El Modernismo: Arte, Arquitectura y Sociedad a Finales del Siglo XIX

Introducción

A finales del siglo XIX surgió el Modernismo, un movimiento de expresión e innovación en la arquitectura que se extendió a las artes decorativas. Los arquitectos modernistas, buscando la obra de arte integral, diseñaban todos los componentes del edificio (escaleras, puertas, rejas, balcones, etc.).

El Modernismo rompe con la tradición historicista y defiende una estética original. Parte del principio de que solo formas nuevas, en las que los nuevos materiales (en especial el hierro) son esenciales, pueden responder a la sociedad moderna. Su estilo se caracteriza por:

  • La fantasía y la exuberancia decorativa.
  • El empleo de formas vegetales de la naturaleza.
  • El gusto por las líneas ondulantes y curvas.
  • La utilización de motivos cónicos y estilísticos del arte japonés.

Es un arte de élite, un signo de distinción social.

Precedentes

Los precedentes del Art Nouveau hay que buscarlos en Inglaterra en el movimiento de artistas y diseñadores Arts and Crafts (artes y oficios). William Morris reivindica una estética utilitaria, la belleza en el objeto cotidiano.

En 1882, Mackmurdo funda Century Guild (el gremio del siglo), una asociación de arquitectos con el fin de extender el arte a la industria. Sus diseños abarcaban gran variedad de materiales. Las artes aplicadas se abrían un espacio entre las obras de arte.

El Modernismo en España

Antonio Gaudí

El Modernismo en España se desarrolla fundamentalmente en Cataluña a finales del siglo XIX. La figura que destaca es Antonio Gaudí, cuyas propuestas fueron totalmente originales, alejándose del Modernismo europeo e incluso del catalán. Su obra puede dividirse en dos etapas:

Primera etapa: Historicista

Vuelve la mirada al arte mudéjar y al gótico, como muestra en la fachada de la Casa Vicens en Barcelona, donde juega con la decoración de los azulejos de colores y los arcos que recuerdan a los arcos de herradura de la arquitectura mudéjar. Los arcos empleados en el interior del Colegio Teresiano de Barcelona son un recuerdo de los arcos apuntados del gótico.

Segunda etapa: Naturalista

Se despega de la arquitectura historicista y vuelve su mirada a las formas y detalles de la naturaleza que traslada a sus obras como si fueran seres vivos.

Dos circunstancias favorecieron su trayectoria arquitectónica:

  1. Relación con la familia Güell: Construyó el Palacio Güell, una edificación sobria en el exterior pero con un patio central cubierto con una doble cúpula que asemeja un baldaquino ingrávido y cubierto de decoración fascinante. Sus obras para dicha familia culminaron con la ordenación del Parque Güell. Tras aislar el terreno, trazó los caminos interiores sin destruir la naturaleza del lugar, construyendo puentes y viaductos que salvaran los desniveles del terreno y adaptando muros o columnas a la geología.
  2. Transformación del Paseo de Gràcia: Comenzó a intervenir entre 1904 y 1906 en la gran avenida de la nueva Barcelona. En 1904 empezó a remodelar la Casa Batlló, transformando completamente el edificio original. Rediseñó la fachada y, sobre todo, la primera planta, que era la vivienda del propietario. El edificio resalta por sus líneas curvas y sinuosas que hacen de él un ente vivo. Recubrió el muro con cerámica y cristales de colores, haciendo que la incidencia de la luz varíe las tonalidades y cree un aspecto de magia y ensoñación. El tejado irregular cubierto de escamas recuerda a un animal fabuloso, inspirado en la leyenda de San Jorge y el dragón. La cornisa está hecha como si fuera el espinazo, como una parte del esqueleto. Los balcones altos tienen balaustradas metálicas que parecen formas óseas, mientras que los del piso principal presentan formas blandas y casi cartilaginosas. La chimenea semeja la espada del santo que venció al dragón. El interior de la casa reúne múltiples detalles decorativos.

