El ecosistema tecnológico
La revolución tecnológica
La introducción de la informática en la vida cotidiana es tan importante que a quienes nacieron en este siglo se les denomina “nativos digitales”. Desde que a comienzos de la década de 1990 se crearan los ordenadores personales de fácil manejo, y con la posterior extensión del uso de Internet una década después, el mundo se ha digitalizado de un modo impensable. El mundo está inmerso en una cuarta revolución industrial, definida por la automatización de los procesos productivos y la generalización de los robots en las cadenas de montaje, almacenamiento y distribución.
El poder de los grandes medios de comunicación
Internet y las redes sociales se han convertido en algo más que un medio de comunicación que conecta a las personas. Son también un medio de promoción de las actividades comerciales que lo utilizan como un gran escaparate. Los millones de datos que circulan diariamente por la big data permiten a muchas empresas conocer y adecuar la oferta a la demanda de sus productos. Ello ha sido posible por dos circunstancias: La cesión de datos personales a cambio del uso gratuito de las muchas aplicaciones que se nos ofrecen para ello. Y la aplicación de algoritmos.
Infoxicación en la era de la información
Las fake news han dejado de ser un hecho aislado para llegar a generarse incluso a través agencias de noticias específicamente creadas para ello, a veces incluso por los propios Estados. Ello ha dado lugar a la posverdad, y a una nueva categoría de delitos: la ciberdelincuencia. Esta hiperconexión digital está generando, además, tecno patologías, entre ellas las psicológicas como el estrés y la dependencia digital, con todos sus efectos negativos.
La nueva carrera espacial
Tras un largo paréntesis después de la última vez que el ser humano pisó la Luna, en 1972, desde hace unos años se han reactivado estas misiones espaciales y otras más ambiciosas, como la de pisar Marte. Las nuevas iniciativas ya no están solo lideradas por EE.UU. O Rusia, también se han sumado agencias espaciales de otros países, y empresas privadas que las conciben como una opción para hacer turismo espacial. Sin duda alguna la cooperación internacional en esta materia a través de proyectos como la Estación Espacial Internacional, ha favorecido la reanudación de estas misiones.
El nuevo contexto socioeconómico
La aldea global
Resulta contradictorio que se hable de aldea global para ilustrar la proximidad en la que vivimos a nivel planetario, y que esa unión esté agudizando las diferencias existentes entre los países ricos y pobres, e incluso creando nuevas desigualdades. La reducción de las barreras comerciales ha sido mayor en los países pobres que en los ricos. La deslocalización de la producción está empeorando las condiciones laborales de los países receptores de estas empresas, generando a su vez paro en los países que las pierden.
La precariedad del trabajo
La irrupción de nuevas actividades con nuevos perfiles laborales está afectando a las condiciones de los trabajadores, que tienden a la precarización: el trabajo es cada vez más flexible, los contratos laborales son temporales e inestables, los sueldos de determinados empleos son bajos y requieren de horas no renumeradas, el trabajo se externaliza, los derechos laborales disminuyen aumentando el número de autónomos.
La crisis del estado del bienestar
En gran medida, el bienestar de los ciudadanos se sustenta en los servicios que prestan los gobiernos, los cuales se financian a través de los impuestos que pagan esos ciudadanos. Es así como se puede atender gratuitamente la obligación a la educación, y cubrir otras necesidades básicas de la población, como la justicia y la sanidad. En este momento de grandes cambios se ha postulado la convivencia de disminuir los gastos sociales y la intervención del Estado.
La conquista de nuevos derechos sociales
El desarrollo de nuestra sociedad actual ha generado la reivindicación de derechos que, aunque muchos de ellos no tienen nada que nuevos, han impactado con fuerza en las últimas décadas, incidiendo especialmente en algunos colectivos: Los derechos de las llamadas minorías étnicas, hasta hace algunos años no eran reconocidos como tales. El colectivo feminista, que centra sus actuaciones en poner fin a la concepción heteropatriarcal de la sociedad. El colectivo LGTBIQ integra a todas personas que se sienten fuera de la norma en cuanto a género y sexo. Y por último, casos de agresión y acoso sexual a las mujeres.
