– ESFINGE: Ser fantástico, con cabeza y pecho humanos y con cuerpo y extremidades de león. En Egipto son símbolos de la divinidad solar con función protectora. Generalmente aparecen avenidas de estos seres ante los templos egipcios del Imperio Nuevo, aunque sus cabezas no son humanas en este caso generalmente, sino que es sustituida por la del animal sagrado de la divinidad titular del templo. La más famosa es la colosal Esfinge de Kefrén en Giza, del Imperio Antiguo, mediados del III milenio a. C., cuya función se cree que era proteger la necrópolis.
– FRONTALISMO o LEY DE LA FRONTALIDAD: El término fue acuñado en 1892 por el teórico y arqueólogo Julius Lange para definir una constante artística propia del arte primitivo en general, y en particular del arte griego arcaico y egipcio, consistente en representar siempre la cara frontal de las figuras, con ausencia de perspectiva, como por ejemplo en la Triada de Mikerinos, del Imperio Antiguo Egipcio, mediados del III milenio a. C. En esta convención artística la línea que pasa por entre las cejas, nariz y ombligo debe dividir el cuerpo en dos mitades simétricas y exactamente contrapesadas, el cuerpo puede inclinarse hacia delante o hacia atrás, pero nunca se aparta de su eje para hacer una flexión lateral. En relieve y pintura suele mostrar la cabeza y las extremidades de perfil y el cuerpo de frente, como en la Pintura mural de la tumba de Nebamun, del Imperio Nuevo Egipcio, mediados del II milenio a C.
– HEMISPEOS: Templo parcialmente excavado en la roca, con una parte al aire libre y otra tallada en el interior de una montaña, como el caso del Templo de la Reina Hatshepsut en Deir-el-Bahari, del Imperio Nuevo Egipcio, mediados del II milenio a. C.
– HIERATISMO: Término que se aplica a las figuras esculpidas o pintadas, en las que predomina una actitud monumental, majestuosa, arcaica y rígida, especialmente al arte egipcio. Ejemplo: Kaaper, Cheik el Beled o Alcalde del pueblo, del Imperio Antiguo Egipcio, mediados del III milenio a. C.
– HIPOGEO: Sepultura subterránea excavada totalmente en la ladera de una montaña. Ejemplo: Hipogeos del Valle de los Reyes, del Imperio Nuevo Egipcio, mediados del II milenio a C. También toda edificación subterránea o bajo tierra.
– HIPÓSTILA: De techumbre sostenida por numerosas columnas. Las salas hipóstilas llegaron a ser uno de los mayores logros de la arquitectura egipcia. Era un recinto de columnas altas y gruesas que formaban un bosque de piedra sosteniendo una cubierta arquitrabada. Generalmente las filas centrales eran más altas que las laterales y el espacio se elevaba en la zona del eje central del templo formando una especie de nave principal. Esto permitía abrir ventanas laterales por las que penetraba la luz, aunque escasa ya que a medida que se accedía al santuario se disminuía la cantidad de luz. La función de la sala era la de salón de recepción del dios. Los relieves con los que se decoraba representaban escenas de las ceremonias religiosas que se practicaban en el templo. El acceso a la sala hipóstila estaba restringido a los altos funcionarios, escribas y gente noble. Ejemplo: Sala Hipóstila del Templo de Amón en Karnak, del Imperio Nuevo Egipcio, mediados del II milenio a C..
– MASTABA: Tumba egipcia, generalmente del Imperio Antiguo, III milenio a. C., en forma de tronco de pirámide de planta rectangular, con los muros, por lo tanto, en talud, conteniendo generalmente una capilla y un hipogeo.
– OBELISCO: Monumento en forma de pilar aislado, muy alto y esbelto, de sección cuadrada, generalmente monolítico y terminado por un remate piramidal, como el Obelisco del Templo de Amón en Luxor, del Imperio Nuevo. Era símbolo del dios del sol Ra y durante la breve reforma religiosa de Akenatón se consideraban como rayos petrificados de Atón, el disco solar. Por regla general los obeliscos se erigían por parejas y servían para proteger mágicamente el templo.
– PILONO: Cada una de las obras macizas troncopiramidales, con las paredes en talud, que forman la entrada del templo egipcio del Imperio Nuevo, mediados del II milenio a C. Son dos, uno a cada lado de la entrada, y suelen estar decorados con HUECORRELIEVES, relieves en los que el bulto no sobresale, sino que su borde se encuentra rehundido respecto a la superficie plana. Ejemplo: Pilonos del Templo de Horus en Edfú, de Época Ptolemaica, siglo III a. C.
– PIRÁMIDE: Monumento egipcio de piedra y forma piramidal que servía de sepultura monumental a los faraones, principalmente del Imperio Antiguo, III milenio a. C. La construcción de pirámides pasó por varias fases, hasta que a partir de la IV dinastía se inicia una época de colosalismo que se manifiesta principalmente en las pirámides de la necrópolis de Giza, Pirámides de Keops, Kefrén y Mikerinos. La tumba tenía dos misiones principales, por un lado proteger al cuerpo de la intemperie y, por otro, de los ladrones que se sintiesen atraídos por los enormes tesoros guardados en su interior. Cuánto mayor era el rango de la persona mayor era su tumba y puesto que según la tradición después de muertos los faraones se convertían en dioses, sus tumbas fueron las más monumentales.
– SPEOS: Templo excavado completamente en la roca, aunque con fachadas monumentales talladas en el exterior. Este concepto se utiliza sobre todo referido a la arquitectura egipcia del Imperio Nuevo, hacia mediados del III milenio a. C. Ejemplo: Templo de Ramsés II en Abu-Simbel, del siglo XIII a. C.