Análisis de Obras Maestras del Arte Románico y Gótico

Análisis de Obras Maestras del Arte Románico y Gótico

La Incredibilidad de Santo Tomás (Monasterio de Silos)

La Incredibilidad de Santo Tomás, ubicada en uno de los machones del claustro del Monasterio de Silos, es una obra maestra del estilo románico. Esculpida en piedra, mide 1,8 por 1 metros.

El tema, proveniente de los Evangelios, representa el momento en que Cristo Resucitado se aparece a los apóstoles. Tomás, ausente en la primera aparición, se niega a creer en la resurrección hasta tocar las heridas de Jesús. Cristo se aparece nuevamente, invitando a Tomás a meter sus manos en sus llagas.

La escena se sitúa dentro de un arco sostenido por falsas columnas de estilo corintio. En la parte superior, ángeles tocan instrumentos musicales sobre un fondo que representa una ciudad.

Trece personajes con nimbos se adaptan al marco arquitectónico: Cristo resucitado, once apóstoles (falta Judas, pero se añade San Pablo, calvo, junto a Pedro, quien lleva las llaves).

Los apóstoles aparecen en hileras ordenadas, la mayoría en ejes verticales, pero con una ligera inclinación diagonal de la cabeza hacia la izquierda, mirando a Cristo. Sus pies cruzados dan sensación de movimiento. Existe cierta asimetría, ya que la acción principal (Tomás metiendo el dedo en la herida de Jesús) se encuentra a la izquierda. Sin embargo, la importancia del resucitado se destaca por su gran tamaño, la mirada de los apóstoles dirigida hacia él y su brazo derecho levantado en diagonal, rompiendo la homogeneidad compositiva.

La figura de Tomás es la más dinámica por sus diagonales.

En general, los apóstoles tienen el mismo tamaño y se encuentran dentro de una zona geométrica delimitada por un arco de medio punto. Se adaptan al marco arquitectónico. Existe una tendencia al antinaturalismo, con reminiscencias bizantinas y mozárabes. Las figuras presentan horror vacui y carecen de expresividad facial.

Se trata de un relieve de poco bulto, originalmente policromado. Lo importante es la idea, con una representación realista que busca transmitir un mensaje claro.

Tímpano de Sainte-Foy de Conques

Ubicado en la iglesia abacial de Sainte-Foy de Conques, este tímpano románico está esculpido en piedra.

Se divide en tres bandas:

  • Banda superior: Dos ángeles sostienen la cruz y otros dos tocan las trompetas del Juicio Final.
  • Banda central: Cristo Juez, sentado y rodeado por una aureola. Su mano derecha señala al cielo y la izquierda al infierno. A sus pies, los muertos se levantan de sus tumbas. Dos ángeles lo acompañan, uno con un libro y otro con un incensario. A su derecha, los bienaventurados, encabezados por la Virgen María y San Pedro, incluyendo un abad y un rey. Se observa la mano de Santa Fe intercediendo. Las figuras disminuyen de tamaño al acercarse al borde del tímpano, adaptándose al marco. A su izquierda, en desorden y con posturas retorcidas, se encuentran los condenados (monjes y caballeros), alejados por ángeles con lanza y escudo. Sus expresiones son desagradables y sus formas muy expresivas.
  • Banda inferior: En el centro, el arcángel San Miguel y Lucifer pesan las almas. Lucifer intenta hacer trampa poniendo un dedo en la balanza. A la izquierda, el reino de los Cielos, donde Abraham recibe a las almas de los justos, acompañado, entre otros, por vírgenes sabias. Encima de él, los muertos resucitan y se observa la mano de Santa Fe. A la derecha, se representa el Infierno, donde Lucifer preside los horrores y torturas a las que son sometidos los condenados por sus vicios (codicia, avaricia, maledicencia). Un rey sin corona, un borracho, una adúltera… todo ello mediante formas feas, grotescas, desagradables y muy expresivas. El ambiente es desordenado, contrastando con el orden del Paraíso.

