La Generación del 27
Destacan por la brillantez de su obra: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso.
Características generales
- Se proponen renovar la poesía.
- Empleo de la metáfora y de las imágenes sorprendentes como recurso expresivo fundamental y base del lenguaje poético.
- Utilización de una métrica variada.
- Preocupación por los aspectos formales de la poesía.
Autores Destacados de la Generación del 27
Federico García Lorca (1898-1936)
Una crisis personal y la influencia del surrealismo supusieron el cambio a una poesía de lenguaje desgarrador para expresar su rechazo a la deshumanización del mundo (Poeta en Nueva York, 1930). En sus últimas obras hay una vuelta al intimismo y a los temas amorosos, con una mezcla de poesía culta y popular (Sonetos del amor oscuro, 1936).
Rafael Alberti (1902-1999)
Sus primeros libros presentan una gran influencia de la poesía neopopular y de los juegos barrocos de Góngora (Marinero en tierra, 1925). Una fuerte crisis desemboca en una poesía surrealista que muestra el vacío de su existencia (Sobre los ángeles, 1929). En los años treinta, adquiere un fuerte compromiso social y político que se refleja en libros combativos (El poeta en la calle, 1937). En el exilio cultiva todas las líneas anteriores. En muchos libros predomina la nostalgia de España (Retornos de lo vivo lejano, 1952).
Luis Cernuda (1902-1963)
El tema central de su poesía es el conflicto entre los deseos y la realidad que se opone a ellos. Sus primeros libros muestran un acercamiento a la poesía pura (Perfil del aire, 1927). Las influencias del surrealismo y del romanticismo dan lugar a libros con imágenes desoladoras. El lenguaje se hace más claro y predomina el poema en verso libre (Donde habite el olvido, 1934). En el exilio adopta un lenguaje coloquial con el que manifiesta su alejamiento físico y moral de España (Desolación de la quimera, 1962).
Vicente Aleixandre (1898-1984)
El tema central de su poesía es el deseo de fusión del hombre con la naturaleza. La influencia del surrealismo se advierte en las metáforas irracionales, en el uso del verso libre de gran longitud y en la escritura de largos poemas (Espadas como labios, 1927). Tras la guerra, aparece la solidaridad con el ser humano y la compasión. El estilo se hace más claro (Historia del corazón, 1954). En los libros finales, abundan las reflexiones sobre el sentido de la vida y el destino de los hombres (Diálogos del conocimiento, 1974).
La Poesía Española Tras la Guerra Civil
Los años 40
Al final de la Guerra Civil, el panorama para la cultura era desolador, y el año 1939 supuso un “año cero” de la poesía española. Se dio una división entre la “España peregrina”, desperdigada por el mundo, y los que se quedaron, que formaron la poesía arraigada y la desarraigada.
Poesía arraigada
La poesía arraigada o “de los vencedores” estaba formada por las revistas Escorial y Garcilaso, que reúnen a poetas como Leopoldo Panero y Luis Rosales, que defienden una poesía clásica, con temas como la nostalgia por los tiempos del imperio español o vivencias amorosas o religiosas.
Poesía desarraigada
La poesía desarraigada estaba formada por la revista Espadaña, dirigida por Victoriano Crémer y Eugenio de Nora, influida por el existencialismo filosófico, con una poesía más directa y menos retórica, comprometida con el ser humano.
La poesía de Miguel Hernández
Trataba temas de la vida, el amor o la muerte, en forma de sonetos. Durante la guerra escribió (Viento del pueblo) con un estilo más popular, sobre temas patrióticos y bélicos. Su libro póstumo trata sobre la cárcel y el destino de su mujer e hijo.
Algunas revistas marginales
- Cántico, con Pablo García Baena, se inspiraba en una poesía exquisita y cuidada.
- El Postismo, con Carlos Edmundo de Ory, intentó enlazar con las vanguardias.
En 1944 se publicaron dos libros de gran importancia: Sombra del paraíso, de Aleixandre, e Hijos de la ira, de Dámaso Alonso.
Poesía social de los años 50
Va dirigida a una amplia mayoría, los temas son la lucha de las clases sociales y sus dificultades, lenguaje directo y coloquial. Los principales poetas de esta corriente fueron Blas de Otero, José Hierro y Gabriel Celaya. Pido la paz y la palabra (1955), Que trata de España (1964), de Blas de Otero; Cuanto sé de mí (1957), de José Hierro; y Cantos iberos (1955), de Celaya.
La promoción de los años 60
Influencia de Antonio Machado y poetas sociales. De los numerosos títulos publicados por estos autores se pueden destacar los siguientes: Tratado de urbanismo (1967), de Ángel González; Poemas póstumos (1968), de Jaime Gil de Biedma; Diecinueve figuras de mi historia civil (1961), de Carlos Barral; Don de la ebriedad (1953), de Claudio Rodríguez; Salmos al viento (1958), de José Agustín Goytisolo; La memoria y los signos (1966), de José Ángel Valente; y Blanco Spirituals (1967), de Félix Grande.
La Poesía Desde los Años 60 Hasta la Actualidad
Los novísimos: primera promoción del 70
Pone en práctica el exhibicionismo cultural y la experimentación lingüística. Nueve novísimos poetas españoles. Algunos poetas incluidos fueron Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, José María Álvarez, Pedro Gimferrer, Guillermo Carnero, Ana María Moix y Leopoldo María Panero.
Tendencias relevantes en la poesía de las últimas décadas
- Poesía surrealista: Preferencia por el verso de inspiración irracional. Blanca Andréu, Amalia Iglesias.
- Poesía épica: Refleja una naturaleza hostil o vincula las experiencias personales con la épica. Julio Llamazares, Julio Martínez Mesanza.
- Poesía intimista: Cercana al minimalismo. Álvaro Salvador, Antonio Jiménez Millán, Juan Lamillar.
- Poesía de la experiencia: Es una poesía urbana, con una visión crítica del mundo actual. Luis García Montero, Felipe Benítez Reyes, Juan Juaristi.