Introducción

A mediados del siglo XII, surge en la Isla de Francia un nuevo estilo, el gótico, que rompe con el románico. Esta ruptura se dará tanto en los aspectos constructivos y simbólicos de la arquitectura como en el naturalismo de la escultura y la pintura. Así como Cluny contribuyó a propagar el arte románico, la orden del Cister hará lo propio con el nuevo estilo. El gótico se extendió desde los alrededores de París al resto de reinos europeos. Abarcó desde mediados del siglo XII hasta principios del siglo XVI, según las zonas.

Arquitectura Gótica

Frente a la pesadez y el predominio de la masa sobre el vano, característicos del románico, surgieron construcciones casi etéreas, donde los vanos ganaron terreno gracias al equilibrio de empujes y fuerzas. Los elementos fundamentales son:

Arco Apuntado

Mientras que el arco de medio punto se utilizaba en la arquitectura románica, el arco apuntado desplaza las fuerzas hacia los laterales. El cruce de dos arcos apuntados forma una bóveda de crucería. Los arcos reciben el nombre de nervios, que se cruzan en el centro o clave. Además de estos nervios, la bóveda se apoya sobre dos arcos formeros y sobre dos arcos fajones. Con el tiempo, en el gótico flamígero, las bóvedas de crucería aumentan el número de nervios y se van complicando originando bóvedas estrelladas. Se diversifican los tipos de arcos: carpanel, escarzano y conopial.

Bóvedas de Crucería y Arbotantes

Los nervios de la bóveda se prolongan por el muro y los pilares. Los nervios convertidos en finísimas columnas reciben el nombre de baquetones. El pilar compuesto ya no tiene capiteles independientes, como ocurría en el románico, sino que una especie de friso corrido o banda recorre el haz de baquetones uniéndolos. Mientras que los empujes verticales son absorbidos por los baquetones, los laterales se llevan al exterior a través de los arbotantes. Se trata de arcos que nacen a la altura del arranque de la bóveda y se apoyan en contrafuertes. Para evitar que los contrafuertes se desplacen lateralmente se asientan y estabilizan verticalmente mediante pináculos, pilares piramidales.

Luz y Verticalidad

Al no recibir descargas, el muro puede ser delgado e incluso perforarse por completo con grandes ventanales con vidrieras. Las iglesias góticas reciben gran cantidad de luz por las vidrieras, lo que unido a la altura de las naves y a la sensación de verticalidad, origina unos interiores de enorme espiritualidad y simbolismo.

Escultura Gótica

El naturalismo es el rasgo más característico y el que más la diferencia de la románica. Al contrario que en la escultura románica, de carácter simbólico, se intenta crear sensación de realidad tanto en las formas como en los sentimientos de los personajes, que se relacionan entre ellos y abandonan el hieratismo. La escultura gótica sigue supeditada a la arquitectura aunque con el tiempo aparece separada del muro llegando a ser exenta. Las portadas de las catedrales concentran la mayoría de las obras. Además de las fachadas, empiezan a esculpirse las sillerías de los coros, retablos y sepulcros.

Temática y Estilos

A los temas de tradición románica, como el Pantocrátor o el Juicio Final, se unen otros relacionados con la humanización de la divinidad. En la anterior época se trataba de influir temor a través de un dios terrible e implacable en su justicia, ahora se intenta atraer al fiel mediante un dios amable que sufre como los seres humanos. Cambia la apariencia de los crucificados. Se representa a Jesús sufriendo en la cruz. El cuerpo cae en forma pesada, la corona de rey se sustituye por la de espinas.

Mientras el modelo francés se extiende por toda Europa, en Italia prevalece una fuerte influencia clásica. Por ejemplo, el púlpito del Baptisterio de Pisa, creación de Nicola Pisano, con relieves de influencia tardorromana. En Europa se diferencian tres etapas:

• En el siglo XIII se mantiene cierta severidad, se busca la idealización de las imágenes.
• La segunda etapa se desarrolla durante el siglo XIV y recibe el nombre de Gótico internacional. Se caracteriza por el amaneramiento de las figuras, estas se alargan y en ellas predominan los trazados curvilíneos, especialmente en ropajes, en los que aparecen plegados sinuosos. También existe un interés por resaltar lo anecdótico y por imprimir sentimientos a las obras.
• Durante el siglo XV, el sentimiento deriva hacia el patetismo y las imágenes son más voluminosas. El interés por captar la iluminación de los rostros da lugar a la aparición del retrato.

Pintura Gótica

Coincide con la escultura en el naturalismo, la humanización de la divinidad y la estilización de las figuras. Se desarrolla la pintura sobre tabla, frente al mural. Los muros ya no pueden albergar pinturas, entonces el arte pictórico se traslada a la tabla de madera, soporte totalmente exento. La desaparición de los muros da lugar al desarrollo de la vidriera. La profusión de la pintura sobre tabla se relaciona con el desarrollo de los retablos. Según el número de piezas reciben distintos nombres. La perspectiva no interesa, los cuadros tienen un fondo plano en color dorado.

La Pintura Gótica Mediterránea

En Italia se mantuvo la pintura mural, aunque también se pintó sobre tabla. Se distinguen claramente dos escuelas: la escuela de Florencia y la de Siena (pintura italiana del Trecento).

La Escuela de Florencia: Giotto

Se define por la tridimensionalidad, a través de la perspectiva y el volumen. Su mayor representante, Giotto, es considerado el iniciador de la pintura moderna. En la pintura de Giotto ya no vamos a encontrar representaciones simbólicas. Intenta transmitir ilusión óptica de profundidad espacial y dota de sentimientos a los personajes mediante la gesticulación.

La Escuela de Siena: Simone Martini

Se caracteriza por la fusión de la influencia francesa con la bizantina. La Anunciación de Simone Martini es uno de los máximos exponentes: sobre un fondo dorado de tradición bizantina, se sitúan los personajes en un mismo plano.

La Pintura Flamenca (Óleo)

En el siglo XV se desarrolló una pintura relacionada con el auge de la burguesía comerciante. Los burgueses demandaban el retrato. Se alcanzó un extraordinario realismo al representar hasta los más íntimos detalles. Esta minuciosidad fue posible gracias al uso de la pintura al óleo. Es muy característico de los pintores flamencos realizar trípticos con puertas pintadas por las dos caras.