Posmodernismo e ideologías alternativas
Los nuevos movimientos globales
Una característica de los movimientos sociales en las últimas décadas es su carácter global. La globalización ha contribuido a hacer del planeta una unidad de referencia para movimientos que desde lugares alejados del planeta coinciden en las mismas protestas y reivindicaciones a favor de una mayor democratización y en contra las desigualdades sociales, la violencia y la guerra. Una de las primeras convocatorias de carácter realmente global fueron las protestas “No a la guerra”. En los países islámicos se conocieron como la Primavera Árabe, que supuso el derrocamiento de varios dictadores, sobre todo en el Norte de África.
Escepticismos, fundamentalismos y populismos
Los negacionistas, que niegan desde la esfericidad de la tierra, a la seguridad de las vacunas, el cambio climático o el holocausto nazi. Este escepticismo se manifiesta y se defiende de forma muy vehemente, al menos de dos modos: Convenciendo mediante el uso de argumentos simpes pero que llegan fácilmente a la población; el populismo. Imponiendo sus ideas y forma de ida a través de la violencia física y psicológica.
El futuro de la democracia
En algunos países se están adoptando formulaciones nuevas motivadas por la erosión que generan los casos de corrupción. Pero también se da la eliminación de opositores políticos y el ascenso de lideres que, aprovechando los resortes democráticos, pervierten su esencia al introducir en sus Constituciones cambios para reducir las características que definen a una democracia plena. En otros casos, se entabla un pulso entre modelos totalitarios y democráticos. Desde 2016, la publicación The Economist ha establecido un Índice de Democracia que evalúa la calidad democrática de los países.
La modernidad líquida
Este concepto, acuñado por el sociólogo Zygmunt Bauman, refleja el continuo y vertiginoso incremento de cambios en el ámbito del conocimiento, las ideologías y en la esfera de las relaciones sociales. La crisis económica mundial acaecida en el 2008 ha agudizado y acelerado estos cambios bajo la máxima del individualismo, incluida cierta desafección democrática.
Un planeta en la cuerda floja
El fin de la pobreza
Pese a que vivimos un periodo de excedentes de todo tipo, una parte importante de la humanidad pasa hambre. Frente al consumismo que caracteriza al mundo desarrollado, sigue existiendo una enorme bolsa de pobreza a la que ni le llegan los productos y alimentos que en los países más desarrollados no se consumen y son desechados. Más de 1300 millones de personas viven en la pobreza, de los cuales 783 millones lo están de forma extrema, y como consecuencia del covid-19 y del cambio climático su número se ha incrementado en los últimos años.
Las guerras actuales
Pese a la aparente paz en la que se vive en la mayoría de los países occidentales, el resto del planeta sigue inmerso en numerosas guerras, algunas iniciadas en el pasado siglo: son los casos por ejemplo de las guerras que enfrentan a Israel y Palestina. A ellos se suman los motivos para nuevos enfrentamientos, entre los que destacan los relacionados con los recursos. Otros conflictos de la actualidad son la nueva guerra fría que a nivel comercial sostiene China con su principal competidor: EE.UU. Y las guerras entre cárteles de droga.
Los principales problemas medioambientales
El deshielo de los casquetes polares, cuyo aumento del nivel del mar supone la desaparición de kilómetros de costa. La desertización, que provoca la expansión de las zonas ocupadas por los desiertos. La deforestación de amplias zonas de bosques y selvas debido a la lluvia ácida. El aumento de los grandes incendios. La contaminación del agua y de los organismos que las pueblan, poniendo en peligro la biodiversidad del planeta. Todo ello, está generando una nueva categoría de migrantes: los refugiados climáticos.
Las nuevas pandemias
Han surgido enfermedades, vinculadas a nuevas prácticas y hábitos de alimentación, como lo fue a comienzos de este siglo la crisis de las vacas locas, debido al uso de piensos con harinas animales, o la obesidad, que se ha situado entre los principales problemas de salud del mundo rico frente al hambre que asola aún a tantos millones de personas. Las enfermedades contagiosas más recientes tienen un componente vírico como el ébola. La gripe A y los coronavirus.