Características Generales del Arte Románico y Gótico
El Arte Románico: Introducción Histórica
Alrededor del año 1000, Europa entra en una nueva fase de su historia marcada por el poder feudal y la primacía social y económica de la Iglesia. En esta sociedad teocéntrica, todo gira en torno a Dios, lo que explica la gran influencia y poder de la Iglesia, no solo religioso, sino también político. Este contexto produce un arte cristiano donde la iglesia es el edificio más importante.
Se produce un renacimiento de la actividad artística, caracterizado por su unidad formal en un continente políticamente dividido. Este es el arte románico, el primer estilo internacional que se desarrolla en Europa desde la caída de Roma, abarcando los siglos XI y XII, y extendiéndose en algunas áreas hasta 1250.
Esta unidad de criterios artísticos se debe a:
a) El sistema feudal, que implica una sociedad estamental dividida en nobleza, clero y estado llano. Los dos primeros poseen privilegios, como no pagar impuestos. Este sistema jerárquico supone en toda Europa la preeminencia de los estamentos privilegiados, que se convierten en mecenas artísticos. Estamos, pues, ante un arte monástico y aristocrático.
b) La expansión monástica: las órdenes religiosas alcanzan un gran poder económico y prestigio político, permitiendo su expansión. Los monasterios del siglo XI guardan reliquias de santos, convirtiéndose en centros de peregrinación que les otorgan grandes beneficios. Las grandes rutas de peregrinación hacia Roma, Jerusalén y Santiago también contribuyen a la unificación del arte, con edificios que presentan características comunes. El desplazamiento de artesanos y artistas por estas rutas favorece la difusión de técnicas constructivas, escultura y pintura, originando el primer estilo internacional europeo.
La Arquitectura Románica
Es ante todo una arquitectura religiosa definida por la monumentalidad y la perdurabilidad. Se busca que sea perdurable, ya que la religión cristiana se considera eterna, y sus edificios también deben serlo. El románico construye en piedra, incluso las bóvedas, lo que obliga a adoptar nuevas técnicas constructivas. Es una arquitectura sólida, duradera y monumental, imitando los grandes edificios romanos.
Plantas
La planta más común es la basilical, con crucero destacado o no en planta y cabeceras de ábsides semicirculares. Progresivamente, este modelo agrandará el crucero hasta configurar la planta de cruz latina, característica de la arquitectura medieval. Las peregrinaciones afectarán a la evolución de las plantas, obligando a la construcción de girolas o deambulatorios, que permitan el tránsito de los fieles, y la multiplicación de capillas y altares. Una variante poco común son las iglesias de planta centralizada, normalmente circular u octogonal.
Todo el conjunto mira hacia la cabecera, orientada hacia el este, donde se celebra la eucaristía.
Se distinguen las siguientes partes:
a. La cabecera, donde se sitúan los ábsides que encabezan las respectivas naves. En las iglesias de peregrinación pueden aparecer girola o deambulatorio y capillas radiales.
b. Las naves, cuyo número varía, pudiendo ser de una, tres y, excepcionalmente, cinco. Se cubren con bóvedas de piedra.
c. El crucero, un espacio cuadrado en el que se cruzan la nave mayor con la transversal, el transepto. Este espacio se cubre con una cúpula semiesférica apoyada sobre pechinas (elementos arquitectónicos triangulares que permiten la transición de una planta cuadrada a una circular) o sobre trompas (bóvedas semicónicas que permiten la misma transición) y rematada por una linterna.
d. A los pies se encuentra la puerta principal, flanqueada por dos torres. En estas fachadas se concentra la decoración escultórica. A veces aparece el claustro adosado a la iglesia; un gran patio central cuadrado, rodeado de galerías con arcos de medio punto que se apoyan en columnas. Es una zona de recogimiento, conseguido por el contraste de luz entre la zona central descubierta y la penumbra de las galerías.
Alzados
Todo el edificio románico se asienta sobre robustos cimientos, dado el peso que deben soportar. Los cimientos son tan profundos que permiten la construcción de criptas bajo el ábside. Los muros de sillería son gruesos para sostener las pesadas cubiertas de piedra y se encuentran reforzados por contrafuertes en el exterior, evitando la abertura de grandes vanos. Esto explica el predominio del macizo sobre el vano, y la escasez de vanos lleva a un dominio de la penumbra. Con el tiempo aparecen las tribunas sobre las naves laterales, sobre todo en las iglesias de peregrinación. Esta galería que se muestra hacia la nave central sirve para iluminarla y para alojar a los peregrinos. Estas tribunas se cubren por medias bóvedas de cañón que trasladan el peso de la bóveda central hacia el exterior.
Utilizan el arco de medio punto, muchas veces decorado con molduras.
