Arte y Humanidades: Referentes Históricos y Evolución Artística

Referentes Históricos

Desde una perspectiva ideológica, este siglo se caracteriza por los problemas de la oposición entre la Europa católica y la Europa protestante. La separación de Holanda de la Corona española, y su aproximación a Inglaterra tuvo lugar a una Europa enfrentada políticamente ya que las grandes monarquías católicas adaptan su política e ideología a las directrices de la Roma papal. Francia, crea un estado absolutista centrado en el poder del rey Luis XIV con el lema “el estado soy yo”. Inglaterra pasa de una monarquía absoluta a una monarquía parlamentaria, no es ajena a la revolución de Cromwell y la decapitación del rey Carlos I. España, con los Austrias del siglo XVII, inicia un período de decadencia que no se verá en las artes y las letras. Además, con Portugal iniciarán la conquista y consolidación del Nuevo Mundo, y continuará dominando Flandes, Nápoles y Lombardía. Con todo esto, los Estados Pontificios tendrán una política tranquila y ello se verá por el impulso de las artes. En el siglo XVIII hay un cambio de dinastía en España y se consolida la de los Borbones franceses frente a los Habsburgo. La victoria de Felipe de Anjou ante el archiduque Carlos se verá en que el gusto se va hacia el francés, aunque Francia se irá debilitando hasta la abolición de la monarquía por la revolución del año 1789. Esta revolución tiene un antecedente ideológico que se sitúa en el movimiento ilustrado y en su influencia cultural capitaneada por la Enciclopedia, dirigida por D’Alambert y Diderot. Inglaterra consolidará su poder y los territorios de la corona austrohúngara, junto a Checoslovaquia y Rusia, tendrán un gran auge.

Localización y Evolución Artística

El barroco, entre siglos XVII y XVIII, su localización es fácil pues su foco más influyente es la Roma papal, centro de un arte contrarreformista que se desvía hacia un barroco exuberante y que influye en todo el arte europeo de los siglos XVII y XVIII. También adquiere una gran importancia desde un punto de vista artístico la Corte española de los Habsburgo, con centros como Sevilla, Valencia, Toledo y Madrid en la península, y Nápoles o Flandes fuera de la península. Francia se aparta de la riqueza barroca italiana, con formas más academicistas, y Holanda constituye un foco burgués y protestante, de gran riqueza artística, sobre todo pictórica. Inglaterra, con una plástica de influencia foránea, empezará un estilo que se desarrollará en el siglo XVIII. El rococó tiene en Francia y en Alemania sus focos más importantes. Mientras en Francia el estilo rococó se limita a residencias señoriales, en Alemania define la arquitectura monumental, civil y religiosa de sus distintas zonas. En España, por medio de la obra artística de Goya, se ve el mundo tranquilo del siglo XVIII a una nueva etapa más problemática en todos los aspectos. La difusión del rococó desde Francia a otros países se da por el papel de modelo que Luis XIV tenía en la corte francesa.

Rococó

El término rococó no deja duda de su significado. Es un calificativo con intención caricaturesca y despectiva derivado del término rocaille que era un elemento principal de la decoración del siglo XVIII. El rococó es un estilo rico y sugerente, fruto de una época desarrollado en Francia y tuvo una gran aceptación por los países de Europa central. Es un arte al servicio de la comodidad del lujo y de la fiesta, hay una prefiguración del arte burgués del siglo XIX. Desde un punto de vista sociológico, el rococó es un cambio en la visión del arte. En el rococó se puede hablar de el arte por el arte. Su culto sensual a la belleza, su lenguaje formal, afectado y virtuosista gracioso y melodioso, corresponde a la actitud de una sociedad frívola, cansada y pasiva, que busca en el arte placer y descanso. Este estilo se caracteriza por su arte refinado y distanciado, considera más importante los criterios de placer y de convención que los criterios de espiritualidad; es el último estilo donde los conceptos de belleza y arte son aún sinónimos. El rococó será el último estilo común en toda Europa occidental ya que en el siglo XVIII, aparecerá la burguesía que con su individualismo y su pasión por lo original acabará con esa idea de un estilo artístico compartida por una comunidad cultural.

