Arquitectura Neoclásica en Europa: Características y Obras Principales
La arquitectura neoclásica en Europa se caracteriza por:
- Uso de elementos clasicistas con rigor arqueológico, retomando los órdenes clásicos.
- Inspiración en el templo clásico como modelo de perfección y belleza.
- Monumentalidad basada en la arquitectura romana, con edificios de gran tamaño.
- Desarrollo de edificios civiles (museos, bibliotecas, hospitales, bolsas de comercio) y arquitectura religiosa.
- Urbanismo enfocado en la exaltación del poder, con grandes plazas, avenidas y monumentos promovidos por monarcas y Napoleón.
- Cubiertas abovedadas (cañón y arista), aunque con apariencia exterior adintelada al estilo griego.
- Decoración austera: frontones escultóricos en el exterior y estucos con motivos grecorromanos y egipcios en interiores.
- Destacada en Francia, Alemania, Gran Bretaña y España.
Obras Principales del Neoclasicismo Europeo
Panteón de París (Iglesia de Santa Genoveva) (1764-1780) – Jacques-G. Soufflot
Encargado por Luis XV como basílica para Santa Genoveva, fue convertido en Panteón durante la Revolución Francesa. Tiene planta de cruz griega, gran cúpula con tambor rodeado de columnas y fachada con pórtico hexástilo de orden corintio, imitando templos clásicos.
Iglesia de La Madeleine (Santa Magdalena), París – Pierre Vignon
Inspirada en la Maison Carrée, presenta un diseño de templo romano con orden corintio, elevado sobre un podio, períptero y octástilo. Su frontón con relieves recuerda al del Partenón.
Arco de Triunfo de la Plaza de la Estrella, París (1806-1836) – Jean-François Chalgrin
Monumental estructura de 50 metros de altura con un solo vano, inspirado en los arcos romanos y decorado con relieves sobre la Revolución Francesa y las campañas napoleónicas. Contiene escaleras internas que conducen al nivel superior.
Puerta de Brandeburgo, Berlín (1789-1791) – Karl Langhans
Inspirada en los propileos de la Acrópolis de Atenas, presenta una columnata dórica hexástila adintelada, coronada por una cuádriga con la figura de Victoria alada. Fue concebida como la gran puerta de entrada a Berlín.
Arquitectura Neoclásica en España
Francisco Sabatini (1722-1797): Puerta de Alcalá (1778)
Arquitecto italiano al servicio de Carlos III, diseñó esta puerta monumental de entrada a Madrid, inspirada en los arcos de triunfo romanos. Consta de cinco vanos, un frontón curvo partido sobre el arco central y una combinación de arcos de medio punto con vanos adintelados. Su decoración escultórica y el cuerpo saliente central aportan dinamismo al conjunto.
Juan de Villanueva (1739-1811): Principal arquitecto del Neoclasicismo en España
Formado en la Academia de San Fernando y en Roma, fue arquitecto del Real Sitio de El Escorial y, con Carlos IV, arquitecto mayor.
Museo del Prado (1785-1791) (Gabinete de Historia Natural de Madrid)
- Obra maestra del Neoclasicismo español.
- Planta alargada y simétrica con cuerpos cuadrados en los extremos y uno basilical en el centro, unidos por galerías.
- Fachada de piedra y ladrillo, decorada con medallones y esculturas.
- Pórtico adintelado con seis columnas toscanas.
Diseñado inicialmente como Museo de Ciencias Naturales dentro del programa ilustrado de reformas urbanas de Carlos III, que incluía el Paseo del Prado, el Jardín Botánico, el Observatorio Astronómico y fuentes monumentales. Representaba tanto el interés por la ciencia y la enseñanza de la Ilustración como el deseo del monarca de engrandecer Madrid como símbolo del poder real.
Francisco de Goya (1746-1828): Evolución Artística
1. Etapa de formación y primeros encargos (hasta 1774)
- Nació en 1746 en Fuendetodos (Zaragoza).
- Formación inicial en Zaragoza con José Luzán (estilo barroco decorativo).
- Viaje a Italia (1770-1771), influenciado por el clasicismo italiano.
Frescos en la Basílica del Pilar de Zaragoza (1771): Adoración del nombre de Dios. Pincelada rápida, monumentalidad y expresividad.
