Introducción
El precedente de la escultura románica se encuentra en los ensayos prerrománicos y en la escultura oriental, que poseía cierta experiencia grecolatina, pero transformada por elementos cristianos. En el Prerrománico se había cultivado poco la escultura, sobre todo la monumental, que había sido fundamental en el mundo grecorromano. Se había olvidado, por tanto, la tradición escultórica antigua, la tradición clásica, prefiriendo la de pequeñas dimensiones, como marfiles u orfebrería. Durante el Románico, lo que interesa a los escultores es el aspecto intelectual, el mensaje, no el naturalismo, y rechazan la representación fiel de la realidad.
La Escultura Románica: La Portada Románica
La mayor parte de la escultura se concentra en las portadas de las iglesias. En el interior, únicamente se labraban los capiteles de las columnas. La portada del templo no es solo un simple lugar de paso hacia el interior, sino que se trata de un acceso triunfal a la casa de Dios. Las portadas en los edificios románicos suelen ser abocinadas y formadas por una serie de arcos concéntricos que van disminuyendo progresivamente de tamaño conforme se introducen en el muro: las arquivoltas. Las jambas son los elementos verticales que sostienen las arquivoltas. El acceso propiamente dicho suele ser adintelado, dando lugar así al tímpano, espacio comprendido entre el dintel y el arco, que es uno de los lugares preferidos para situar la decoración escultórica, junto a las enjutas del propio arco si este queda enmarcado por otros elementos arquitectónicos. Si el dintel es muy ancho y largo, se refuerza con un soporte central, el parteluz, que también suele estar profusamente decorado con escultura.
Rasgos básicos de la escultura románica
- Ley del marco: Adaptación de la escultura al espacio arquitectónico.
- Función didáctica: La imagen se utiliza para adoctrinar a una población analfabeta, por lo que la temática tiene gran importancia.
- Talla tosca: Con errores y falta de proporción.
- Temas iconográficos: Las fuentes de donde se toman los temas son la Biblia (Apocalipsis de San Juan), los Evangelios Apócrifos, la Leyenda Áurea, Vidas de Santos y los bestiarios (seres fantásticos procedentes de la tradición oriental, con sentido maléfico o benéfico, que se relacionan con el sentimiento de temor milenarista). En las escenas se expresan los terrores del año 1000, pero también elementos fantásticos orientales (monstruos de varias cabezas, seres antropomórficos, etc.).
- Escultura plana: Con volúmenes poco marcados y ausencia de perspectiva en relieves, por lo que la incidencia de la luz es suave.
- Escultura figurativa y antinaturalista: Se rompen proporciones y se vuelve a la jerarquización según la categoría, isocefalia, anatomía incorrecta y muy esquematizada, rigidez, inexpresividad, frontalidad, ropajes cuya única misión es cubrir el cuerpo y de pliegues geométricos, movimientos que resultan poco naturales.
La Escultura Exenta y el Relieve
La escultura exenta románica se reduce a imágenes del Crucificado y de la Virgen con el Niño.
El Crucificado
Como en el mundo bizantino, es de cuatro clavos, con los pies clavados separados, impasible al dolor, rígido, hierático, con expresión solemne, con el cuerpo derecho y los brazos horizontales, está vivo, etc. Los podemos encontrar realizados en marfil, madera o metal. Adopta dos tipologías:
- Cristo en Majestad: Vestido con una larga túnica de mangas y con corona.
- Cristo desnudo: Cubierto solo desde la cintura hasta las rodillas con una faldilla.
La Virgen y el Niño
A la Virgen se la representa sentada, de frente, hierática, con el Niño sentado sobre sus rodillas, también de frente y estático, en actitud de bendecir, con un libro o la bola del mundo en la mano, sin relación alguna entre ambas figuras. Este modelo se denomina Virgen Quiriotisa, Virgen como Trono del Salvador.
Importancia de la escultura en relieve
La importancia de la escultura en relieve, ligada a la arquitectura, no es la misma en todos los países, siendo España y Francia aquellos en los que adquiere un gran desarrollo. La conquista de las distintas partes y espacios de las iglesias por parte de la escultura es un proceso lento, de modo que hasta el último tercio del siglo XI no aparece la portada monumental románica. Será de nuevo el Camino de Santiago el que fomente estas manifestaciones artísticas, por lo que se producen similitudes entre las creaciones de los dos países, quizás debido al carácter itinerante de los artistas de esta época.
La Escultura Románica en España
En España: Las primeras obras aparecen en Cataluña, pero las obras cumbres, al igual que en Francia, surgirán en el Camino de Santiago, siendo una de las primeras el tímpano de la catedral de Jaca, con el Crismón entre leones.
Obra clave es San Isidoro de León con la Portada Meridional o Pórtico del Cordero, con los temas del Cordero Místico y del Sacrificio de Isaac, que posee rasgos de arcaísmo como el relieve plano y el amontonamiento de las figuras. En España no es frecuente la Maiestad o Pantocrátor en mandorla. Aquí la temática es más variada y simbólica. La Portada Septentrional de San Isidoro de León o Portada del Perdón, con el tema del Descendimiento, en esta las figuras son más pequeñas y muestran un mayor espíritu de observación.
La obra capital de este siglo son los Relieves del claustro bajo de Santo Domingo de Silos.
Otro conjunto importante de este momento es la Portada de Platerías de la Catedral de Santiago.
En Navarra destaca la Portada de Sangüesa, de influencia francesa en el alargamiento de las figuras. En el Claustro de San Juan de la Peña destacan las figuras con ojos exagerados, los plegados de los vestidos de trazos caligráficos y las composiciones perfectamente adaptadas al marco; se inicia la transición al gótico en los plegados, expresiones, etc.
Transición al Gótico
A finales del siglo XII, conviviendo con obras formalmente románicas, aparecen los conjuntos escultóricos denominados de transición, cuyos rasgos han sido calificados por algunos historiadores como góticos. Se caracterizan por el mayor volumen de los ropajes, tendencia a un mayor movimiento, anatomías y proporciones más naturales, y mayor expresividad conseguida por el diálogo entre los personajes y el reflejo de sentimientos. Todos estos rasgos nos acercan al naturalismo triunfante en el gótico.
Maestros del Románico Español
Es en este momento cuando aparecen los tres grandes maestros del románico español:
- El maestro de la Cámara Santa de Oviedo.
- El maestro Fruchel, que trabaja en las portadas de San Vicente de Ávila.
- La última gran figura, el maestro Mateo, autor del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela.