Contexto Histórico del Arte Barroco
El Barroco fue un período artístico que se desarrolló fundamentalmente durante el siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII. En los países católicos, el poder religioso vio en el Barroco un aliado de la Contrarreforma emanada del Concilio de Trento. La Reforma luterana había promovido una estricta austeridad en la decoración religiosa, frente a lo cual, la Iglesia católica aprovechó las posibilidades del arte como medio de oposición y de evangelización. Ese mismo sentido de persuasión fue aprovechado por el poder civil. El Barroco coincidió con el absolutismo monárquico, el cual utilizó el arte como elemento de propaganda política para exaltar su poder.
Por el contrario, en las naciones donde había triunfado la Reforma y la burguesía tenía un importante papel social y político, como Holanda, se aprovechó el sentido realista de la estética barroca para mostrar a los burgueses en sus labores cotidianas, y representar motivos agradables y de la vida diaria en la decoración de las viviendas.
Inocencio X
Este magnífico retrato, acabado hacia enero de 1650, muestra a Inocencio X a la edad de 66 años. Velázquez, el artista, lo retrató siguiendo el modelo de Rafael: de media figura, sentado y girado hacia su derecha, con bonete y mantelete rojo, y el roquete blanco. La pincelada suelta de Velázquez logra una increíble calidad en las telas, mostrando toda la gama de rojos. El rostro del Papa, donde se refleja su personalidad alerta, desconfiada e infatigable, es la pieza central de la obra. En la mano izquierda, Inocencio X lleva un papel donde Velázquez se identifica como el autor. Se dice que el Papa, al ver el cuadro, exclamó: “Demasiado real”.
Judith y Holofernes
El tema de Judith y Holofernes, frecuente en la época, simbolizaba la muerte de la tiranía. La representación de Artemisia, sin embargo, destaca por su crudeza. Con rasgos del tenebrismo de Caravaggio, la escena muestra a tres figuras en un espacio angosto y opresivo, iluminadas por candiles. Judith, con frialdad, cumple su deber, ayudada por su criada. Esta obra se interpreta como un alegato a favor de la condición femenina.
Baco
En esta obra, Caravaggio avanza hacia la naturalidad. Probablemente un autorretrato, el dios del vino es representado de forma irreverente, alejándose de las representaciones típicas. Caravaggio se pinta a sí mismo, con rasgos realistas y sin idealización. La calidad técnica es excelente, destacando la representación de los objetos, como el cesto de frutas. El joven Baco ofrece una copa de vino que casi se vuelca, creando una sensación de inestabilidad y espontaneidad.
Las Meninas
La obra más famosa de Velázquez, Las Meninas, presenta a once personas. La infanta Margarita, rodeada de sus meninas, es el centro de la escena. Velázquez se incluye en la composición, pintando ante un enorme lienzo. En la derecha, se encuentran los enanos Mari Bárbola y Nicolasillo Pertusato. Reflejados en el espejo, se ven Felipe IV y Mariana de Austria. La técnica de Velázquez utiliza un potente foco de luz que penetra desde la derecha, creando una atmósfera única. La pincelada suelta anticipa la pintura impresionista. La perspectiva aérea otorga profundidad a la escena. La composición crea la sensación de que la sala se continúa en el lienzo.
La Venus del Espejo
Única obra conservada de Velázquez con una mujer desnuda, La Venus del Espejo, posiblemente representa a la esposa o amante del Marqués de Eliche. El rostro de Venus en el espejo está difuminado. Con influencias de Rubens, Tiziano, Giorgione y Miguel Ángel, Velázquez crea una Venus de belleza palpable. La pincelada suelta crea la sensación de que el aire circula entre las figuras.
Lección de Anatomía del Doctor Tulp
Este retrato de grupo, encargado por el doctor Nicolaes Tulp en 1632, representa una lección pública de anatomía. El doctor Tulp, con unas pinzas en la mano, muestra la disección de un brazo. Siete alumnos observan atentamente. La composición, con las figuras apiñadas en torno al cadáver, es una novedad. Rembrandt utiliza contrastes lumínicos, característicos del tenebrismo. Los detalles muestran la alta calidad del artista.
La Ronda de Noche
Obra maestra de Rembrandt, realizada en 1642, representa la milicia del capitán Frans Banning. La escena, que se oscureció con el tiempo, muestra a la compañía en un momento de acción. El realismo de los rostros y las actitudes crea una sensación de movimiento. Los juegos de luz y sombra recuerdan el tenebrismo de Caravaggio. A pesar de su maestría, la obra tuvo una fría acogida en su momento.