La Mezquita: Espacio de Oración y Centro de Vida Social
La oración, uno de los pilares fundamentales del Islam, representa un contacto íntimo entre el creyente y Alá. Además de su dimensión personal, la oración también posee un carácter colectivo, ya que los fieles deben reunirse semanalmente para orar en comunidad.
Aunque el profeta Mahoma estableció prácticas religiosas sencillas que no requerían sacerdotes profesionales ni grandes edificaciones, la expansión del Islam conllevó una institucionalización de la religión. Surgió entonces la necesidad de crear un edificio específico para la oración.
Así nació la mezquita (derivada de masgid, lugar donde arrodillarse y rezar), que en muchas ciudades se convirtió en el principal centro de la vida colectiva. Cabe distinguir entre las mezquitas menores de barrio y la mezquita mayor o Aljama de cada ciudad.
Las primeras mezquitas se inspiraron en la casa de Mahoma en Medina, y constaban de dos partes principales:
- Un patio abierto (sahn), rodeado de muros y con una fuente en el centro para realizar las abluciones rituales. En uno de sus lados se situaba el alminar o minarete, una torre alta desde la que el almuédano llamaba a la oración.
- Una sala de oración cubierta (haram), generalmente amplia y dividida en varias naves por filas de columnas. En el centro del muro de fondo (llamado muro de la quibla), casi siempre orientado hacia La Meca, se abre el mihrab, un nicho simbólico, muy decorado, que recuerda la presencia del Profeta.
La zona alrededor del mihrab suele ser la más ricamente decorada y en ella se sitúan:
- La maqsura, un recinto destinado al califa, al representante político o al imán.
- El mimbar, una especie de púlpito, originalmente realizado en madera, pero posteriormente en piedra.
Con frecuencia, la mezquita se complementaba con otras dependencias, como las madrasas, escuelas donde se enseñaba el Corán.
El Reino Nazarí y la Construcción de la Alhambra
Los primeros datos que tenemos sobre la Alhambra se remontan a la época anterior a los nazaríes, en el siglo XI. Parece ser que Ibn Negrela, visir judío de los reyezuelos taifas ziríes de Granada, levantó una fortaleza en la Alhambra frente a la de sus soberanos, que estaba al otro lado del Darro, en el Albaicín. De esta época no se conserva casi nada, tal vez solo los famosos leones de la fuente que da nombre al patio.
La construcción de la Alhambra irá unida a la dinastía nazarí, llamada así por su primer sultán, Muhammad ibn Yusuf ibn Nasr ibn al-Ahmar. Este Muhammad I logró construir un reino, tras el hundimiento almohade y bajo la protección cristiana, que duraría desde 1237 hasta 1492. Escogió la colina roja (que significa Alhambra), llamada Sabika1, y tras estudiar el abastecimiento de agua con una acequia desde el río Darro, construyó allí la alcazaba o barrio militar. Esta alcazaba tiene un carácter austero y plenamente militar defensivo, y en la torre del Homenaje fijó su residencia. El recinto de esta zona es de planta rectangular irregular, dispuesto en dirección este-oeste, y estrechándose hacia occidente. Consta de dos recintos amurallados y siete torres importantes.
Después de los grandes avances de los reinos cristianos en el siglo XIII, solo el sureste de España quedaba en manos del Islam. El reino nazarí de Granada desaparecería en 1492, cuando fue conquistado por los Reyes Católicos.
Aunque su situación política fue de debilidad frente a los reinos cristianos, los reyes nazaríes lograron crear una cultura refinada, cuya mejor expresión es la Alhambra, sin duda –junto a la Mezquita de Córdoba– la mejor muestra del arte musulmán en Al-Ándalus.
Yusuf I (1333-1354) fue un sultán importante en la construcción de la Alhambra. Sus edificaciones se movieron entre el carácter militar de Muhammad I y el plenamente decorativo y suntuoso de Muhammad V.
La Alhambra: Fortaleza, Palacio y Ciudad
La Alhambra es, a la vez, fortaleza y palacio, una ciudad completa a las afueras de la ciudad de Granada, con la que mantenía una relación compleja: la protegía, pero también la dominaba.
Junto a la Alhambra, se construyó el Generalife, una casa de campo real, con jardines y huertas regados por un avanzado sistema hidráulico. Se recuperaba, de alguna manera, la idea de la villa romana. Aunque ya en un periodo anterior parece que hubo algún tipo de fortificación en la colina de la Alhambra.
Los reyes nazaríes configuraron definitivamente la dualidad de la Granada islámica:
- La ciudad propiamente dicha, en la colina que hoy conocemos como el Albaicín.
- El palacio-ciudad de la Alhambra, situado en la colina de enfrente, la Sabika, al otro lado del río Darro.
