El Arte Románico
El Románico fue un estilo artístico internacional que se desarrolló principalmente durante el siglo XI. Este periodo se caracterizó por una relativa tranquilidad política y el comienzo del feudalismo. A nivel religioso, la Iglesia se consolidó como el máximo poder y el principal foco cultural. Su supremacía se vio reforzada por el temor al Apocalipsis del año 1000. Los monasterios, especialmente tras la fundación de la Orden Benedictina en el siglo VI, experimentaron un gran auge en el medio rural. Los monjes benedictinos seguían la regla “Ora et labora” y debían cumplir tres votos: obediencia, castidad y pobreza. En el siglo XI, la reforma cluniacense, impulsada por San Bernardo de Claraval desde el monasterio de Cluny, buscó contrarrestar el enriquecimiento de la Iglesia. Se reactivaron las grandes rutas de peregrinación a Roma y Tierra Santa, a las que se sumó la de Santiago de Compostela. El culto a las reliquias de mártires y santos se extendió por toda Europa, generando importantes ingresos económicos para las iglesias que las poseían.
El Románico se divide en tres etapas: Primer Románico (finales del siglo X y principios del XI), Románico Pleno (finales del XI y mediados del XII) y Tardorrománico (mediados del XII y principios del XIII). El arte románico es esencialmente religioso, didáctico y propagandístico, utilizado por la Iglesia para educar a la población. Los conjuntos arquitectónicos más comunes son templos, iglesias y monasterios. La escultura y la pintura están integradas en la arquitectura.
Arquitectura Románica
La arquitectura románica se caracteriza por el uso de la piedra de cantería, con aparejo regular en las zonas importantes, unido con argamasa y ripios. Las plantas más usuales son la basilical con tres naves, la de cruz latina con transepto y la de peregrinación, en la que las naves rodean el ábside, formando un deambulatorio. Las capillas en el ábside se denominan absidiolos. Los elementos sustentantes son columnas o pilares, siendo los más comunes el pilar rectangular con semicolumnas adosadas y el pilar cruciforme. Los muros son anchos y con pocos vanos, lo que genera edificios oscuros. Se utilizan contrafuertes exteriores, pechinas y trompas para sostener las bóvedas. Entre los tipos de bóvedas destacan la de arista, la de cañón con arcos fajones, la de cuarto de cañón (para corredores) y la de cuarto de esfera (para capillas o ábsides). Las iglesias suelen tener un pórtico con un tímpano apoyado sobre un dintel, que a su vez descansa en un parteluz. El pórtico se completa con jambas, fuste, capitel y arquivolta, y a menudo presenta abocinamiento.
Monasterios
El antecedente de los monasterios románicos es el de Saint Gall, del Imperio Carolingio. El Monasterio de Cluny estableció el modelo de vida monacal en la Edad Media. Dentro del monasterio, las partes más importantes son el templo y el claustro. Aunque el de Cluny no se conserva, se sabe que era de grandes dimensiones y tenía dos transeptos. La iglesia se dividía en una parte pública y otra privada para los monjes, donde se encontraba el coro, un elemento estructural delante del altar para el rezo. Otras estancias del monasterio eran el refectorio (comedor), la sala capitular (para la organización del monasterio), la cilla (almacén de comida) y el scriptorium (biblioteca).
Francia
Abadía de Cluny
Situada en Borgoña, fue el centro de la reforma monacal.
Catedral Santa Magdalena de Vézelay
También en Borgoña, su fachada se divide en dos cuerpos y tres calles. El cuerpo inferior tiene tres pórticos que coinciden con las tres naves. El pórtico central, el más grande, presenta decoración en el tímpano y un parteluz. El cuerpo superior tiene vanos de diferente altura para la iluminación directa de los primeros tramos de la nave, así como vanos ciegos. La calle central está rematada por un arco apuntado con figuración escultórica. La calle lateral derecha termina en una torre, mientras que la izquierda carece de ella. En el interior, la bóveda de medio cañón con arcos fajones presenta bicromía. Los pilares son cruciformes, flanqueados por cuatro columnas, y los capiteles son figurativos con decoración cristiana.
Santa Fe de Conques
Tiene planta de peregrinación con absidiolos, cimborrio y tribuna sobre las naves laterales.