Los elementos formales son el horror vacui (todo está lleno), la simetría y la frontalidad. La simetría comienza en la cruz, continúa por la figura de Cristo y se extiende a todas las figuras, que están de frente. La jerarquía se establece a través del tamaño, con Cristo como juez en la posición más prominente. Las figuras se adaptan al marco arquitectónico. Los personajes relacionados con la divinidad muestran seriedad y falta de movimiento. Se observa antinaturalismo. Originalmente, el tímpano estaba policromado, como se aprecia en algunos relieves. Las figuras son muy expresivas, transmitiendo un mensaje claro, especialmente Lucifer y los condenados. Se enfatizan las consecuencias del mal, la salvación y la condenación, con horribles castigos por parte de las bestias infernales.

Retablo de la Cartuja de Miraflores

El retablo de la Cartuja de Miraflores, obra de Gil de Siloé, escultor de origen flamenco, sirve como panteón para los padres de Isabel la Católica (Juan II e Isabel) y su hermano, Don Alfonso.

Realizado en madera policromada y dorada, presenta esculturas con diversos grados de expresividad y movimiento, algunas con gran dramatismo y tensión.

Su estructura es novedosa, abandonando la tradicional disposición en calles y cuerpos rectangulares. Se organiza en dos grandes rectángulos, donde el círculo, símbolo de la Eucaristía, tiene gran protagonismo.

  • Rectángulo superior: Presidido por un gran círculo rodeado de ángeles, representa la Crucifixión con gran expresividad y dramatismo. Dios Padre, con corona de rey del mundo, y el Espíritu Santo, representado de forma atípica como un joven coronado, acompañan a Cristo. Sobre la cruz, un pelícano; a los pies, María y San Juan. Se observa la Trinidad y una Deesis. Dentro del círculo, separadas por el palo de la cruz, se representan escenas de la Pasión: Jesús rezando en el huerto, la flagelación, el Camino del Calvario y el llanto por la muerte de Jesús. En las esquinas del rectángulo, cuatro círculos representan a los evangelistas sentados con mesas y sus símbolos del Tetramorfo. Cerca de ellos, se encuentran los cuatro Padres de la Iglesia (San Gregorio, San Agustín, San Jerónimo) y San Pedro y San Pablo, apóstoles de los judíos, representando la expansión del mensaje cristiano.
  • Rectángulo inferior: Responde a la estructura de retablo convencional, dividido en dos partes separadas por figuras de adoración de la reina. En las calles, se representan escenas de la vida de Cristo: la Anunciación, la Última Cena y el Beso de Judas. En los extremos, se representan los padres de la reina.

El retablo cumple una función religiosa y propagandística, vinculando a la reina y su familia con los santos y protectores de la Iglesia.

Virgen Blanca de Toledo

La Virgen Blanca de Toledo, obra anónima de estilo gótico de la segunda mitad del siglo XIV, mide 153 centímetros de altura. Realizada en alabastro policromado, se encuentra en el interior de la catedral de Toledo. Recibe influencia francesa.

Su función es principalmente propagandística, aunque también estética.

Es una figura exenta de bulto redondo, aunque diseñada para ser vista de frente. María sujeta al Niño con su brazo izquierdo, generando un ligero contrapposto al apoyar el peso en una pierna. Esto crea una sensación de movimiento, rompiendo el hieratismo del románico. El Niño, en brazos de María, sujeta un objeto redondo con la mano izquierda y acaricia a su madre con la derecha, transmitiendo cariño hacia el público y humanizando la obra.

El autor busca proporción y naturalidad, utilizando una buena técnica de pliegues. El blanco del alabastro en los mantos simboliza la virginidad y pureza. El dorado se usa en la corona de la Virgen, el pelo de ambos y algunos detalles de los mantos, como símbolo celestial. También se aprecian detalles en color celeste. Destaca la piel, originalmente del color natural del alabastro, pero oscurecida con el paso del tiempo. Los rostros presentan una cara ovalada, sonrisa poco natural, ojos rasgados y nariz recta, características típicas de las esculturas góticas.

Las vírgenes góticas, como esta, difieren significativamente de las vírgenes románicas.

Puerta del Sarmental (Catedral de Burgos)

La Puerta del Sarmental de la Catedral de Burgos es una obra maestra del estilo gótico. Realizada en piedra, probablemente policromada, por tres maestros franceses, muestra un mayor humanismo en su ejecución.