Efectivamente, la Alhambra no es un palacio, sino toda una ciudad que gobernaba y protegía el conjunto. Estaba rodeada de una fuerte muralla de más de dos kilómetros, reforzada por unas treinta torres, y en la que se abrían puertas que combinaban la función defensiva con la monumentalidad.
Estructura de la Alhambra
Podemos distinguir tres partes principales en la estructura de la Alhambra:
- La Alcazaba: el sector militar, con la función de defender el conjunto.
- El sector palaciego: compuesto de espacios privados y espacios públicos.
- La parte urbana: en el entorno de la llamada Calle Real, había viviendas, talleres, una ceca (casa de moneda) y la mezquita (transformada, tras la llegada de los cristianos, en la iglesia de Santa María de la Alhambra).
Completaba el conjunto un sistema de abastecimiento de agua bastante eficiente.
Desde el punto de vista artístico, lo más interesante son los palacios, agrupados de forma irregular, pero con un elemento común: las estancias se organizaban a partir de un patio.
Son edificios diseñados a escala humana, que no dan demasiada importancia a los aspectos estructurales y que disimulaban con yeso la pobreza de los materiales empleados (argamasa para los muros; ladrillos para las bóvedas, pilares y arcos).
Otro aspecto del diseño que ennoblece la Alhambra es el conjunto de transiciones suaves que hay entre interior y exterior, entre edificio y naturaleza: pórticos abiertos, torres, miradores, patios. Sin olvidar, desde luego, la vegetación y el agua que interrelacionan los distintos recintos y les dan unidad. Los dos palacios más importantes son el Palacio de Comares y el Palacio de los Leones.
Palacio de Comares
Realizado bajo el reinado de Yusuf I (1333-1354), pero muy reformado por su sucesor, Muhammad V.
Su núcleo es el Patio de los Arrayanes, un rectángulo con estanque al que se abría el gran Salón del Trono, dentro de la poderosa estructura militar de la Torre de Comares.
En los lados menores de este patio se abren pórticos con unos característicos soportes:
- Columnas sobre basas muy estilizadas, realizadas en mármol. El capitel combina dos modelos: uno presenta forma cúbica, pero destaca por sus hojas de acanto, mientras que el otro modelo tiene decoración de mocárabes.
- Los arcos son de medio punto, presentando dos modelos de decoración: de mocárabes o angrelados.
Salón del Trono
El Salón del Trono es una de las maravillas de la Alhambra:
- Debido al enorme grosor de las paredes, se pudieron abrir, en los lados norte, este y oeste, tres alcobas en cada uno de ellos.
- La decoración es la habitual: zócalo inferior de alicatados y, sobre él, decoración de yeserías, donde se emplean todo tipo de recursos ornamentales: lacería, ataurique y caligrafía (horror vacui).
- Destaca en él la cúpula de madera, decorada con círculos concéntricos que simbolizan el cielo bajo en el que se sitúa el poder del sultán.
Palacio de los Leones
Fue construido por Muhammad V entre 1354 y 1359.
El patio, en cuyo centro se encuentra la famosa fuente, está rodeado por una compleja estructura de arcos y columnas, distribuidas en grupos de dos o tres, que otorgan al conjunto unos ritmos arquitectónicos muy vivos.
La fuente, con sus estilizados leones (recientemente restaurados), parece ser una réplica del mítico mar de bronce del palacio de Salomón; los cuatro canales que salen de ella podrían aludir a los cuatro ríos del Paraíso.
Salas del Palacio de los Leones
Alrededor del patio, se abren:
- Sala de Dos Hermanas: su nombre procede de las dos losas de mármol blanco que hay en el suelo a ambos lados de la fuente central, exactamente iguales en tamaño, color y peso.
- Sala de los Abencerrajes: decorada con mocárabes.
- Sala de los Mocárabes.
- Sala de los Reyes: en la bóveda del centro, las pinturas representan a los diez primeros reyes de Granada desde la fundación del reino. En las bóvedas laterales hay pinturas que representan caballeros y damas, realizadas a fines del siglo XIV. Estas pinturas son una excepción al rechazo islámico de representación de la figura humana.
La Decoración de la Alhambra
No podemos acabar este recorrido por la Alhambra sin referirnos a la decoración, que cubre absolutamente todas las superficies:
- Los suelos y zócalos son de mármol o de cerámica.
- La parte alta de las paredes, de yeso o estuco, combina textos, decoración geométrica y decoración vegetal estilizada.
- Las cubiertas son de madera y mocárabes de yeso.
Ejemplo de esta belleza excepcional es el Mirador de Daraxa, situado al fondo de la Sala de Dos Hermanas.