Sistema de Soportes Internos
Para sostener las pesadas bóvedas de piedra, la columna ya no es suficiente. Se utiliza el pilar, mucho más robusto. El pilar románico es cuadrado o rectangular, con semicolumnas adosadas que recogen el peso de los arcos fajones y formeros. Los arcos fajones dividen transversalmente en tramos la bóveda de cañón que cubre la nave central y descargan su peso en los pilares. Los arcos formeros van en sentido longitudinal a las naves y transmiten el peso a los pilares. Las naves laterales recogen parte del peso y lo transmiten a los contrafuertes exteriores.
En muchos casos, una galería alta o tribuna cubierta por media bóveda de cañón lleva el empuje de la nave central hacia el muro exterior.
Cubiertas
El tipo de bóveda más empleado es la bóveda de cañón, reforzada por arcos fajones, utilizada sobre todo en las naves centrales y en las cabeceras. Se prefiere la bóveda de arista en las laterales para cubrir los espacios cuadrados. También se utiliza la cúpula sobre trompas o sobre pechinas para cubrir el crucero.
Torres
Las torres son visibles desde cualquier punto del entorno. Son un elemento importante, campanario y testimonio del poder de la Iglesia. Suelen situarse flanqueando la fachada, pero también en el centro del crucero o en los extremos de los brazos del transepto. Sus formas son variadas: cuadradas, octogonales, circulares, etc.
Fachadas
Tanto a los pies como en los extremos del transepto es donde se concentra la decoración escultórica. Estas fachadas reflejan la disposición interna del edificio y suelen enmarcarse por torres.
Las Iglesias de Peregrinación y los Monasterios
A lo largo de las rutas de peregrinación se construyen iglesias cuya estructura responde a la gran cantidad de gente que deben albergar. Se busca un espacio amplio que permita el tránsito continuo de peregrinos. Esto explica el número de naves en el transepto, la existencia de girola o deambulatorio y la multiplicación de capillas radiales, tanto en la girola como en los brazos del transepto, que permiten realizar misas simultáneamente. Suelen tener planta de cruz latina de tres o cinco naves, transepto formado también por tres o cinco naves abovedadas, y crucero cubierto por una cúpula en el interior, mientras que en el exterior se sitúa el cimborrio o torre de planta cuadrada.
Finalmente, una amplia tribuna sobre las naves laterales servía para albergar a los peregrinos.
El monasterio es uno de los fenómenos de mayor importancia en la Edad Media. A partir de los siglos X y XI son centros de explotación agropecuaria, cuyas propiedades crecen gracias a las donaciones de reyes y nobles y a sus propias ganancias. Estos monasterios presentan una arquitectura específica en la que la Naturaleza es el paisaje idóneo para encontrar la paz de Dios. Aparece el claustro, un espacio cuadrangular abierto al aire libre. A su alrededor se encuentran la biblioteca, la sala de los monjes, el refectorio o comedor, la cocina, etc. Los monasterios poseen almacenes, bodegas, establos y todas las dependencias necesarias para la explotación agrícola, sin olvidar la iglesia, hospederías, enfermerías, escuela de novicios, el palacio reservado al abad, huertos, molinos, etc.
La Escultura Románica
Tiene dos objetivos: embellecer el edificio y cumplir una misión docente. En una población analfabeta, la escultura sirve para enseñar la doctrina de la Iglesia. Tiene, pues, una finalidad didáctica, instruyendo, adoctrinando y divulgando temas del Antiguo y Nuevo Testamento, vida de santos y relatos con fuerte contenido moral. Es un arte-relato cuya finalidad no es estética sino didáctica, propia de una sociedad sumamente religiosa.
Características de la Escultura Románica
La escultura románica se incorpora plenamente al edificio, se integra y se subordina al mismo. La iglesia es el marco arquitectónico en el que se sitúa la escultura, determinando su forma la mayoría de las veces. Así, tendremos figuras enanas y largas que se ajustan a la forma del capitel, de las jambas de una puerta o a las dovelas de un arco.
Podemos resumir sus características en:
a) Ley de adaptación al marco: la figura se adapta al marco arquitectónico, de ahí que aparezcan desproporcionadas y antinaturales.
b) Horror vacui, es decir, densidad ornamental.
c) Tendencia a esquematizar, a marcar lo esencial. La escultura no se plantea como un estudio de proporciones, sino como elemento necesario en un asunto narrativo. Es un arte-relato, no se persigue una finalidad estética.
d) Fuerte carga simbólica: se da más importancia a la simbología que a la representación de la realidad. Se caracteriza por su antinaturalismo, que también se hace patente en las composiciones:
- Ausencia de tridimensionalidad.
- Perspectivas jerárquicas.
- Deformaciones intencionales.
- Las figuras carecen de volumen, son planas, de apariencia frontal.
- Las figuras son rígidas, hieráticas y originan composiciones yuxtapuestas. En las escenas, las figuras no se relacionan entre ellas.
