El Arte Romano y Musulmán en la Península Ibérica: Un Recorrido por la Historia

La Escultura Romana

La escultura romana estaba subordinada a la arquitectura. Se destacan las esculturas exentas para plazas y edificios, y los relieves para decorar distintas construcciones. Los materiales utilizados fueron la piedra, sobre todo el mármol, y el bronce. Los tipos de esculturas fueron los retratos, las reproducciones de obras griegas y los relieves.

El Retrato

En Roma, el retrato adquirió su mayor desarrollo y un marcado realismo. El retrato romano concentró toda la fuerza en las facciones del rostro, preocupándose por reflejar los rasgos con fidelidad. El resto del cuerpo no era de interés para los artistas. Tres factores explican el realismo del retrato romano:

  • La influencia del arte etrusco: a través de los retratos y los sarcófagos.
  • La costumbre romana del ius imaginum: en las familias patricias existía la costumbre de realizar un retrato de los difuntos para conservar sus efigies.
  • La tradición del retrato helenístico: caracterizado por el naturalismo frente al idealismo de la escultura griega. Ejemplos: el Bruto, el Augusto de Prima Porta y la Estatua ecuestre de Marco Aurelio.

Los Relieves

Otro ámbito destacado es el de los relieves, con los que se decoraban los edificios. Muchos de ellos reflejaban episodios de la historia romana y destacan por el detallismo en la representación de la vida cotidiana: las armas, los edificios, los medios de transporte. Con temática histórica, destacan los que decoran la Columna Trajana y la Columna de Marco Aurelio, ambas en Roma. Otros relieves tenían una temática religiosa o representaban a la familia imperial. Entre estos destacan los relieves del Ara Pacis en Roma.

Las Obras Públicas

Las Calzadas

Para comunicar las ciudades, los romanos construyeron una importante red formada por las calzadas. Su importancia era fundamental, ya que además de comunicar las ciudades, permitían que los ejércitos se movieran y mantenían en contacto los núcleos de explotación económica con los principales puertos y centros comerciales.

Los Puentes

Se construyeron sólidas obras de ingeniería. Entre los puentes más importantes destacan los dos de Mérida y el de Córdoba. Uno de los mejor conservados es el Puente de Alcántara, en Cáceres.

Los Acueductos

Las ciudades disponían de agua corriente gracias a la que conducían los acueductos desde las fuentes hasta las localidades. Entre los acueductos que todavía hoy se contemplan, el más conocido es el de Segovia.

La Arquitectura Bizantina: Rávena y Constantinopla

El arte bizantino se consideró heredero de las formas romanas. La arquitectura bizantina es abovedada y da mucha más importancia al interior que al exterior. Sus características son:

  • Empleo sistemático de las bóvedas: Los arquitectos bizantinos adquirieron pericia a la hora de levantar cúpulas, de tal manera que fueron capaces de edificar cúpulas de proporciones gigantescas, como la de Santa Sofía de Constantinopla.
  • Creación del capitel con cimacio: Fue el capitel más característico del arte bizantino. Además, utilizaron los capiteles clásicos, en los que introdujeron la decoración zoomorfa o la estilización de la decoración vegetal.

Los edificios religiosos seguían en su planta los modelos usados por los primeros cristianos: la planta basilical y la central, que permitía enormes cúpulas. Las muestras más importantes se encuentran en la capital del imperio, Constantinopla, y en Rávena. La obra maestra del arte bizantino es la Basílica de Santa Sofía de Constantinopla, obra clave debido al sistema de pechinas. En Rávena se edificó la Iglesia de San Apolinar en el Puerto. Se trata de un edificio de planta basilical de tres naves separadas por columnas con arcos. Destaca la riqueza decorativa del mosaico del ábside, al que precede un arco de triunfo.

