Neoclasicismo: La Renovación del Arte y la Arquitectura

Neoclasicismo: El Retorno a la Razón en el Arte

A fines del siglo XVIII, coincidiendo en Francia con la caída del Antiguo Régimen, se busca un arte alternativo a los excesos de la imaginación barroca y rococó, en el que la forma y la función se correspondan racionalmente. Se puede entender esta búsqueda como el resultado de la larga oposición de las clases medias (burguesía) y populares a un arte dominado por el gusto aristocrático.

Surge así un estilo que responde a los intereses de una nueva sociedad que emerge en la segunda mitad del siglo XVIII, al servicio de las ideas políticas revolucionarias, y más tarde al servicio del Imperio napoleónico. Los ilustrados van a posibilitar el redescubrimiento del arte clásico, que servirá como fuente de inspiración, lo que da origen al término neoclasicismo. Una serie de hallazgos arqueológicos (ruinas de Pompeya y Herculano), así como una importante bibliografía arqueológica, entre las que sobresalen las obras de Winkelmann y Lessing, van a aprovecharse para recuperar el mundo antiguo. La antigüedad clásica no solo aporta modelos estéticos, sino que se convierte en modelo de valores morales y cívicos para el pensamiento ilustrado.

El artista, en esta época, adquiere una importancia como planificador riguroso de su obra. Todo proyecto artístico debe intentar ser útil socialmente, sirviéndose de los nuevos materiales y técnicas que el desarrollo industrial permite.

Arquitectura Neoclásica

Generalmente se llama neoclasicismo a dos líneas diferentes:

  • Una arquitectura que sigue siendo barroca con postulados de exaltación de poder, pero que por voluntario deseo de contraste con el rococó, va desnudando sus elementos y tendiendo a una mayor simplicidad.
  • Otra arquitectura, esencialmente funcional y desnuda, cargada de intención simbólica, que es la verdadera arquitectura de la razón.

En Francia:

La mayor parte de los edificios europeos se encuentran dentro del primer tipo. Soufflot, que utiliza los elementos más representativos del clasicismo grecorromano en la iglesia de Santa Genoveva o Panteón de París (1757-90), con bello pórtico de columnas y cúpula inspirada en San Pedro de Roma y San Pablo de Londres. Vignon realiza la iglesia de la Madeleine, de orden corintio. Chalgrin realiza el Arco de Triunfo, basándose en los modelos romanos del arco de triunfo. Gouduain y Lepere, columna Vendome, como recuerdo de las hazañas napoleónicas, con clara inspiración en la columna Trajana.

En España:

En nuestro país, la corriente neoclásica tiene su precursor en la figura del arquitecto Ventura Rodríguez (1717-1785), que desarrolla un estilo ecléctico, tal como se aprecia en la fachada de la Catedral de Pamplona. Con la llegada de Carlos III al trono (1760), se inicia un plan de remodelación, saneamiento y embellecimiento de la capital del reino. Encarga a Sabatini la construcción de la Puerta de Alcalá, que aún tiene connotaciones barrocas. El arquitecto puramente neoclásico es Juan de Villanueva (1739-1811). Formado en Roma, es el único de los arquitectos que se podría relacionar con la arquitectura de la razón. A su vuelta de Roma fue nombrado arquitecto del Escorial, en cuyas cercanías levantó la Casita de Arriba (para Don Gabriel) y la de Abajo (para Don Carlos). Dotado de un sentido admirable de las proporciones y de una sobriedad y elegancia notables, su obra cumbre es el Museo del Prado, proyectado para Museo de Historia Natural, con la puerta de entrada al Jardín Botánico, y el Observatorio Astronómico de Madrid.

Pintura Barroca Española

Características Generales

  • Géneros: Importancia de los temas religiosos salvo Velázquez (pintor de corte).
  • Casi ausencia de la pintura mitológica.
  • Bodegón, a veces con significación simbólica, religiosa o moral.
  • Retrato.
  • Casi ausencia de la pintura de género o costumbrista, al no existir una burguesía que demandara estas obras de arte.

1ª mitad s. XVII: las formas predominantes son el tenebrismo naturalista, al servicio de la idea religiosa. Tres focos: Castilla (Madrid y Toledo), Andalucía (Sevilla) y Valencia.

2ª mitad s. XVII: difusión de los modelos rubenianos y el nuevo sentido más triunfal, opulento y colorista: colorismo luminoso teatral del pleno barroco. Dos escuelas: Madrid y Sevilla.

Falta casi por completo el clasicismo, solo se da en contados pintores como Velázquez o Alonso Cano. Esto se justifica por la falta de burguesía.

Escuela Valenciana

F. Ribalta (1565-1628). Educado en El Escorial, viaja a Valencia donde se establece. Incluso es posible un viaje a Italia. Emplea el tenebrismo.

J. de Ribera (1591-1652), nacido en Játiva pero instalado en Nápoles (Italia) desde muy joven, llamado “El Españoleto”. Pintor y grabador, admiró a Caravaggio y dio una personalísima interpretación del naturalismo, exagerando a veces los elementos de crispación y dureza, pero a su vez estudiando la pintura veneciana. Utiliza una técnica espesa (realismo en las calidades de las telas). Cultivó sobre todo la pintura religiosa, pero también cultivó el género mitológico: Ej. Apolo y Marsias.

Escuela Andaluza

Recibe mayor influencia flamenca. La primera generación la forman Pacheco, Roelas y Herrera el Viejo. La segunda generación: Zurbarán (1598-1664), Alonso Cano (1601-1667), Velázquez (1599-1660), Murillo y Valdés Leal.