía de sus aventuras amorosas con distintas mujeres: casadas, solteras, viudas, monjas, cristianas, moras… Pero en este hilo narrativo va intercalando otros elementos: sátiras contra el poder del dinero y los clérigos ambiciosos y viciosos; poesías profanas (los cantos a las serranas) y religiosas (a la Virgen); un relato alegórico (la batalla entre don Carnal y doña Cuaresma que representa la lucha en nuestra vida entre los placeres y el control de estos); cuentos moralizantes y una versión de una comedia latina, Pamphilus, donde aparece por primera vez la figura de una mediadora o tercera: Trotaconventos (antecedente de la Celestina). Es por tanto una obra miscelánea.
El libro presenta una nueva época (incipiente sociedad burguesa-materialista) con nuevas costumbres, una sociedad más urbana, más hedonista y dispuesta a la crítica.
Los Primeros Textos en Castellano
Los Cartularios de Valpuesta y las Glosas
Los Cartularios de Valpuesta del siglo IX muestran la expresión escrita más antigua del castellano, aunque se considera una “fase arcaica del romance propiamente castellano”. Estos cartularios son códices (libros en pergamino) que recopilan documentos manuscritos que registran donaciones de bienes materiales (ganado, tierras…) de particulares al monasterio de Santa María de Valpuesta (Burgos) a cambio de misas en su memoria o un entierro en su suelo. Escritos en latín vulgar, intercalan términos en romance castellano arcaico (protorromance) y una sintaxis diferente a la del latín clásico.
Hasta 2010 se creía que las palabras más antiguas escritas en un castellano primitivo se encontraban en los márgenes de unos códices de los siglos X y XI descubiertos en los monasterios de San Millán de la Cogolla y Santo Domingo de Silos llamados respectivamente las glosas emilianenses y las glosas silenses. Algunos monjes escribieron, encima o en los márgenes de los códices, palabras en ese protocastellano para traducir el latín que ya no entendían. Además, en una página encontramos una oración completa.
La Prosa Alfonsí (Siglo XIII)
El objetivo de Alfonso X, el Sabio, fue impulsar la antigua Escuela de Traductores de Toledo y reunir en su corte a expertos en diferentes materias y religiones con el fin de traducir, compilar, conservar y escribir toda la cultura política, científica, social y literaria conocida hasta su época. De esta manera elevó a la lengua castellana al rango de lengua de cultura ya que 1) estableció normas ortográficas; 2) modernizó la sintaxis con nuevas conjunciones y 3) amplió el vocabulario con a) palabras derivadas de las castellanas ya existentes y b) con neologismos procedentes del latín.
Fue una obra colectiva (no personal); su papel fue la de un impulsor, un director de grupos de sabios que llegaron a redactar obras jurídicas, Las siete partidas; científicas, Libro del saber de astronomía; de historia, Crónica General y General Estoria; y de juegos, Libro del axedrez.
Don Juan Manuel (Siglo XIV)
Es el primer autor de la literatura española con conciencia de serlo. Nieto de Alfonso X, quiso escribir una obra, El conde Lucanor, que recopilara cuentos de tradición clásica y oriental que sirvieran para la educación de los jóvenes nobles. Por eso es una obra didáctica donde se recogen problemas de índole moral, estratégico, económico o personal a los que se les da una solución práctica.
La obra está formada por cincuenta cuentos que mantienen la siguiente estructura:
- El conde plantea un problema a su consejero o ayo Patronio.
- Patronio responde a través de un cuento en el que ocurre un caso semejante.
- Patronio aconseja al conde que actúe de la misma manera. El conde aplica la enseñanza a su problema que se resuelve con éxito.
- El autor, don Juan Manuel, resume la moraleja en un pareado. El estilo del autor se resume en brevedad, claridad y sencillez.
El Teatro Medieval
El teatro medieval surgió en las iglesias, en representaciones vinculadas a las escenas fundamentales del Evangelio: nacimiento, muerte y resurrección de Jesús. Poco a poco fueron desligándose de la liturgia y salieron de la iglesia, primero al atrio y luego a la plaza. De todas las obritas que existieron, solo hemos conservado una del siglo XII, denominada Auto de los Reyes Magos. Son 147 versos y es una obra basada más en monólogos que en diálogos. No tenemos el final de la obra pues no aparece la adoración de los magos, y se corta bruscamente tras la audiencia de Herodes a estos que querían saber dónde había nacido el rey de los judíos.