Características del Barroco

El término barroco aparece en el siglo XVIII con un cierto sentido peyorativo, y su origen parece derivar de barrueco, nombre dado a una perla de forma irregular, asociándolo a la complejidad del arte de esta época. De ahí que lo irregular y lo complejo se mezclan en la definición de lo barroco. Actualmente, entendemos por barroco el estilo que a lo largo del siglo XVII y parte del XVIII aparece en Italia y se extiende por Europa, con un lenguaje propio y complejo, con distintas soluciones estéticas y formales y con una visión contradictoria, y a la vez unitaria, fruto todo ello del espíritu de la época. El arte barroco se puede definir como la manifestación de los tres poderes establecidos: la iglesia, la monarquía y la burguesía. Podemos dividir la producción artística barroca en dos grupos: la derivada de la burguesía protestante y la que proviene de la Iglesia y el poder real. Esa diferencia es resultado de la carga ideológica que subyace en el arte y del hecho de que el artista se convierte en transmisor del mensaje que los diferentes patronos quieren potenciar. En el Barroco no se debe hacer sólo un estudio individualizado de las obras, sino analizar también su interrelación, buscar la unidad, el arte total, globalizador de todas las manifestaciones artísticas que se dan en ese momento. Así, por ejemplo, la arquitectura barroca se convierte en el arte que acoge la pintura y la escultura, y las integra en un todo unitario, transformándose en un “theatrum sacrum” (teatro sagrado), en que las artes plásticas son elementos básicos de la representación. Bernini es el máximo exponente de esta corriente integradora, presente en la mayoría de sus obras, y de una manera especial en la iglesia de San Andrés del Quirinal y en la capilla Cornaro, en la iglesia de Santa María de la Victoria de Roma.

