El Quattrocento Italiano
Durante el siglo XV, Italia se fragmentaba en pequeñas ciudades-estado gobernadas por príncipes y tiranos. La emulación artística entre estos mecenas y su oposición al gótico propagaron el arte humanista por toda Italia. Aparecen en los puestos dirigentes de las disciplinas artísticas Brunelleschi, Alberti, Ghiberti, Donatello y Masaccio.
2.2 Arquitectura: Brunelleschi y Alberti
Filippo Brunelleschi
Comenzó siendo orfebre y escultor, y participó en el concurso para fundir las segundas puertas del Baptisterio de Florencia, que fue adjudicado a Ghiberti. Por esto se fue a Roma para estudiar de cerca la estatua clásica, pero las ruinas de Roma cambian su vocación a la arquitectura.
En 1418 vuelve a participar en un certamen florentino para construir la cúpula de la catedral y lo gana. Su solución consistía en cubrir el tambor octogonal con dos cúpulas superpuestas, encofrando una dentro de otra y dejando una cámara de aire entre ambas estructuras.
Su audacia brilla en sus edificios de nueva planta, conjugando elementos y proporciones romanas con la perspectiva renacentista, que él mismo inventó. Entre los elementos clásicos se decanta por las columnas de fuste liso cuando construye pórticos y basílicas, y por las pilastras estriadas utilizando capiteles corintios de volutas. La proporción viene marcada por la distancia de separación entre soportes. Y como creador de la perspectiva armoniza visualmente las masas en el espacio, graduándose según las leyes ópticas.
Leon Battista Alberti
Es un teórico que representa el saber universal del genio renacentista. Sobresalió en todas las artes desde el atletismo a la música, ideó artilugios mecánicos y tratados a la escultura, a la pintura y a la arquitectura.
En 1446 el comerciante Giovanni Rucellai le encarga un palacio en la vía de la Viña de Florencia, que se convertirá en el prototipo de la mansión ciudadana del Renacimiento. Alberti estima que las casas privadas de los mercaderes deben tener la misma dignidad que los edificios públicos, pero sin ser ostentosas.
El segundo objetivo de Alberti es el templo. Sus primeros trabajos consisten en remodelar edificios medievales con portadas renacentistas. A la basílica de Santa María Novella de Florencia le añadió una fachada de proporciones perfectas. La construcción más importante fue San Andrés de Mantua. La voluntad de introducir elementos de la antigüedad queda patente en su fachada; y la planta es de nave única con capillas entre contrafuertes.
2.3 Escultura: Donatello y Ghiberti
Lorenzo Ghiberti
Fue un orfebre medieval que entusiasmaba al público. Su apego a la tradición del siglo XIV, al virtuosismo técnico, a la ondulación de los pliegues y a la delicadeza de los detalles hará que en 1401 gane el concurso público para construir las segundas puertas del Baptisterio de Florencia, superando a Brunelleschi. Le confiaron también las terceras puertas, que supuso la asimilación de planteamientos clásicos. Los cambios afectaron al diseño, al tratamiento técnico del relieve y a las fuentes de inspiración; y la inauguración del conjunto fue en 1452, recibiendo elogios incluso de Miguel Ángel. También labró estatuas independientes como algunas imágenes de San Juan Bautista.
Donato di Niccoló (Donatello)
Fue el escultor más influyente del siglo XV; sus contemporáneos le consideraron un genio y la crítica posterior le equiparó a Bernini.
En su producción se distinguen tres cualidades y tres épocas. Sus cualidades son el dominio que ejerció sobre todas las técnicas y materiales, la profundidad psicológica para expresar los sentimientos y su imaginación creadora.
En cuanto a las etapas, se distinguen una fase inicial de adolescencia y madurez en Florencia, su estancia en Padua, y el regreso a Florencia donde desarrolla un arte expresivo. Tras trabajar con Brunelleschi y Ghiberti, los primeros trabajos de Donatello en Florencia son estudios psicológicos destinados a decorar los principales edificios góticos de la ciudad, destacando el evangelista San Marcos y el San Jorge. Destacó también por la decoración de la tumba y el púlpito, la escultura de la Magdalena penitente y el Gattamelata.
2.4 Pintura: Fra Angélico, Masaccio, Piero della Francesca, Botticelli
La pintura italiana del siglo XV se mueve en dos direcciones: los artistas interesados por la línea y los preocupados por el volumen. La primera tendencia está representada por el Beato Angélico y Sandro Botticelli; y en la segunda participan Masaccio y Piero della Francesca.
Fra Angélico (Giovanni da Fiesole)
En 1418 ingresó en la Orden de los Predicadores, destacando como iluminador de manuscritos, técnica que dominará sus pinturas y frescos murales. Una representación de esto se puede ver en La Coronación de la Virgen (fresco sobre un muro).
Masaccio (Tommaso di Giovanni)
Es el primer artista que construye con el color, preocupándose del volumen y de los efectos tridimensionales. La historia más famosa pintada por Masaccio será El tributo de la moneda, que se fragmenta en escenas yuxtapuestas. Masaccio manifiesta también el conocimiento de la perspectiva de Brunelleschi, destacando el fresco de la Trinidad.
Piero della Francesca
Contribuirá con su arte a exaltar la capilla familiar de los Bacci, situada en el presbiterio de la basílica de San Francisco que se decora con la historia de la Vera Cruz.
Sandro Botticelli
Tras el fallecimiento de Lorenzo de Médici en 1492, destacó un hombre que fue muy condicionado por la obra de éste, Sandro Botticelli. La pintura que desarrolla es mitológica y tiene contenido moralizante. Para la villa de Castello realiza dos cuadros singulares: La Primavera y El Nacimiento de Venus, que simbolizaban el amor y la belleza.
La Primavera es un horóscopo destinado a celebrar las bodas de su propietario. Ante un bosquecillo de naranjos y flores, Venus, libera las gracias que bailan a su derecha junto a Mercurio, y por otro lado a Flora, situada a la izquierda. En El nacimiento de Venus según la mitología clásica, Venus nació de los testículos de Urano al contacto con el mar, cuando fue castrado por Cronos y Ficino interpretó esta leyenda como el nacimiento de la Belleza en la mente del hombre a través de la fertilización de la divinidad.