San Sernin de Toulouse
La torre se encuentra en el crucero. La fachada principal tiene dos pórticos en la calle central, coronada por un rosetón. La catedral tiene cinco calles y tres cuerpos. En el interior, la nave central presenta una bóveda de medio cañón con arcos fajones, y las naves laterales, bóvedas de arista. También tiene tribuna.
San Trófimo de Arlés
Catedral de Angulema
Tiene planta de cruz latina y una sucesión de tres cúpulas de media naranja, más la del crucero, que tiene un tambor con ventanas.
España
La arquitectura románica en España se divide en tres etapas: Románico Catalán, Románico del Camino de Santiago y Románico. Además de la arquitectura religiosa, también hay ejemplos de arquitectura civil (palacios) y militar (murallas y castillos). El Románico entró en España por los Pirineos, centrándose inicialmente en Cataluña, y luego se difundió de este a oeste por el norte, asentándose en los territorios reconquistados por los cristianos.
Románico Catalán
Influenciado por los maestros de obras de Lombardía, que entraron por los Pirineos.
San Vicente de Cardona
Construida en el siglo X, destaca por la pureza de líneas y la austeridad decorativa. Tiene planta basilical con un transepto apenas desarrollado, un ábside y dos capillas o sacristías laterales. Incorpora una tribuna en las naves laterales. La bóveda es de medio cañón con arcos fajones, y los pilares son cruciformes con columnas adosadas. Las naves laterales tienen bóvedas de arista. Hay contrafuertes para sustentar el conjunto y una cúpula de media naranja con cimborrio. Predomina el muro sobre el vano, lo que genera una escasa iluminación. Los arcos ciegos que decoran el exterior del ábside son de influencia lombarda.
San Clemente de Tahull
Destaca por su torre campanario anexa a la cabecera, desproporcionada en altura con respecto a la iglesia. Los arcos decorativos de la torre son de influencia normanda. Predomina el muro sobre el vano.
Románico del Camino de Santiago
Con influencia francesa, se extendió gracias al Camino de Santiago.
San Martín de Frómista
En Palencia, construida a mediados del siglo XI y reconstruida en el siglo XXI. Tiene planta basilical de tres naves rematadas en ábsides semicirculares, con un transepto tan alto como la nave central, pero que no sobresale en planta. Al no tener tribuna, su altura es más reducida. Tiene un cimborrio octogonal sobre el crucero y dos torres campanario cilíndricas. Los vanos son escasos, con arcos de medio punto y arquivoltas. Tiene un pórtico lateral y un alero poco común sobre este. La cúpula se sostiene con trompas.
Catedral de Jaca
Construida en 1054 y posteriormente reconstruida. Tiene planta basilical de tres naves, pilares cruciformes, bóveda de medio cañón con arcos fajones y arcos entrecruzados. El claustro se sitúa a la izquierda.
Catedral de Santiago de Compostela
Conocemos la historia de la catedral gracias al Codex Calixtinus. La construcción de la gran catedral fue iniciada por Diego Peláez en 1075, pero se detuvo en 1088 por falta de fondos. El obispo Diego Gelmírez retomó las obras en 1093 con el apoyo del rey, y se terminó en menos de 30 años. Cumple todas las características principales del estilo románico: bóveda de medio cañón con arcos fajones apoyados en columnas adosadas y contrafuertes exteriores. Presenta una tribuna que servía de cobijo a los peregrinos. El botafumeiro se encuentra en el transepto y se utiliza para purificar el aire. Tiene planta de peregrinación y un deambulatorio en el ábside. La fachada occidental original representa el Juicio Final, mientras que la cabecera oriental simboliza el nacimiento de Jesús. La fachada sur es cálida y optimista, y la norte, fría y oculta. El módulo es un tramo de la nave lateral, lo que proporciona armonía visual. En la cripta bajo el altar mayor se encuentra la tumba de Santiago. Posteriormente se añadió una fachada barroca que oculta la románica.
Románico
San Isidoro de León
Planta de cruz latina. La entrada es lateral y cumple las características principales del estilo.
Catedral de Zamora
Ha sufrido muchas transformaciones. Destaca la cúpula gallonada de tipo bizantino sobre el crucero, semiesférica, sobre tambor y pechinas, en lugar de trompas.
San Esteban de Segovia
Por influencia del arte prerrománico, tiene una galería porticada y una torre campanario rectangular con arcos de medio punto, similar a lo visto en el arte mudéjar y en San Clemente de Tahull.