La portada se divide en tímpano, dintel y arquivoltas:

  • Tímpano: El tema principal es Cristo en Majestad. Aunque aún hierática, con rigidez y jerarquía, la figura de Cristo presenta rasgos de serenidad y humanidad. Sostiene el libro de la Sabiduría en una mano y bendice con la otra. Está rodeado por el Tetramorfo: león (San Marcos), toro (San Lucas), águila (San Juan) y ángel (San Mateo). Arriba, a los lados, se representan monjes sentados ante mesas. Todos los personajes son de menor tamaño que Cristo, mostrando perspectiva jerárquica.
  • Arquivoltas: En la primera arquivolta, ángeles y serafines portan cirios, adorando al Pantocrátor. En las demás arquivoltas, se representan los 24 ancianos del Apocalipsis con instrumentos musicales.
  • Dintel: Los apóstoles, sentados, con nimbos y un libro en sus manos, se representan de forma natural, girando sus cuerpos como si conversaran. Muestran movimiento y expresividad.
  • Parteluz: La figura del obispo Mauricio observa si está presente el cordero.
  • Jambas: Estatuas de fechas posteriores representan a San Pedro y San Pablo a la derecha, y a Santiago, Moisés y Aarón a la izquierda.

La portada, realizada en piedra, se adapta al marco arquitectónico y se aprecia desde una visión frontal. Un eje de simetría divide el espacio, destacando la importancia de Cristo en Majestad en el tímpano y el obispo Mauricio en el parteluz. Las figuras situadas en el arco apuntado del tímpano adaptan sus cuerpos a la forma arqueada. La Puerta del Sarmental presenta rasgos románicos, como la rigidez del Pantocrátor, pero también características góticas, como la humanización de los personajes y la actitud natural de los evangelistas.

Las figuras son casi exentas, integrándose a la arquitectura.

La Visitación (Catedral de Reims)

La Visitación se encuentra en las jambas del lado derecho de la portada principal de la Catedral de Reims. Las figuras, casi exentas, pierden la conexión con el marco arquitectónico, ganando naturalismo. Su temática religiosa proviene del Evangelio de San Lucas. El material es piedra tallada, destacando los pliegues de los ropajes, que favorecen el claroscuro y la textura rugosa.

La Visitación presenta una estética gótica clásica. Representa la visita de María a su prima Isabel, embarazada de Juan el Bautista. Se utiliza el canon clásico de siete veces la cabeza. Los pliegues, que dejan ver las rodillas, recuerdan a la técnica de paños mojados. Se observa naturalismo y expresividad. La Virgen se representa joven, mientras que Isabel aparece mayor. Ambas presentan contrapposto, un giro de cadera, rompiendo la frontalidad. Giran la cabeza, mostrando conexión e interacción, incluso gesticulando con las manos.

El tratamiento de los pliegues crea un juego de luces y sombras.

La función de la obra sigue siendo religiosa, didáctica y moralizante. El grupo transmite la importancia del Mesías.

Pórtico de la Gloria (Catedral de Santiago de Compostela)

El Pórtico de la Gloria se ubica en la entrada oeste de la Catedral de Santiago de Compostela. Realizado por el Maestro Mateo durante la ampliación de la catedral, presenta esculturas de relieve medio alto y gran tamaño. Más de 200 figuras, realizadas en mármol y granito, trabajadas mediante esculpido y sustracción, con un pulido final.

El Pórtico se organiza en tres arcos:

  • Arco izquierdo: Representa escenas del Antiguo Testamento.
  • Arco central: En el frontón, se representa el Apocalipsis. En el parteluz, se encuentra el apóstol Santiago.
  • Arco derecho: Representa el Juicio Final.

