Murillo: El Barroco Español
Murillo fue un pintor español del Barroco (finales del siglo XVI – mediados del siglo XVIII). El Barroco en España se caracterizó por el tenebrismo y el naturalismo, en las pinturas predominaba el óleo sobre lienzo. Destacan géneros como el retrato o los bodegones, pero el tema principal fue la religión. Murillo abandona el tenebrismo para pintar en una atmósfera más vaporosa, representando a personajes elegantes y frágiles. Destaca en la temática religiosa con representaciones de personajes religiosos a modo de personajes populares con un estilo sencillo y amable. También representó a niños de la calle, como en su obra “Niños jugando a los dados”. Otras obras que también destacan son “El Joven Mendigo” o “Mujeres en la ventana”. El Barroco español se caracteriza por su gran realismo, colores ricos e intensos y fuertes luces y sombras.
Borromini: Maestro del Barroco Italiano
Borromini fue un arquitecto italiano del siglo XVII, encuadrado en el estilo Barroco, el cual se caracteriza por su gran realismo, colores ricos e intensos y fuertes contrastes entre luces y sombras. Aunque Borromini tuvo que competir con Bernini, fue considerado uno de los mejores maestros del Barroco italiano, gracias a una arquitectura compleja y dinámica que se resumió en su obra maestra, la iglesia de “San Carlos de las cuatro fuentes”. A pesar de su pequeño tamaño, destacó por su sinuosa y vertical fachada y su planta elíptica cerrada por una cúpula ovalada. Otras de sus obras más destacadas son el “Palazzo Barberini” o el “Palazo Falconieri”. Otros artistas destacados de la época son Bernini, Caravaggio y Rembrandt.
Bernini: El Genio del Barroco Italiano
Bernini fue un artista italiano del siglo XVII, encuadrado en el estilo Barroco (s. XVII – principios del siglo XVIII). Es el mayor artista del Barroco Italiano, destacó en todas las vertientes artísticas e incluso influyó en la expansión del estilo hacia Francia. Trabajó en Roma durante el Papado de Urbano VIII y fue considerado el sucesor de Miguel Ángel. Consolidó las características básicas del estilo Barroco tanto en arquitectura, a través de la plaza de San Pedro del Vaticano o el Baldaquino de la misma basílica, y también en algunas esculturas famosas, religiosas como “David” o “Éxtasis de santa Teresa”, o mitológicas como “Apolo y Dafne”. También otras ligadas al desarrollo de la Cristiandad como “fuente de los cuatro ríos”. Otros artistas destacados de la época son Borromini, Caravaggio y Rembrandt. La época en la que se encuadra se caracteriza por su progresiva complejidad en los recursos formales y una temática preocupada por el paso del tiempo y la pérdida de los ideales neoplatónicos.
David: El Maestro del Neoclasicismo
David fue un pintor francés de la segunda mitad del siglo XVIII e inicios del XIX, encuadrado en el neoclasicismo, del que fue el mayor representante. Este autor alcanzó su fama en la época de la Revolución Francesa y el Imperio Napoleónico. Su influencia fue tan grande que se convirtió en un verdadero dictador en las artes, llegando a eclipsar la academia. Su obra sintetiza las principales características del estilo: dibujo seguro, poco interés por la perspectiva, composiciones claras y equilibradas y reducida gama cromática, entre otras cosas. Sus obras más destacadas son “Muerte de Marat” y “El Juramento de los Horacios”. La época en la que se enmarca se caracteriza por la búsqueda de la racionalidad, armonía y simplicidad en las obras junto a la búsqueda de la belleza ideal y la vuelta a los cánones clásicos. Otros autores que destacan en la época son Antonio Canova y Vernet.
Leonardo da Vinci: El Genio del Renacimiento
Leonardo da Vinci fue un artista polifacético perteneciente al Cinquecento (s. XVI). Este siglo se caracteriza por las influencias grecorromanas y góticas, una política en la que las monarquías más autoritarias estaban en el poder, la sanidad estuvo marcada por diferentes epidemias y crisis y una religión enfrentada debido al surgimiento del protestantismo. La situación del artista era reconocida y los clientes eran las iglesias y las clases más altas. Además, estaba marcado por un neoplatonismo, búsqueda de la belleza ideal, etc. y también por el clasicismo y manierismo que calan muy hondo en el arte. En concreto, destaca en la pintura, caracterizada por el predominio de la figura y composiciones piramidales, todo ello aplicado con la técnica del óleo sobre lienzo. Destaca también por la introducción del sfumato (difuminar contornos) y la perspectiva aérea, reflejado en obras como “La Gioconda” y otras de carácter religioso como “La Última Cena” o “La Virgen del Cuello Largo”. Otros autores destacados de la época fueron Rafael Sanzio o Miguel Ángel.
