Explorando el Arte Medieval: Cluny, Técnicas Pictóricas y la Arquitectura Gótica

El Monasterio de Cluny y la Orden Benedictina

El Monasterio de Cluny, fundado a principios del siglo X, fue el promotor de la orden benedictina. Aunque hoy solo conservamos una pequeña parte de su complejo arquitectónico, sabemos que su templo, perfecto ejemplo de Iglesia de Peregrinación, tenía unas proporciones inmensas: cinco naves, dos transeptos, numerosas capillas y varias torres.

Evolución del Realismo en la Pintura Medieval

A partir del siglo XIII, las figuras adquieren mayor realismo y naturalidad: el hieratismo, la desproporción y el desequilibrio son sustituidos progresivamente por la imitación de la naturaleza. Y, al mismo tiempo, la representación del hombre se humaniza: las figuras se inclinan y giran, reflejan sentimientos, sonríen, se lamentan, sufren, conversan y se comunican entre ellas.

Técnicas Pictóricas Medievales

Respecto a la técnica, el fresco sigue empleándose para decorar los muros; y el temple, que mezcla los pigmentos con clara de huevo, se empleó en la pintura sobre tabla. Para cerrar los enormes claristorios de los templos utilizaron la vidriera, uniendo piezas de vidrio policromado con tiras de plomo; y en la ilustración de los escritos emplearon la miniatura. Pero el material que revolucionó la producción pictórica, el óleo, no llegó hasta finales del periodo. Éste aglutina los pigmentos en aceite, lo que evita su rápido secado y proporciona al artista mucho más tiempo para pintar. Gracias a sus propiedades, el óleo permite aplicar pigmento sobre una superficie ya pintada -se puede rectificar y hacer veladuras- y puede utilizarse con finos pinceles, lo que permite crear imágenes de gran detallismo. En el norte de Europa, donde es inventado a finales del siglo XIV, producirá una verdadera revolución.

Temática en la Pintura Gótica

La temática atravesó igualmente un enorme cambio. Siguió protagonizada por las escenas religiosas, entre las que destaca la imagen de la crucifixión, la Piedad y el Descendimiento de la Cruz. Pero junto a la iconografía cristiana tomó fuerza la temática secular, que fue financiada por una burguesía que entendió el arte como un vehículo para impulsar su estatus social. Es así como en el periodo gótico los pintores comienzan a representar a sus clientes, dando lugar al nuevo género del retrato.

Características de la Arquitectura Gótica

El arco apuntado u ojival sustituye al arco de medio punto. Permite crear espacios más altos al desplazar con más fuerza los empujes de los muros hacia los laterales. Suele estar calado con tracería en su parte superior.

La nueva bóveda de crucería logra concentrar el peso de la plementería en cuatro puntos, que corresponden con los pilares. Con esta revolucionaria invención el muro deja de cumplir una función sustentante, y al ser prescindible, proporciona a los arquitectos la posibilidad de dotar a los edificios de grandes vanos y, por tanto, de luz.

El muro es sustituido por la vidriera, ventana compuesta por piezas de vidrio policromado que muestran imágenes religiosas y dotan al interior del edificio de una luz tamizada por el color.

La tribuna es sustituida por el triforio, galería de menor tamaño.

El alzado de la nave central queda dividida, por tanto, en tres partes: la inferior compuesta por una alta arcada de arcos apuntados; sobre ésta el triforio y en tercer lugar el claristorio o vanos vidriados.

El pilar sigue actuando como elemento sustentante de las pesadas techumbres, y se le añade la utilización de finas columnas adosadas, llamadas baquetones, que sostienen el peso de los nervios de las bóvedas.

En el exterior se añadirán los arbotantes, estructura que transmite los empujes laterales de la bóveda de crucería de la nave central a los contrafuertes.

La planta de cruz latina seguirá siendo la más utilizada, pero la cabecera va a sufrir una transformación fundamental, aumentando su tamaño y complejidad. En general, las iglesias góticas son de mayores proporciones, alcanzando en muchos casos las cinco naves, que son cruzadas por un enorme transepto.

La fachada oeste continúa siendo la parte más atractiva del edificio. En el Gótico suele estar enmarcada por altas torres y presentar en el centro un rosetón, gran vano circular calado. Las fachadas del transepto, al crecer éste en tamaño, también serán trabajadas.

Gracias a los enormes y numerosos vanos, las catedrales se convierten en perfectas reproducciones de la Jerusalén Celeste: los templos se inundan de una luz celestial y divina, acentuada con la policromía de las vidrieras. El recogimiento y la oscuridad que caracterizaban las edificaciones románicas dejan paso a templos espectaculares y luminosos: celestiales.

Al mismo tiempo, la verticalidad será el objetivo perseguido por los arquitectos. Los edificios no sólo alcanzan una altura sorprendente, sino que utilizan una serie de elementos que buscan acentuar la sensación de elevación y verticalidad. Al arco apuntado se le une infinidad de elementos estructurales destinados a estilizar el edificio y acentuar la sensación de su altura. Las ya de por sí altísimas torres son rematadas por grandes agujas caladas. Gabletes, pináculos y flechas convierten a los templos del gótico en edificios que parecen querer acercarse al cielo.

El programa iconográfico del exterior se concentra en la portada, donde figuras religiosas ocupan las arquivoltas y el tímpano de los accesos principales. Gárgolas y animales fantásticos decoran las cornisas. En el interior es en las vidrieras, la sillería de los coros y el retablo donde se muestran escenas figuradas.

La Catedral de Notre Dame de París

La catedral de Notre Dame de París fue levantada siguiendo las mismas pautas que Saint Denis, pero con una mayor proporción. Presenta cinco naves más una hilera de capillas en los laterales, y una doble girola que resuelve el problema de su cubierta con una serie de bóvedas triangulares. La enorme fachada está enmarcada por dos torres y presenta un gran rosetón en el centro.