Arco central:

  • Parteluz: De abajo hacia arriba, se observa un hombre (posiblemente un personaje bíblico como Moisés o Abraham), flanqueado por dos leones con la boca abierta. En el fuste, se encuentra el árbol de Jessé, árbol genealógico de Jesús. En el capitel, se representa la Trinidad: el Espíritu Santo en forma de paloma, Dios Padre sosteniendo a su hijo con el libro en la mano. Sobre Dios Padre, casi como una figura exenta pero adosada al fuste, se encuentra el apóstol Santiago recibiendo a los peregrinos. El capitel alto ilustra las tentaciones de Cristo. En el lado posterior, se observa una figura que se cree que puede ser el Maestro Mateo.
  • Tímpano: Cristo en Majestad, en el centro, se caracteriza por su gran tamaño y sus brazos abiertos mostrando las llagas. A sus lados, cuatro apóstoles: San Mateo (ángel), San Marcos (león), San Lucas (toro) y San Juan (águila). En la parte superior izquierda, se representan las 12 tribus de Israel; a la derecha, el pueblo elegido. En la parte inferior, ángeles portan los símbolos de la Pasión (cruz, corona de espinas…).
  • Arquivoltas: Los 24 ancianos del Apocalipsis, con instrumentos musicales, se representan con gran naturalismo, conectándose entre sí con la mirada.

Arco izquierdo: Representa las herejías. En las jambas, se encuentran los profetas, conectados por la mirada y el diálogo: Isaías con un pergamino, Jeremías y David, feliz por la llegada del Salvador.

Arco derecho: En la parte superior, se representan los pecados capitales. En las jambas, los apóstoles: Pedro con las llaves, Juan sobre un águila, Santiago y Pablo con un libro. Se representa el Viejo y el Nuevo Testamento.

El Pórtico de la Gloria presenta elementos románicos, como el horror vacui, pero también góticos, como la figura exenta y la representación naturalista. El Camino de Santiago fue promovido por Alfonso VI, y este pórtico tiene la función de enseñar los dogmas y mensajes de la Iglesia.

Tímpano de San Pedro de Moissac

está situado en la abadía de San Pedro de Moissac situada en una de las rutas del Camino de Santiago. El Claustro está decorado con esculturas de 1100, mientras que la portada, tiene un orden completo de los temas más importantes de la religión cristiana.

La portada es parecida a un gran arco del triunfo, acoge a los peregrinos del Camino de Santiago. 

En el tímpano aparecen escenas del Apocalipsis descritas por S, Juan. En el centro del tímpano, en simetría aparece frontal e imponente la figura de Cristo en majestad, aparece sentado en su trono, coronado por el cruciferio, bendiciendo y sosteniendo el libro de la Ley. A su alrededor, se sitúan los símbolos de los evangelistas, ;mateo con el león, Lucasa c9on el toro y Juan con el águila, adaptados al espacio dos ángeles ángeles que llevan unos pergaminos, que se interpreta como el Juicio Final.Debajo de las olas de agua se encuentran los ancianos del apocalipsis llevando con ellos instrumentos musicales, estos están en posturas antinaturales con dinamismo al girar las cabezas para participar en la visión de Dios en las dos hileras del friso interior.

La parte que cierra la parte interior del tímpano, está decorada con ruedas de fuego, símbolo del castigo infernal. En las jambas, a modo de ondas con S. Pedro a la izquierda y a la derecha de Isaías en referencia al Nuevo y Antiguo Testamento.

En el parteluz están representados dos leones entrelazados que indican el bien y se relacionan con Cristo, aunque también puede significar la fuerza ya que parecen proteger  la entrada de la Iglesia. En los laterales de parteluz, en la izquierda S. Pablo y a la derecha Jeremias con un pergamino en sus manos, estos se encuentran alargados para adaptarse al espacio.


En el otro lado están representados en la parte superior a Abraham que acoge a las almas, más abajo la muerte de los atormentados por los demonios y la lujuria devorada por serpientes.

En el lado izquierdo la infancia de Jesús, la Anunciación, Visitación, La huida de Egipto y pecados capitales.En el tímpano las esculturas son de poco volumen y estaban policromadas.

Encontramos expresiones un poco arcaicas, deshumanizadas, el pulido de superficies, la rigidez de las partes del cuerpo y la inflexibilidad de los tamaños. Podemos observar las posturas de los cuerpos complicadas. Las facciones de Jesucristo aplastadas, con pliegues, delimitando anchas superficies de planos tensos. En los ancianos casi de bulto redondo, en contraste con el pantocrator. Su estética presenta el horror vacui ya que todo está lleno, la simetría Cristo centralizado, rigidez, antinaturalismo.