Italia
Influencia de elementos arquitectónicos clásicos. Sencillez en la composición de plantas y fachadas. Uso de paneles de mármol de colores para decorar las fachadas.
Catedral de Pisa
Conjunto de tres edificios independientes: baptisterio, catedral y campanario (la famosa torre inclinada). El exterior de la catedral consta de tres vanos adintelados coronados con arcos de medio punto, y sobre estos, una superposición de galerías de arcos de medio punto. La estructura recuerda a la de los templos clásicos, con forma rectangular y frontón. El exterior está recubierto de paneles de mármol.
San Miniato al Monte
En Florencia. Al igual que el grupo pisano, el Románico florentino emplea la columna de tipo clásico y la cubierta de madera. Se diferencia por la ausencia de galerías de arcos vivos en la fachada y por el uso de mármoles de diferentes colores que definen formas geométricas de gran armonía. Esta basílica del siglo XII fue un referente para la arquitectura del primer Renacimiento.
Catedral de Parma
Construida tras el terremoto de 1117. Presenta una superposición de tres galerías, ejemplo del románico lombardo. Destaca el interés por la plasticidad del muro, con una decoración sobria de arquillos ciegos y lesenas (bandas lombardas), galerías abiertas en la fachada principal, porches con columnas exentas que descansan sobre leones o animales fantásticos, de clara influencia clásica, y elevados campanarios.
Inglaterra
Catedral de Ely y Catedral de Durham.
Alemania
Abadía de Santa María de Laach y Catedral de Espira.
Escultura Románica
Las características generales de la escultura románica son: el acondicionamiento al marco arquitectónico, la yuxtaposición de figuras, los ropajes que no dejan traslucir la anatomía, la desproporción, la colocación espacial incorrecta, la isocefalia y la falta de naturalismo. La escultura está subordinada a la arquitectura, especialmente en los pórticos, y tiene una intención didáctica. Las figuras son alargadas, con un canon estilizado, hieráticas y con rasgos muy marcados, lo que les confiere cierto expresionismo. La escultura buscaba transmitir ideas a los fieles iletrados, representando el mal con demonios y los pecados como la lujuria y la avaricia. Los capiteles también pueden presentar decoración.
Francia
San Pedro de Moissac (1100-1115)
En la portada se representa el Juicio Final. En el tímpano, Cristo entronizado ocupa el lugar central, aplicando la ley de jerarquización. A su lado se encuentran los tetramorfos, yuxtapuestos entre sí. Debajo de Cristo, los veinticuatro ancianos del Apocalipsis (a veces representados como músicos) se distribuyen simétricamente en tres franjas horizontales separadas por una cenefa en forma de olas del mar, adaptándose al marco arquitectónico. A la derecha de Cristo están los salvados y a la izquierda los condenados. En el dintel, círculos de fuego aluden al infierno.
Santa Fe de Conques
El dintel y el tímpano componen la misma escena, dividida en frisos superpuestos. Cristo entronizado preside la escena, con una mandorla que simboliza la luz. A su derecha se encuentran los cuatro evangelistas y otros personajes ordenados, creando una composición simétrica. A la izquierda, en cambio, reina el caos, representando el mal. En los dos frisos se distingue el juicio en la parte superior y el cielo o el infierno en la inferior. Se aprecia horror vacui en el conjunto.
Tímpano de la Magdalena de Vézelay
A los lados de Cristo se representan los Apóstoles. La superficie del tímpano contiene distintas escenas enmarcadas en cuadros, algo inusual.
Catedral de San Lázaro
La parte inferior alude a los muertos saliendo de la tierra.
España
Monasterio de Ripoll
En Gerona. El muro de la fachada se integra en la decoración de la portada. Se aprecia horror vacui, con figuras que invaden todo el espacio disponible, distribuidas en seis bandas horizontales. En las dos superiores, la visión apocalíptica de Cristo domina el conjunto, flanqueado por ángeles, los tetramorfos, los veinticuatro ancianos, los apóstoles y santos. En las bandas medias se narran pasajes del Antiguo Testamento, y en la inferior aparecen peleas entre animales que simbolizan el bien y el mal. En el pórtico se encuentran San Pedro y San Pablo, y en las arquivoltas se narra su vida.