Casa Milà (La Pedrera)

En 1906 comenzó la obra de la Casa Milà, concebida entre dos patios interiores con la fachada constituida por una serie de células irregulares. Para crear estos espacios fue necesario adoptar una estructura de gruesos pilares sustentantes muy avanzada para la época. Las formas seguían siendo ondulantes, pero en vez de la leve fluidez típica del Art Nouveau, la fachada se mostraba como una montaña de piedra rugosa, llena de huecos e invadida por agresivos “arbustos de hierro”. Es un edificio que quiere resaltar la naturaleza geológica de la montaña y de la cantera que había en el lugar, por lo que se la conoce también con el nombre de La Pedrera. En la techumbre desarrolló un paisaje abstracto con formas que recuerdan al fuego y donde se resalta la idea de expresividad monumental.

Sagrada Familia

En la última parte de su vida, Gaudí estuvo vinculado únicamente al templo de la Sagrada Familia. El proyecto inicial de Francisco del Villar se abandonó y fue en 1884 cuando se encargó a Gaudí. Siete años después estaban trazadas las líneas maestras. La imagen muestra la construcción de una iglesia de aspecto vertical cuya construcción ha sido completada con una profusa decoración en los muros. La sinuosidad de las formas y la fantasía la caracterizan como la Sagrada Familia de Gaudí, en Barcelona, un edificio que superó las propuestas modernistas. Se encuentra, como hemos dicho, en Barcelona, la ciudad más desarrollada de la Península en el momento. La riqueza de la burguesía permitió el encargo de numerosas obras de Gaudí. A la vez, la iglesia, que veía una progresiva laicización de la sociedad, encargó este enorme proyecto para llamar la atención de los fieles cristianos en la ciudad.

En primer lugar, la Sagrada Familia es de planta de cruz latina de cinco naves con tres pórticos, cuya cabecera está rodeada de siete capillas y un claustro que permite rodear todo el perímetro del templo. Podemos observar en la vista exterior una multitud de torres de contenidos simbólicos cuyo exterior Gaudí imaginó que se recubriría con azulejos y se pintaría con policromía brillante. Se trata de una utopía arquitectónica colosal llena de imaginación. Dichas torres son de diferentes alturas. La estructura de la iglesia está difuminada por la decoración escultórica de los propios muros. Las formas sinuosas recorren cada parte del edificio. Las técnicas constructivas son básicamente tradicionales, utilizándose materiales como el hormigón y la mampostería. Podemos ver una influencia goticista. La finalidad del templo era eminentemente religiosa, como la intención de atracción de fieles y de exposición de la fuerza de la Iglesia.

En su construcción, Gaudí pretendía utilizar las 18 torres para combinar el sonido de las campanas, estudiando las posibilidades musicales de la iglesia y combinando ese sonido con el de un órgano enorme cuyos tubos estarían en la fachada de poniente. El sonido sería de tal magnitud que se escucharía en toda la ciudad, una idea wagneriana del arte total.

Cuando Gaudí murió en 1926 fue enterrado en la cripta de la Sagrada Familia, su último proyecto que quedó sin terminar.

Contexto Histórico

Desde las revoluciones de 1848 se produce la consolidación del sistema social burgués:

  • En Francia, después de la revolución de 1848, se impuso un sistema oligárquico.
  • En Gran Bretaña, conservadores y liberales se alternaron en el poder en el período de hegemonía internacional.
  • En España, el reinado de Isabel II coincidió con la consolidación del modelo liberal.

Se da un giro hacia el conservadurismo burgués frente a los avances del proletariado, generando la división entre la burguesía y los grupos más desfavorecidos. Surgen nuevas ideologías como:

  • El materialismo histórico, formulado por Marx y Engels, que percibían la historia de la humanidad como una lucha de clases.
  • El anarquismo, formulado por Bakunin, que reclamaba la supresión del Estado.

A partir de 1889 surge la socialdemocracia y se desarrollan nuevas corrientes de pensamiento social y científico como el darwinismo, el positivismo o el evolucionismo.