La Escuela de Frankfurt: Crítica Social y Teoría Crítica

La Escuela de Frankfurt

Breve recorrido

La Escuela de Frankfurt surge con la fundación, en 1923, del Instituto para la Investigación Social. Sus miembros estaban interesados en desarrollar una reflexión global sobre los procesos que consolidan la sociedad burguesa-capitalista desde una óptica marxista.

En 1931, bajo la dirección de Horkheimer, el Instituto cambia su orientación: en vez de centrarse en estudios exclusivamente marxistas, se realizan investigaciones interdisciplinares (sociología, psicología, etc.), aunque predomina la reflexión filosófica. El proyecto era retomar, profundizándola, la teoría de Marx, incorporando los desarrollos de Freud en lo relativo a la sociedad.

En 1934, los nazis cerraron el Instituto por las tendencias comunistas y la ascendencia judía de la mayoría de sus miembros, muchos de los cuales se exiliaron y algunos murieron.

La primera obra colectiva de los frankfurtianos son los Estudios sobre Autoridad y Familia, donde hacen un diagnóstico de la estabilidad social y cultural de las sociedades burguesas contemporáneas.

Con Fromm y Marcuse se produce la incorporación del psicoanálisis a la teoría crítica.

En la trayectoria cronológica de la Escuela de Frankfurt habría que subrayar 4 etapas determinantes:

  1. 1923-31: Fundación del Instituto y vinculación a la Universidad de Frankfurt.
  2. 1931-50: Dirección de Max Horkheimer y publicación de la Revista de Investigación Social.
  3. 1950-73: Regreso de algunos miembros a Alemania y obras fundamentales de quienes permanecen en EEUU (Marcuse).
  4. Surgimiento de la”segunda generació” (Habermas).

Crítica al positivismo

Los frankfurtianos entienden por teoría tradicional aquella que considera que la ciencia es un saber objetivo y neutral, guiado por la búsqueda desinteresada de la verdad. Tal es la posición del positivismo.

Sin embargo, la posición positivista es una ideología al servicio del poder establecido y legitima las distintas formas de dominación del ser humano. La razón positivista, la teoría tradicional, es considerada una razón instrumental que se centra en los medios y no en los fines, convirtiendo al ser humano en un medio.

La teoría crítica considera que la razón ha de ser crítica frente a todo tipo de ideología manipuladora y alineante, que pretendiendo dominar la naturaleza ha terminado dominando al ser humano, tal y como se observa en el surgimiento de los totalitarismos.

El objetivo de la teoría crítica es fundamentalmente emancipador: la razón debe liberar al ser humano, no esclavizarlo. Su meta es una sociedad más justa y para ello es necesario aunar teoría y praxis.

Análisis crítico del marxismo

Los frankfurtianos critican diversos aspectos de las predicciones de Marx.

  • Consideran que el proletariado ya no podía ser una clase revolucionaria que transformara la sociedad alineante capitalista porque dicho sistema había conseguido aburguesarlo, integrarlo en el sistema de consumo creciente.
  • Creen que el colapso del capitalismo del que habló Marx no se produciría porque las crisis económicas podrían evitarse mediante la intervención política y económica.
  • Horkheimer manifiesta que a mayor libertad, menos justicia y viceversa. A mayor libertad, mayor peligro de abuso y totalitarismo. A mayor justicia, más represión y vuelta al totalitarismo.

Análisis crítico de la Ilustración

Los filósofos ilustrados creían que los problemas de la humanidad tendrían solución cuando el ser humano fuera capaz de aplicar la razón a todas las esferas de su vida. Su optimista confianza en el progreso humano gracias a la”divin” razón, cargada de elementos míticos, hizo temblar al mundo con armas hasta entonces desconocidas.

La 1ª y la 2ª Guerras Mundiales, los campos de exterminio nazis y las bombas nucleares mostraron el poder mortífero y maquiavélico de la razón o de la paradójica”racionalizació” de la destrucción. El fracaso de la razón instrumental es una de las ideas centrales de la Dialéctica de la Ilustración, de Adorno y Horkheimer.

Análisis crítico de los totalitarismos y del neocapitalismo

En un principio, los frankfurtianos confiaron en el marxismo como única posibilidad de conjugar el ideal proletario de justicia con el ideal liberal de progreso. Reivindicaban al individuo frente a la sociedad capitalista que alineaba al ser humano, reduciéndolo a mero productor y consumidor.

Esta crítica pretendía despertar la conciencia del proletariado para luchar contra el totalitarismo y conquistar la emancipación, pero en los años 30, los integrantes de la Escuela se percataron de la incapacidad del proletariado para llevar a cabo esta tarea.

Tras ese momento, los de la escuela llegan a la conclusión de que el proletariado ha desaparecido integrándose en la clase media de postguerra, ajena a cualquier tipo de revolución. La teoría crítica se centra, entonces, en la crítica a la creciente despersonalización y cosificación de las sociedades neocapitalistas provocadas por la sociedad de consumo y el control tecnológico.

El nivel de vida sube, y al mismo tiempo, todos estamos más controlados, más sometidos a la burocracia y a un exceso de normatividad. Por todo ello, las sociedades neocapitalistas son una forma encubierta de totalitarismo.