El Arte Gótico: Historia, Arquitectura y la Catedral

1. El Contexto Histórico del Arte Gótico

El nombre de arte gótico fue utilizado por primera vez en el siglo XVI por el historiador del arte Vasari, quien erróneamente lo creyó originario de los godos (el término tenía un sentido despectivo).

Este arte se desarrolló entre los siglos XIII y XV, durante la Baja Edad Media. Surgió en un momento de resurgimiento de la vida urbana en Europa Occidental, paralelo al desarrollo de la burguesía (comerciantes y artesanos) que, al vivir y trabajar en las ciudades, escapaban del control de los señores feudales (arte urbano frente a arte rural).

El desarrollo del comercio permitió la aparición de nuevas formas de riqueza, independientes de la posesión de la tierra, como el comercio o la artesanía, que hicieron posible el aumento del capital monetario.

En consecuencia, frente al arte románico, aristocrático y monástico, el arte gótico será urbano y burgués. Los laicos adquieren un papel mayor en la construcción de las catedrales, disminuyendo la influencia artística del clero.

La influencia de la burguesía se nota también en la secularización de la cultura. Además, el cristianismo se convierte cada vez más en una religión popular y humana. La mística, las órdenes mendicantes y las herejías son síntomas de este cambio.

Gracias a Santo Tomás de Aquino y, sobre todo, a San Francisco de Asís, cambia la percepción del hombre sobre el mundo. Toda realidad se relaciona directamente con Dios, todo expresa lo divino, por lo que el arte adquiere un valor y sentido propios.

Se produce un avance hacia el naturalismo, perceptible en la representación del hombre. Aparece una concepción artística nueva, opuesta a la abstracción y a los estereotipos románicos. Es asombroso el paso de la percepción de la humanidad como una totalidad (elegidos y condenados) a otra que acentúa los rasgos individuales, surgiendo una nueva sensibilidad para la vida común, lo trivial y lo cotidiano.

2. La Arquitectura Gótica: Características Generales y la Catedral

La arquitectura gótica se caracteriza por:

  1. La búsqueda de la luz: Se convierte en metáfora de la búsqueda de Dios.
  2. La elevación: Se construyen edificios que se elevan hacia el cielo, como el alma del cristiano debe elevarse hacia Dios.
  3. El predominio del vano sobre el muro: El muro pierde su función de soporte para ser mero cerramiento, sustituido por vidrieras que permiten que la luz, fragmentada en colores, invada el interior.
  4. Columnas delgadas: Se convierten en finísimos baquetones, acentuando la elevación.
  5. Arco apuntado u ojival: Contribuye a la verticalidad.
  6. Bóveda de crucería u ojival de nervios: Descompuesta en arcos diagonales (esqueleto) y plementos (paños que cierran la bóveda). Los empujes se concentran en cuatro puntos, permitiendo abrir el espacio entre ellos.
  7. Evolución de la bóveda: De la cuatripartita (cuatro plementos) a la de terceletes y, finalmente, a la estrellada.
  8. Transformación de los soportes: Las columnas aumentan en número y disminuyen en grosor, convirtiéndose en baquetones.
  9. Arbotantes: Arcos que conducen el peso de la cubierta hasta los contrafuertes, recogen el agua de lluvia y la conducen lejos del muro a través de las gárgolas.
  10. Pináculos: Rematan los contrafuertes, acentuando el efecto ascendente.

En cuanto a la decoración, el gótico innova con:

  • Temas geométricos: Tracería gótica con círculos o triángulos curvos, decorados con arcos.
  • Decoración vegetal: Abundante, con un fuerte naturalismo.
  • Decoración animal: Naturalista, con algunos monstruos fantásticos.

La decoración se concentra en puertas, ventanas y claustros, cubriendo capiteles, frisos y arquivoltas. Los capiteles pierden importancia, mientras que las sillerías de coro, los ventanales y los retablos ganan protagonismo.

La Catedral

La catedral, en su entorno urbano, es el edificio gótico más importante. Además de las características generales, presenta las siguientes peculiaridades:

  • Planta: Longitudinal, de 3 o 5 naves y crucero. Novedades en la cabecera: presbiterio, girola (sencilla o doble) con capillas radiales, y ábsides y absidiolos poligonales.
  • Alzado: Diferencia de altura entre la nave central y las laterales. El triforio sustituye a las tribunas románicas, abriéndose al interior y, posteriormente, al exterior. Grandes ventanales iluminan el interior.
  • Fachada principal: Triple pórtico abocinado con gabletes, friso de estatuas, rosetón circular y arquería.
  • Torres: Flanquean la fachada, con basamento cúbico, campanario poligonal y remate en terraza o forma piramidal.