Santa María la Real de Sangüesa
El tímpano representa el Juicio Final, con Cristo Juez en el centro y de mayor tamaño, rodeado por cuatro ángeles músicos con trompetas. A su derecha, los elegidos, en actitud serena; a su izquierda, los condenados, desnudos. En una esquina de los condenados, San Miguel pesa las almas en una balanza. La banda inferior del tímpano muestra a la Virgen con el Niño en el centro, flanqueada por seis apóstoles a cada lado, separados por arcos de medio punto sobre columnas. Destaca el horror al vacío y la adaptación al marco de las figuras de la banda superior, así como la expresividad de los apóstoles y la Virgen.
Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago
Obra del taller del maestro Mateo, realizada a finales del siglo XII, se considera una obra maestra de la transición del Románico al Gótico. En el tímpano se representa la visión apocalíptica con Cristo, los tetramorfos y los evangelistas. Como novedad, aparecen ángeles con los atributos de la pasión (la columna, la cruz, la corona de espinas, etc.). En la arquivolta están los veinticuatro ancianos y en las jambas, los apóstoles y profetas. En el parteluz, el apóstol Santiago en posición sedente sobre el árbol de Jesé. En la parte posterior hay un autorretrato del maestro Mateo, arrodillado en señal de devoción. Con esta escultura se dio el ritual del “Santo dos Croques”.
Portadas de las Platerías
En la Catedral de Santiago. Tiene añadidos de otras épocas.
Monasterio de Santo Domingo de Silos
En Soria. Presenta dos partes importantes en cuanto a escultura: el claustro y la portada. En el tímpano, Dios Padre con Dios Hijo, y a sus lados, los ángeles. A cada lado encontramos a la Virgen y a San José. En las arquivoltas hay distintas escenas. El claustro tiene decoración en sus columnas pareadas y en los capiteles de los ángulos interiores del patio. Trabajaron dos artistas: uno en el siglo XI, que realizó seis relieves relativos a la muerte de Cristo, y otro a principios del siglo XIII, que representó la Anunciación y el árbol de Jesé.
Capiteles del claustro de San Juan de la Peña
En Huesca. Trabajaron dos escultores diferentes, uno de ellos conocido como el maestro de San Juan de la Peña. Las columnas son cuádruples. Los capiteles presentan todas las características formales del relieve románico: antinaturalismo, horror al vacío, simplificación de la escena, esquematización y adaptación de las figuras a la forma piramidal invertida del capitel.
La escultura exenta se usaba para decorar el ábside de las capillas, los altares, etc. Podía ser de madera, mármol y, en menor medida, marfil. Las esculturas solían representar a la Virgen y a Cristo.
Pintura Románica
La pintura románica también estuvo fuertemente supeditada a la arquitectura. Las dos principales manifestaciones fueron la pintura mural al fresco, que decoraba muros, bóvedas y ábsides de las iglesias, y la pintura al temple sobre tabla (con clara de huevo como aglutinante). Predominó la temática religiosa, con un uso frecuente de iconografía simbólica o alegórica. Las características de esta pintura son la función didáctica, la adaptación al marco, el horror al vacío, el tratamiento antinatural de las figuras, la carencia de profundidad espacial y de perspectiva, la nula representación de la luz y el volumen (pintura plana), los colores oscuros y la indistinción entre espacio interior y exterior.
España
La pintura mural se deteriora con el paso del tiempo, y en aquella época el patrimonio artístico no se cuidaba, por lo que en España se conservan pocas obras.
San Isidoro de León
Sus murales presentan las características mencionadas anteriormente. En uno de ellos encontramos a Cristo entronizado con la mandorla mística. Hay decoración pictórica en la parte superior de las bóvedas. En la Anunciación a los pastores, la representación espacial es antinaturalista. También hay otras escenas, como la Degollación de los Inocentes.
Ábside de San Clemente de Tahull
En el ábside, Cristo entronizado bendiciendo, con aureola y mandorla, está rodeado por evangelistas y santos. Se busca la belleza formal a partir de la simetría. Un ábside secundario muestra la escena de la Virgen con el Niño y los Reyes Magos.
Santa Margarita de Sescorts
La figura central es la Virgen con el Niño, y a sus lados se representa la vida de Santa Margarita.
Santa Cruz de Maderuelo
Presenta decoración en todas las superficies y en el altar. Un detalle de la composición es Adán y Eva. Los contornos son oscuros y hay ingravidez. Los personajes se adaptan al marco, con descoyuntamiento de algunas articulaciones. Hay geometrización en toda la obra.
San Baudelio de Berlanga
Tiene un estilo más arcaico.