Tipos de Escultura Románica
En la escultura románica distinguimos las portadas y la escultura exenta:
1. Las portadas se convierten en el principal marco donde se sitúa la escultura. La portada representa o simboliza la puerta del cielo, por lo que en ella se desarrolla la iconografía más importante. Se diferencian las siguientes partes:
a. El tímpano: es el lugar jerárquico más importante. Se representa el Pantocrátor o Cristo en hierática majestad, triunfante y rodeado de mandorla (aureola en forma de almendra). Alrededor del Pantocrátor está el Tetramorfos, los cuatro evangelistas.
b. El parteluz y las arquivoltas se decoran con motivos geométricos, escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, etc.
c. Jambas y capiteles son también el marco preferente de la decoración escultórica.
En España se consideran obras cumbres del románico dos portadas de la Catedral de Santiago de Compostela: la Puerta de las Platerías y el Pórtico de la Gloria.
2. La escultura exenta: son características los Cristos crucificados y las Vírgenes en actitudes inexpresivas, asiento de Cristo Rey.
- El Cristo crucificado se halla sujeto a la cruz con cuatro clavos, estando separados, por tanto, los pies; los brazos se disponen rígidos, ciñéndose al marco, a la cruz. En la cabeza lleva la corona real, no de espinas, como corresponde a su condición de Rey de reyes. No sufre, no experimenta dolor; es un Cristo hermético, muerto o vivo. Unas veces se encuentra vestido con larga túnica o con faldón.
- El tipo de Virgen es una imagen sedente, ostentando la corona. El Niño aparece sentado en su regazo. Ambas figuras son rígidas, sin que exista comunicación entre madre e hijo. Al niño Jesús en el románico no se le representa como a un niño, sino como Dios. Estas figuras pretenden inculcar respeto, incluso terror, pero no amor.
La Pintura Románica
La pintura en el románico también está supeditada a la arquitectura. Las paredes de la iglesia románica están decoradas con pinturas, la mayoría hoy desaparecidas. La pintura debe ilustrar sobre el contenido de las Sagradas Escrituras de forma clara y expresiva. La imagen sustituye a la palabra escrita y, de esta manera, se decora el interior de las iglesias con un objetivo narrativo y didáctico. Al igual que la escultura, no pretende reproducir la realidad, sino transmitir y enseñar la palabra de Dios.
Características Principales de la Pintura Románica
a. La pintura puede ser al fresco o sobre tabla.
b. El dibujo es grueso: se contornea con un trazo negro la silueta que separa cada superficie de color. La pintura es en realidad un dibujo coloreado con tinta plana. Hay una ausencia total de volúmenes.
c. Color puro sin mezclas y poco variado, a lo sumo dos tonalidades, pero con un gran efectismo colorista; los colores son muy vivos. Destacan los ocres, rojizos, amarillos, blancos y negros. Debido a la intensidad y viveza de los colores utilizados, las pinturas parecen iluminar por sí mismas el interior de las iglesias románicas, condenadas a una eterna semipenumbra.
d. Carencia de profundidad y de luz: las figuras se disponen en posturas paralelas que resaltan sobre un fondo monocromo o sobre franjas horizontales de diversos colores. La ausencia de contrastes de luz acentúa las formas geométricas.
e. Composición yuxtapuesta: preferencia por las figuras frontales. La profundidad se transmite por medio de la superposición de las cabezas. Predominan las composiciones simétricas.
f. Antinaturalismo: ocurre lo mismo que con la escultura, se da más importancia al mensaje que a la plasmación de la realidad. Este antinaturalismo lleva a la ausencia de paisaje o a su representación esquemática. No hay movimiento, y sí hieratismo y desproporción. Las figuras son esquemáticas y geométricas. Se pintan las líneas esenciales para transmitir el mensaje religioso. No hay que olvidar que no pretende reflejar la realidad: la pintura tiene un valor expresivo, narrativo y simbólico. Las figuras no se relacionan entre sí, no existe comunicación.
g. Dios se representa con una perspectiva jerárquica.
h. Expresionismo a través del color, del tratamiento de los pliegues (líneas paralelas) y, sobre todo, de unos ojos abiertos y severos.
Prácticas de Escultura Románica: El Pórtico de la Gloria
1. Clasificación: Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, realizada por el maestro Mateo. Pertenece al románico del siglo XII.
3. Introducción escultórica: tiene dos objetivos: por un lado, embellecer el edificio y, por otro, una función didáctica, enseñar la doctrina de la Iglesia. Estamos ante un arte-relato que da más importancia al mensaje que a la propia estética de la obra.
4. Comentario artístico: La portada simboliza la puerta del cielo y en ella se representa la iconografía más importante. Diferenciamos las siguientes partes:
a. Tímpano: es el lugar jerárquico más importante y se representa a Cristo rodeado de los evangelistas.
b. Arquivoltas: aparecen los ángeles y veinticuatro ancianos afinando los instrumentos.
c. Las jambas y el parteluz también aparecen decoradas con esculturas.