Análisis de la Columnata de Bernini en la Plaza de San Pedro

Columnata de la Plaza de San Pedro del Vaticano

Análisis Artístico e Histórico

a) Contexto Histórico y Artístico

– Se trata de unos edificios y unas columnatas cubiertas, por tanto son obras arquitectónicas. Pero es tanto o más importante la plaza, el espacio urbano que definen estas construcciones.

– La plaza tiene una anchura máxima de 240 m. El material es el travertino, el mismo que la fachada.

– Fue diseñada por Gian Lorenzo Bernini y construida entre 1656 y 1667.

– Bernini (1598-1680) recibió en 1629 el cargo de “arquitecto de S. Pedro”, y desde entonces hasta su muerte fue el dominador absoluto del panorama artístico romano, lo que provocaba una repercusión en Europa muy importante.

A su talento como escultor y arquitecto sumó una gran aptitud para moverse en la corte papal. Gozó del favor de casi todos los papas que hubo en su larga vida. A excepción de un viaje a París, llamado por el joven rey Luis XIV, desarrolló toda su obra en Roma.

Su éxito se fundamentó en que a partir de la década de 1620 desarrolló un estilo nuevo, basado en las formas renacentistas, pero más acorde a las necesidades de la Iglesia y la Contrarreforma. Junto a Borromini y Pietro da Cortona se le considera el creador del Alto Barroco.

Trabajó intensamente en la ampliación y decoración de S. Pedro. En su interior hay alrededor de una decena de obras escultóricas suyas (el Baldaquino, varias tumbas de papas, la extraordinaria Cátedra de S. Pedro, etc.). Planeó unos campanarios laterales en la fachada, pero, como le ocurrió a Maderno, no pudieron construirse.

Tanta estima alcanzó de los papas que se afirma que Urbano VIII le dijo: “es tu gran suerte, Cavaliere, ver como papa a Mateo Barberini, pero tenemos aún más suerte que el Cavaliere Bernini viva durante nuestro pontificado”.

La columnata es una obra de su etapa de mayor madurez como artista en general y arquitecto en concreto. Había acabado hacía pocos años (1652) el conjunto escultórico de El éxtasis de Sta. Teresa y paralelamente diseñaba la iglesia de S. Andrea al Quirinal, otras dos obras maestras absolutas del barroco

– La obra fue encargada por Alejandro VII (Fabio Chigi; 1655-1667). Este papa fue el último de la serie de papas que desde Sixto V y Paulo V, alrededor de 1600, impulsaron la actividad artística de Roma, como mecanismo de propaganda contrarreformista. Recordemos que intentaron llenar la ciudad de iglesias, palacios, esculturas y pinturas “para mayor gloria de Dios y de la Iglesia”.

A partir del pontificado de Alejandro VII decae la actividad artística en la Roma del s. XVII. Por un lado, la crisis económica se deja sentir, y por otro, la Contrarreforma pierde intensidad, pues las fronteras entre catolicismo y protestantismo se estancan definitivamente y las guerras de religión desaparecen.

– Como ya hemos visto, no es una obra aislada. Es el colofón a las obras de S. Pedro iniciadas en 1506 por Bramante, bajo las órdenes de Julio II.

b) Análisis Formal

Estilo. Es una obra de urbanismo barroco, por la forma de la planta, por la proyección de la basílica de S. Pedro que supone. En definitiva, el hecho mismo de la creación de una plaza para que una iglesia se extienda es ya un rasgo barroco. La forma del alzado de la columnata es, sin embargo, muy clasicista. Las columnatas solían rematarse con arcos, desde Brunelleschi (v. S. Lorenzo). Bernini opta por el entablamento recto sobre los capiteles, como en los periodos más clasicistas del Renacimiento (v. Templete de S. Pietro). De cualquier forma, no hemos de olvidar que en la época barroca la materia prima de los artistas eran las formas renacentistas, y que, con frecuencia, los artistas se aproximaban a las formas más clasicistas de esta tradición.

Planta. La plaza se divide en dos partes:

  • La plaza recta
  • La plaza elíptica

Alzado. La plaza recta está definida por dos edificios. La plaza elíptica por la columnata exenta. Cuatro filas de columnas sustituyen a lo que hubiera sido más normal, unas paredes, como en la plaza recta. De todas formas, las columnas crean un espacio casi opaco. La columnata consiste en 284 columnas y 88 pilares de orden dórico. Entablamento recto, sin arcos intermedios.

Elementos decorativos.

  • Las fuentes
  • Las estatuas
  • Los elementos propios del orden
  • Los frontones con inscripciones y escudos

c) Significado e Interpretación

– Para conocer el significado de la obra tenemos las palabras del autor. El propio Bernini definió su columnata como los brazos de la Iglesia “que abrazan a los católicos para reforzar su creencia, a los herejes para reunirlos con la Iglesia, y a los ateos para iluminarles con la verdadera fe”.

La plaza simboliza la lucha y el triunfo de la Iglesia en el proceso espiritual y político de la Contrarreforma.

Para entender el efecto que generaba la plaza, hemos de pensar que antes de ella existía un barrio de calles estrechas e irregulares. Por tanto, para llegar a S. Pedro, no existía la gran avenida que hoy conecta la basílica con el río Tíber. La función de la plaza era múltiple.

En primer lugar, la función que se desprende del significado, una función propagandística. Es una de las últimas obras contrarreformitas. Sería el mejor ejemplo de un edificio eclesiástico que materializa el talante combatiente de la Iglesia, con el papado a la cabeza. La Iglesia que lucha, sale de sus recintos a recuperar herejes y a aumentar la cantidad de los católicos. Este paso adelante se plasma en los espacios urbanos creados como proyección de las iglesias y palacios eclesiásticos. Calles y plazas fueron diseñadas en función de los edificios, para que su influencia llegara más allá de la pared de la fachada.

En segundo lugar, la de crear un espacio para los actos litúrgicos de masas, como la bendición urbi et orbe, ciertas procesiones y las acogidas masivas de peregrinos.

En tercer lugar, la de crear un espacio para poder admirar la cúpula, una obra de la cúpula de Miguel Ángel. La cúpula fue diseñada para un edificio centralizado, y con la prolongación de Maderno casi no se podía ver desde la parte frontal. La creación de un espacio en esta parte anterior del edificio permitía ampliar la parte de la cúpula visible. Hemos de tener en cuenta que la cúpula era la más grande que existía, que era de un artista mitificado, y que, por tanto, era un recurso propagandístico de primer orden desaprovechado.