El Siglo de Oro de la Pintura Española

La alta calidad de las realizaciones pictóricas y literarias de la España del siglo XVII, eso es el llamado Siglo de Oro español. – Entre el manierismo y el naturalismo El primer tercio de siglo estuvo representado por una serie de pintores deudores de la manera manierista de fines del siglo XVI. Destacaron los retratos de Felipe II, Juan Pantoja de la Cruz y Sánchez Coello, y Francisco Ribalta, pintor catalán activo en Valencia e iniciador con su hijo Juan, de la escuela barroca valenciana, continuada por Jerónimo Jacinto Espinosa y Esteban March. En este periodo también destacó la escuela toledana, seguidora de la manera de El Greco, y la sevillana, ambas a medio camino entre la manera manierista y la naturalista. En Toledo Juan Sánchez Cotán inició la temática bodegonista, y las composiciones de Pedro de Orrente y Luís Tristán se sitúan a medio camino entre las formas de El Greco y un incipiente naturalismo. En Sevilla cabe citar a los pintores Juan de las Roelas, Francisco de Herrera el Viejo y Pacheco. En el taller de este último entró el joven Velázquez, recibiendo no tanto una formación artística como una buena enseñanza cultural. Ribera: Un español napolitano Aunque valenciano de nacimiento, José de Ribera ha de considerarse pintor napolitano, ya que fue en aquella ciudad donde desarrolló toda su obra. Seguidor en sus inicios de la manera de Caravaggio, su estilo evolucionó hacia las formas barrocas en composiciones de fuerte dramatismo y complejas estructuras. Pintor eminentemente de composiciones religiosas trabajó para los sucesivos virreyes, destacando en temas tan dispares como el paisaje, la mitología, el retrato -La barbuda de los Abruzzos- y la historia -Combate de mujeres. Entre el naturalismo y el clasicismo: Velázquez, Zurbarán y Cano En el segundo cuarto de siglo aparecieron las grandes figuras de la pintura hispana encabezadas por Diego Velázquez, quien junto a Zurbarán y Alonso Cano formaron el núcleo central de la pintura española del Siglo de Oro. Velázquez inició su andadura pictórica con obras dentro la temática de género, muy apreciada por los comerciantes extranjeros activos en Sevilla. Destacan en este periodo las obras de carácter popular (la vieja friendo huevos; (continua siglo de oro) el aguador de Sevilla…) junto a obras que combinan temas religiosos y de género (la mulata o cristo en emaus; jesus en casa de Marta y Maria…) y religiosas como La Epifanía. Después ayudado por el conde Duque de Olivares se fue a la corte de Madrid, entrando al servicio de Felipe IV a quien retratará. En la capital se inició en los temas mitológicos. Su cuadro Baco (conocido como Los Borrachos) fue el primero de unas obras que destacan, después Marte, Mercurio y Argos y la Venus del espejo. En 1629 viajó a Italia donde pintó obras como La fragua de Vulcano y La túnica de José. Al volver de Italia hubo un proyecto junto a Conde Duque de Olivares que fue el programa del salón de reinos del Palacio del Buen Retiro. En él intervinieron los pintores de la corte junto con Zurbarán para plasmar los triunfos del monarca, realizó Velázquez su cuadro La rendición de Breda o Las Lanzas. Zurbarán realizó los Trabajos de Hércules y Velázquez hace los retratos ecuestres de los reyes Felipe III y Margarita de Austria, Felipe IV y Isabel de Barbon y el futuro rey (que no fue) el Príncipe Baltasar Carlos. También en esta época pintó la serie de bufones de corte, destaca el Pablo de Valladolid y tres obras religiosas, Cristo Crucificado, La coronación de la Virgen, y San Antonio de Abad y San Pablo ermitaño. El año 1649 volvió a Italia y en Roma realizó el retrato de su criado Juan de Pareja. También pintó dos paisajes (Vista de los jardines de la Villa Medicis y la Venus del espejo.) El rey quería que pintara a su segunda esposa Mariana de Austria, así que vuelve a la corte, donde pintó además los retratos de la reina y sus hijos que es la Meninas. A los 61 años murió dejando un legado artístico que fue poco continuado. Los otros grandes pintores hispanos fueron Zurbarán y Cano. Zurbarán refleja el silencio y quietud de la vida monástica con sus cuadros de frailes entre los que destaca su San Serapio, y sus retratos a lo divino, mujeres con los atributos de una Santa. También al igual que su hijo Juan, pintó bodegones. Cano, también arquitecto y escultor, realiza sus obras en Sevilla, Madrid y Granada. Sus obras de gran calidad, se mueven entre el clasicismo y el barroco. La pintura barroca hispana La pintura propiamente barroca se centró en dos escuelas. La sevillana y la de la Corte madrileña. En la primera destacaron Bartolomé Esteban Murillo y Juan de Valdés Leal. Frente a la suavidad y esteticismo de Murillo, pintor de Inmaculadas, temas religiosos y escenas de género protagonizadas por niños pícaros, Valdés Leal hace unas obras de gran fuerza expresiva más cercanas al feísmo y al dramatismo. Sus composiciones más famosas son sus dos cuadros de las Postrimerías para la iglesia del Hospital de la Caridad de Sevilla. La escuela madrileña fue la que mejor resumirá las lecciones de los pintores venecianos y de Rubens. Claudio Coello y Carreña de Miranda, junto a Francisco Antolínez, Francisco de Herrera el Joven y Francisco Rizzi fueron los representantes más importantes de la pintura barroca en su doble vertiente formal y conceptual.

