El Pórtico de la Gloria: Joya Escultórica del Románico Tardío en Santiago de Compostela

El Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela

El Pórtico de la Gloria es un colosal tríptico que adorna los pies de la Catedral de Santiago de Compostela. Localizado en la fachada occidental del templo, está formado por más de doscientas figuras distribuidas en tres arcos que se corresponden con las tres naves de acceso. Todos los arcos descansan sobre columnas que sostienen las figuras de los apóstoles y que conservan en gran medida la policromía original. El conjunto escultórico está realizado en granito y mármol, con una temática bíblica.

Arco Central

El arco central, el más grande y el único con tímpano, está presidido por la gran figura de Cristo en Majestad, que representa el Reino de la Gloria, según el Apocalipsis de San Juan. Rodeando a esta figura se encuentran los cuatro evangelistas, simbolizados en el Tetramorfos1, y a ambos lados, un grupo de ángeles con los símbolos de la Pasión de Jesús. Sobre ellos, numerosas figuras representan al Pueblo de Dios. En las arquivoltas, y en disposición radial, se representan a los veinticuatro ancianos del Apocalipsis con diferentes instrumentos musicales, celebrando la gloria celestial. El parteluz de este arco central es una columna que representa el árbol de Jessé con la genealogía de Jesús, sobre la que está colocada la figura del apóstol Santiago. Este saluda a los peregrinos con la frase evangélica grabada en un pergamino: “Dios me envió”. En la parte posterior del parteluz, de cara al altar, se distingue la efigie del Maestro Mateo, autor del conjunto.

Arcos Laterales

Arco Izquierdo

El arco de la izquierda, entre decoraciones vegetales, presenta a Dios bendiciendo a Adán y Eva, junto a otras figuras del Antiguo Testamento (Noé, Moisés, Abraham, etc.) que miran a Cristo, representado en la clave del arco. Entre las diversas interpretaciones de esta iconografía están: la promesa a Adán y Eva del perdón, el purgatorio, la iglesia de los judíos…

Arco Derecho

El arco de la derecha contiene escenas del infierno, la muerte, la iglesia de los gentiles… con figuras de niños, el demonio y monstruos.

Inscripción y Contexto Histórico-Artístico

Gracias a una inscripción en el dintel del arco central conocemos la fecha y la autoría de esta genial obra románica: “En el año de la Encarnación del Señor, 1188. Era el primer día de abril, los dinteles del portal principal de la iglesia del bienaventurado Santiago fueron colocados por el Maestro Mateo, que dirigió la obra desde sus cimientos”.

La escultura románica estuvo íntimamente ligada a la arquitectura, con la intención no solo de decorar, sino también de adoctrinar a la población analfabeta. El recinto eclesial se transformó en un libro de imágenes, donde portadas y capiteles se convirtieron en soportes escultóricos. En las portadas de las catedrales e iglesias románicas, destaca el tímpano como núcleo escultórico clave, representando a Cristo en Majestad, acompañado por el Tetramorfos1 (símbolo de los cuatro evangelistas). Arquivoltas, jambas, dintel y parteluz eran decorados con relieves geométricos y/o figurativos de tipo religioso o simbólico, como los veinticuatro ancianos del Apocalipsis. En el parteluz, a menudo aparece la imagen de la virgen o santo a quien se dedica el templo. Además del Pórtico de la Gloria, destacan las portadas de las catedrales francesas de Moissac, Vezelay, y la del monasterio de Ripoll en Cataluña.

Características de la Escultura Románica en el Pórtico

Formalmente, en la escultura románica del Pórtico pueden distinguirse las siguientes características:

  • A. Figuras hieráticas, rígidas e inexpresivas.
  • B. Falta de perspectiva y ausencia de fondos arquitectónicos o paisajísticos.
  • C. Adaptación de los personajes al marco arquitectónico.
  • D. Tendencia a rellenar todo el espacio compositivo (Horror vacui o “miedo al vacío”).
  • E. Uso de la perspectiva jerárquica (a mayor importancia del personaje, mayor tamaño).
  • F. Tendencia a la geometrización y simetría de las formas.
  • G. Uso de la policromía (hoy perdida en su gran mayoría).

Esta obra del Maestro Mateo rompe con los moldes rígidos del románico y anuncia la imaginería gótica por el naturalismo e individualismo de los rostros sonrientes, el volumen de las figuras que se despegan de las columnas, y los tratamientos naturalistas de las vestimentas. Los personajes comienzan a independizarse del marco arquitectónico. Sin embargo, perviven el horror vacui, la organización jerárquica y la adaptación al marco. Se puede hablar de una religiosidad más cercana y humana, influenciada por el alejamiento del año mil, que permite una relajación en los temas y supone el comienzo de la transformación gótica. Se produce un avance en la consideración del artista; ya no es un personaje anónimo. El Maestro Mateo era arquitecto y escultor, formado en Ávila y conocedor de las técnicas de construcción francesas (Magdalena de Vézelay, Chartres, Reims). Consiguió romper con la idea del artista itinerante, asentándose en Santiago desde 1168 a 1217. Su arte influyó en obras del Noroeste de España, atribuyéndosele esculturas en la Cámara Santa de Oviedo, San Isidoro de León, la iglesia de San Martín de Noya y el Pórtico del Paraíso de la Catedral de Orense.

El Románico: Primer Estilo Internacional Europeo

El Románico es el primer estilo internacional europeo, con variaciones nacionales y regionales, extendiéndose desde Escandinavia hasta el sur de Italia y el norte de la península Ibérica, incluyendo las Islas Británicas y Europa Central. Se distinguen tres etapas evolutivas:

  • A. Primer románico: finales s. X y s. XI.
  • B. Románico pleno: finales s. XI hasta mediados siglo XII.
  • C. Románico tardío o tardorrománico: mediados s. XII y primeros años del siglo XIII. A este periodo pertenece el Pórtico de la Gloria.

En la península Ibérica, el Románico se extiende por la mitad norte, desde Cataluña a lo largo del Camino de Santiago, que se convierte en una vía para la llegada de formas artísticas europeas.

1 Tetramorfos: representación cristiana de los cuatro evangelistas. Mateo es representado como un hombre alado (naturaleza humana de Cristo), Marcos como león alado (dignidad real), Lucas como buey o ternero alado (sacrificio) y Juan como águila (naturaleza divina).