Palladio: El Maestro del Renacimiento Arquitectónico
Palladio fue un influyente arquitecto renacentista italiano, cuyo estilo ha perdurado en la historia de la arquitectura. Fue conocido por sus diseños clásicos y su atención meticulosa a la perfección y simetría. Palladio fue uno de los principales exponentes del Renacimiento arquitectónico, su obra se caracteriza por la simplicidad, la armonía y la monumentalidad, fusionando la estética clásica con la innovación técnica de su época. Es conocido por sus villas venecianas y sus palacios, así como por sus iglesias y edificios públicos como la “Iglesia del Redentor”. Entre sus obras también destaca el “Palacio Chiericati”. Introdujo el Palladianismo como estilo arquitectónico. La época en la que se encuadra (Manierismo) se caracteriza por ser una reacción al clasicismo renacentista que buscaba romper las reglas y proporciones estrictas y explorar nuevas formas de expresión artística.
Rubens: El Maestro del Barroco Flamenco
Rubens fue un pintor y diplomático Barroco, época del siglo XVII y principios del siglo XVIII, con varios cambios y contrastes en Europa, caracterizado por la Contrarreforma, guerras y descubrimientos científicos. En el ámbito artístico, el Barroco se caracteriza por la exuberancia, el movimiento y la expresión emocional. Las obras de Rubens muestran la intensidad de su legado, los detalles realistas y la psicología de sus obras. Sus obras más importantes son “El Descendimiento de la Cruz” y la “Adoración de los Reyes Magos”, donde muestra sus grandes habilidades de emociones intensas y carácter realista. Rubens perteneció a la Escuela flamenca Barroca, la cual se caracteriza por la importancia al color, el realismo de sus obras, la expresión de movimiento, luz y profundidad, y sus temas religiosos, mitológicos y cotidianos, entre otras cosas.
Rembrandt: El Maestro del Tenebrismo Holandés
Rembrandt fue un pintor Barroco del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Este siglo se caracteriza por que la situación del artista era reconocida y los clientes eran la iglesia y las altas clases sociales. Las influencias que marcan este siglo son las grecorromanas y sobre todo renacentistas. En la política destaca la Guerra de los Treinta Años y el ascenso al poder de los Borbones. La sociedad seguía dividida por clases sociales y la religión se vio profundamente dividida entre protestantes y católicos. La teatralización, el dramatismo, el contraste y la decoración excesiva marcan este movimiento. La pintura del siglo buscaba el naturalismo, la exaltación de los diferentes poderes (religiosos y políticos) y se dio la pintura mitológica, costumbrista e historicista. Holanda fue el centro pictórico y Rembrandt fue una de las figuras principales y más destacadas. Se caracteriza por la aplicación del tenebrismo, una pincelada suelta y la manifestación de la serenidad, entre otras cosas. Todo ello se refleja en obras como “La Lección de Anatomía del Doctor Tulp”, uno de sus retratos, y “La Cena de Emaús”, una de sus pinturas religiosas. Otro autor holandés muy importante fue Frans Hals o Vermeer. La pintura holandesa se caracteriza por su gran expresión del sentimiento de libertad.
Velázquez: El Maestro del Barroco Español
Velázquez fue un pintor Barroco. Una corriente artística española del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Se formó en Sevilla con Francisco Pacheco, quien lo acercó a la corte como retratista. Llegó a pintar a Felipe IV y a su mujer Mariana de Austria, reflejados en un espejo en su obra “Las Meninas”, una de sus obras más destacadas. En esta etapa tenebrista, Velázquez se caracteriza por utilizar tonos de madera y figuras realistas. Entre sus obras destacan retratos, obras de género y obras religiosas y mitológicas, incluso llegó a realizar ensayos. Su viaje a Italia le provocó un cambio radical que le llevó a aclarar la paleta y a retratar desnudos, paisajes y la perspectiva aérea. Durante sus últimos años, empezó a utilizar una pincelada más suelta. Algunas de sus obras más destacadas, además de las ya mencionadas, son “La Venus del Espejo” y “El Triunfo de Baco”. Otros artistas que destacan en la época son Caravaggio y Rembrandt. El Barroco español se caracteriza por su gran realismo, colores ricos e intensos y fuertes luces y sombras.
Monet: El Padre del Impresionismo
Monet fue un pintor francés del siglo XIX, encuadrado en la época del imperialismo que se caracteriza por su experimentación con la iluminación, utilizada para alcanzar la belleza y el balance en la pintura. Fue el principal protagonista de la época, la inicia con su obra “Impresión: Sol Naciente”. Se inició por el paisaje y la transmisión de sensaciones atmosféricas. La luz será la gran protagonista de sus obras, prefiriendo sobre todo los reflejos en el agua. Realiza famosas series en las que repite el mismo tema a diferentes horas del día, variando los efectos atmosféricos y la luz. Un ejemplo sería “Estación de San Lázaro” o “La Catedral de Rouen”. Durante sus últimos años, las pinceladas se vuelven más pastosas y comienza a desmaterializar el objeto representado, influyendo así, en gran parte de las futuras vanguardias. Otros artistas destacados de la época fueron Camille Pissarro y Alfred Sisley.