Continuidad y Ruptura en la Pintura Rococó

:El Rococó, nacio en Francia y se desarrollo de forma desigual en Europa , es el reflejo artístico de sofisticada sociedad del Antiguo Régimen, amante de la galantería, la elegancia, el exotismo, el capricho, la intimidad, el erotismo… elementos que quedarán plasmados en la pintura del Rococó. La gama cromática de la paleta rococó se renueva con colores de tonos apastelados y colores claros como el gris, el verde manzana, el azul cielo, el rosa pálido. En esta época hay demanda de obras pictóricas por un nuevo público con sensibilidad artística, son principalmente la aristocracia y la burguesía. La burguesía porque deseaba tener en sus salones el modo de vida a la que aspiraba, y la aristocracia para recordar tiempos pasados. Los temas preferidos de la pintura rococó son: la mujer, el amor terrenal, escenas de fiestas, reuniones de sociedad en jardines idílicos…etc., temas todos ellos en los que se busca el placer en la obra de arte. Watteau inicia la ruptura a través de temas galantes, y escenas protagonizadas por actores de teatro. En Francia, el estilo rococó no produjo grandes frescos decorativos, pues los amores, nuevo tema, se aplicaban a las pinturas de pequeño formato, tanto en Watteaucomo en Fragonardo Boucher. Chardinse convierte en el pintor de la burguesía, con temas de escenas cotidianas y bodegones. Aunque difíciles de clasificar estilísticamente, hay que destacar  un grupo de pintores ingleses influidos por la pintura holandesa y flamenca del siglo XVII, especialmente por los paisajistas y VanDyck. El paisaje y el retrato, junto con las escenas populares y costumbristas son los temas preferidos de Gainsborough, Reynoldsy Romney. A ellos hay que añadir la pintura de fuerte crítica social de Hogarth. En Italia hay que destacar la presencia de pintores vedutistio de paisajes urbanos como Canalettoy Guardien Venecia, y Panninien Roma.

La muerte de la VirgenBiografia del autor:Michelangelo Merisi da Caravaggioes pintor italiano. Asimilo elementos pictoricos de la tradicion veneciana, como el color y el modo de manejar la luz, despues se traslada a Roma, donde recibe encargos por el mecenazgo del cardenal Francesco del Monte. En 1606, tras matar a un hombre, Caravaggio abandona Roma y huye a Ñapóles, Malta y Sicilia, lugares en los que puede continuar pintando. Esta situación afecta al estilo de sus cuadros, que se vuelven más oscuros y dramáticos.Descripcion formalLa muerte de la Virgen uno de los mejores ejemplos del artista, mostrando las características pictóricas de su estilo. Caravaggiopresenta una escena divida en tres franjas horizontales en las que :hay una cortina roja en la franja superior, le da al cuadro un aire de teatro; las figuras de los apóstoles y el cuerpo de la Virgen en el centro, como foco principal de la obra; y la figura de la Magdalena en la parte inferior. El pintor italiano utiliza la línea diagonal y el punto de vista en contrapicado. Estas no son las únicas innovaciones introducidas por el artista.Al querer representar la realidad de una manera directa, presenta a los personajes como gente corriente, y no como seres de otro mundo. El pintor italiano utilizó como modelos a personas q veia en la taberna q el iba, a los que vestía con ropas populares del momento, y sin esconder las arrugas o la suciedad de sus rostros, manos o pies. Otro aspecto importante en esta obra es el intenso juego entre luz y sombra: el claroscuro. Para ello, el artista sitúa un foco lumínico que aparece de izquierda a derecha y que ilumina aquello que el artista quiere realzar, determinando la construcción de las figuras y enfatizando sus contornos.Tematica El cuadro presenta la escena apócrifa de la muerte de la Virgen María. Ésta aparece con el cuerpo cubierto por un vestido rojo, acompañada por una desconsolada María Magdalena y once apóstoles, entre los que se puede identificar fácilmente a San Juan Evangelista en la cabecera de la cama. En su voluntad realista, Caravaggioutilizó como modelo de la Virgen el cadáver de una prostituta ahogada en el río Tíber. Ello explicaría la utilización del color rojo en el vestido -asociado a mujeres humildes-, en lugar del azul de la pureza, así como la rigidez del cuerpo, la hinchazón del vientre y el color morado de sus pies.