La Arquitectura Califal

El Islam se inició con la huida de Mahoma de La Meca a Medina en el año 622. Se extendió con rapidez y en poco más de un siglo llegó a dominar desde la península ibérica hasta la India. Los musulmanes establecieron en la península ibérica Al-Ándalus, donde surgió un periodo de esplendor en el arte musulmán con el califato. A este momento corresponden algunos de los edificios más destacados de la ciudad de Córdoba.

Características

  • La utilización preferente del ladrillo frente a la piedra.
  • El uso de columnas delgadas con distintos tipos de capiteles: corintios estilizados, cúbicos, de nido de avispa.
  • La variedad de arcos usados: polilobulados, cruzados, de mocárabes, de herradura apuntado, de herradura. Este último fue el más utilizado, teniendo como característica principal la alternancia de los colores rojo y blanco en sus dovelas.
  • La importancia de la decoración: se utilizaron el yeso, la cerámica de colores y la pintura. Los temas decorativos se realizan a base de motivos geométricos y vegetales, ya que la representación de las figuras humanas estaba prohibida por la religión. También se realizaban inscripciones.
  • El edificio más importante era la mezquita, lugar de oración y escuela donde aprender las enseñanzas del Corán.
  • El uso para cubrir los edificios tanto de la madera como de las estructuras abovedadas, lo que tuvo gran influencia en la arquitectura cristiana.

La Ciudad de Madinat al-Zahra

Esta ciudad fue fundada por Abd al-Rahman III a escasa distancia de Córdoba. Tuvo una existencia efímera, ya que fue abandonada tras las revueltas civiles, lo que la convirtió en cantera tanto para musulmanes como para cristianos. La ciudad tenía planta rectangular y estaba rodeada de murallas con torres cuadradas. Se disponía en terrazas: la más elevada ocupaba el alcázar y la inferior la medina. Al este se encontraba la mezquita y fuera de las murallas quedaban los barrios y huertos.

La Decadencia del Arte Califal

Con la crisis del califato, un nuevo sistema de poder tomó cuerpo. Además, los reinos cristianos avanzaban en sus conquistas, contribuyendo al debilitamiento del poder musulmán. Entre estas ciudades destacó Zaragoza, donde se conservan los restos del Palacio de la Aljafería, el lugar en el que vivía la dinastía reinante. El estilo de este palacio sigue las líneas del arte califal, aunque la decoración es más recargada aún.

La Arquitectura Almohade

A mediados del siglo XII, los almohades, una dinastía bereber del sur de Marruecos, invadieron la península y volvieron a unir Al-Ándalus por un breve espacio. Surgió un nuevo arte islámico, que prescindiría de la riqueza decorativa, tendiendo a una mayor austeridad y sencillez. En lugar de los recargados motivos vegetales, impondrían una decoración basada en redes de rombos. Del arte califal tomarían los arcos de herradura apuntados y lobulados. Se promovería ahora una política de grandes construcciones: se edificaron mezquitas y fortificaciones. Sevilla se convirtió en la capital de los almohades. En ella construyeron la gran mezquita, enorme pero sin novedades constructivas, que fue derribada para construir un templo cristiano.

La Arquitectura Nazarí

Las campañas militares del rey de Castilla Fernando III fueron reduciendo los territorios musulmanes. En la segunda mitad del siglo XIII, la presencia musulmana se redujo al reino nazarí de Granada. Con este reino, surge una nueva etapa de esplendor en el arte musulmán.

Características

  • La abundante decoración: las paredes se cubren de yeserías y de cerámica vidriada.
  • En el interior, la mayoría de los arcos son falsos, es decir, tienen función decorativa, por ello se realizan en materiales ligeros como el yeso. Los arcos exteriores sí ejercen su función constructiva y suelen ser de herradura apuntados.
  • Aparece un tipo de columna característico que tiene un fuste cilíndrico muy fino decorado en la parte superior con anillas. El capitel se recubre con mocárabes o con decoración vegetal.
  • Se utilizan las falsas cúpulas decoradas con mocárabes y las cubiertas de madera con decoración de lacería.