Charles Baudelaire: Vida y Obra
Primeros Años y Juventud
Charles Baudelaire nació en París el 9 de abril de 1821. A los seis años, su padre, un ex sacerdote convertido en funcionario, falleció a los sesenta años. Su madre se volvió a casar poco después con Aupick, un oficial que llegaría a ser general comandante de la plaza fuerte de París. El joven Baudelaire sintió aversión por su padrastro, y en los internados donde estuvo pensionado, debido a las extravagancias de este, se aburría, soñando con ser “ora papa, ora comediante”.
Después de obtener su bachillerato, rechazó la carrera diplomática que su padrastro le proponía. Su único deseo era ser escritor. Para gran disgusto de su familia burguesa, a la que horrorizaba con sus travesuras, frecuentó la juventud literaria del Barrio Latino. Un consejo de familia, bajo la presión del general Aupick, lo envió a las Indias en 1841, a bordo de un navío mercante. Sin embargo, Charles Baudelaire no estaba interesado en las aventuras en los confines del mundo. Solo anhelaba la gloria literaria. Durante una escala en la Isla de la Reunión, se negó a presentarse ante el capitán y regresó a París para tomar posesión de la herencia paterna, ya que había alcanzado la mayoría de edad.
Vida Amorosa y Madurez
Se unió a Jeanne Duval, una actriz mulata de la que, a pesar de frecuentes desavenencias y numerosas aventuras, seguiría siendo toda su vida el amante y el sostén. Amigo de Théophile Gautier y Gérard de Nerval, participó en el movimiento romántico, jugó a ser dandy y contrajo deudas. Sus excentricidades fueron tales que su madre y el general Aupick obtuvieron en 1844 del Tribunal que fuera sometido a un consejo judicial. Baudelaire, herido, nunca se recuperó de esta humillación.
Después de la revolución de 1848, en la que participó más por exaltación que por convicción (durante las revueltas, sugirió a sus compañeros de armas fusilar a su padrastro), prosiguió sus actividades de periodista y crítico. En 1857, la publicación de *Las Flores del Mal*, juzgada obscena, causó un gran escándalo. Baudelaire tuvo que pagar una fuerte multa.
Deterioro de su Salud
Su salud comenzó a deteriorarse. Se ahogaba, sufría crisis gástricas y una sífilis contraída diez años antes reapareció. Para combatir el dolor, fumaba opio y tomaba éter.
Las Flores del Mal: Una Obra Revolucionaria
Las Flores del Mal (título original en francés: *Les Fleurs du mal*) es una colección de poemas de Charles Baudelaire. Considerada la obra máxima de su autor, abarca casi la totalidad de su producción poética desde 1840 hasta la fecha de su primera publicación.
Ediciones y Censura
- La primera edición constó de 1300 ejemplares y se llevó a cabo el 23 de junio de 1857.
- La segunda edición de 1861 eliminó los poemas censurados, pero añadió 30 nuevos.
- La edición definitiva fue póstuma, en 1868 y, si bien no incluyó los poemas prohibidos, añadió algunos más. En esta versión consta de 151 poemas.
La censura que recayó sobre algunos de sus poemas no fue levantada en Francia hasta 1949.
Influencia y Legado
Las Flores del Mal es considerada una de las obras más importantes de la poesía moderna, imprimiendo una estética nueva, donde la belleza y lo sublime surgen, a través del lenguaje poético, de la realidad más trivial. Esta obra ejerció una influencia considerable en poetas como Paul Verlaine, Stéphane Mallarmé y Arthur Rimbaud.
Título Original y Controversia
El libro debió llamarse en principio Los Limbos o Las Lesbianas, pues la intención primitiva era la de escribir un libro sobre los pecados capitales; aunque Baudelaire renunció a ello siguiendo los consejos de un amigo. Dicho libro fue catalogado de inmoral, ya que exaltaba el goce de la vida y de las pasiones.
La condena por la publicación de *Las Flores del Mal* es un caso controversial. Muchos de los poemas aparecidos en este libro ya los había publicado Baudelaire en diversos periódicos sin penalización alguna. La contradicción reside en la política ambigua contra ciertos escritores durante el gobierno de Napoleón III. En un principio, la multa fue de 300 francos.
Análisis Estilístico de Las Flores del Mal
Los Versos
Baudelaire se aleja mucho de los versos matemáticamente medidos de los parnasianos. En vez de tallar la poesía con exactitud geométrica, la suya se desliza, ondea, vibra según el espíritu que la inspira. El metro no es nada *per se*, sino un reflejo del sujeto, del ánimo que lo templa.
La Métrica
Predominan los octosílabos y los endecasílabos agrupados flexible y elásticamente en cuartetos y sonetos libres. Rimas constantes, plenas, sonoras. Búsqueda deliberada de la musicalidad que a veces parece susurrar misteriosa, sobriamente, y otras se eleva estridente con timbre metálico; propósito indudable de que cada verso sea en sí mismo, música ondulante, tornasolada, cargada de afinidades y de presagios.
El Lenguaje
Las Flores del Mal están escritas en un francés no muy distinto al que empleaban los mejores románticos coetáneos. El léxico arraiga en los clásicos de los siglos XVII y XVIII: culto, depurado, suntuoso, propenso a lo barroco, perfumado de reminiscencias y versos latinos, y a la vez contrastado por voces populares y coloquialismos. Es una lengua noble, rica, altiva en la que pronto estalla (y esto es lo *baudeleriano*), como una rara blasfemia, la injuria rufianesca.