- Matrimonio con Josefina Bayeu (1773), lo que le facilitó su entrada en la Corte.
2. Goya en la Corte (1774-1792)
El Quitasol (1777): Este cartón para tapiz refleja un tema popular con un tono optimista, característico de la ideología ilustrada de las clases dirigentes. Goya utiliza colores brillantes y una pincelada minuciosa, con una composición triangular influenciada por el estilo neoclásico de Mengs.
Otras obras de la misma época: El Cacharrero (1778-1779), La Vendimia (1786-1787), La gallina ciega (1788-1789), La pradera de San Isidro (1788)
3. Crisis personal y transformación artística (1792-1808)
En 1792 sufre una grave enfermedad que lo deja sordo, lo que marca un cambio en su pintura.
Mayor expresividad y crítica social:
La familia de Carlos IV (1800): Este retrato colectivo de la familia real refleja el poder y la grandeza de los monarcas mediante la representación de los personajes con trajes lujosos y condecoraciones. Los colores brillantes y el contraste con el fondo oscuro resaltan a los personajes, mientras que la pincelada suelta y el enfoque psicológico destacan las personalidades de los retratados, sin idealización. Goya se autorretrata en la obra, al igual que Velázquez en Las Meninas, en una esquina, en penumbra.
Otros retratos: La condesa de Chinchón (1800), Carlos IV a caballo (1800)
La maja desnuda (1797-1800) y La maja vestida (1802-1803): Estas pinturas representan el cuerpo femenino con sensualidad, inspirándose en la tradición de las Venus recostadas de Giorgione y Tiziano. Son famosas por su representación libre y atrevida de la figura femenina.
Autorretratos de Goya: Además de estos retratos de personajes, Goya también se retrató a sí mismo, siendo el más conocido el realizado por Vicente López.
4. La Guerra de Independencia y sus horrores (1808-1814)
Visión pesimista y expresionista del conflicto.
Los fusilamientos del 3 de mayo de 1808 (1814) es una obra histórica de Francisco de Goya que representa la ejecución de patriotas madrileños tras el alzamiento contra las tropas napoleónicas. El cuadro muestra un fuerte contraste entre los soldados franceses, que aparecen de espaldas y sin rostro, y los patriotas, cuyos gestos reflejan miedo, desesperación y resistencia. Destaca la figura central con camisa blanca y brazos en alto, símbolo de sacrificio y humanidad.
La iluminación proviene de un farol, resaltando los tonos oscuros y el dramatismo de la escena. Aunque fue un encargo de Fernando VII, Goya no lo concibió como propaganda, sino como una denuncia de la violencia y el horror de la guerra.
5. La posguerra (1819-1823): las Pinturas Negras (pinturas murales).
La posguerra (1819-1823) y las Pinturas Negras:
Tras la restauración del absolutismo por Fernando VII y la persecución a los liberales, Goya vivió años de temor, lo que intensificó su visión pesimista. En 1819, pintó las Pinturas Negras en las paredes de su casa, la Quinta del Sordo, con una técnica de óleo al secco. Estas obras reflejan temas oscuros, con figuras deformadas y escenas de brujería, superstición e irracionalidad.
Obras destacadas: Saturno devorando a un hijo: Representa la autodestrucción de España, con figuras distorsionadas y un fondo oscuro. Los Disparates (1823): Serie de aguafuertes que critican la irracionalidad humana y culminan el pesimismo de Goya.
6. Los últimos años en Francia (1824-1828)
Tras el fin del Trienio Liberal, Goya se exilió en Burdeos (Francia) con el pretexto de tomar unas aguas termales. Allí recuperó la luz, el color y la esperanza y pinta sus últimas obras. Entre ellas destaca La lechera de Burdeos (1827), Museo del Prado). El pintor plasmó con pincelada suelta y manchas de color los valores atmosféricos, auténtico tema del cuadro, anticipándose con ello al impresionismo. Murió en Burdeos, en 1828, a los ochenta y dos años de edad, y allí sería enterrado. En 1899, sus restos se trajeron a Madrid y en 1919 se depositaron finalmente en la ermita de San Antonio de la Florida (Madrid), bajo la cúpula que él mismo pintó años atrás.