Materialismo Histórico: Una Perspectiva Marxista
Marx y Engels, a través de su trabajo, desarrollaron el materialismo histórico, una teoría científica de la evolución social que estudia la sociedad y las leyes que rigen su desarrollo. Estas leyes son objetivas, aunque no tan independientes de la conciencia como las leyes de la naturaleza, y son cognoscibles, permitiendo su aplicación práctica. El materialismo histórico busca descubrir las leyes del cambio social mediante un análisis económico, histórico y filosófico, ofreciendo un método para interpretar y transformar los conflictos sociales.
Orígenes y Fundamentos
El origen del ser humano como productor de su propia vida a través del trabajo es fundamentalmente social. Marx y Engels argumentan que la explicación de la historia reside en causas materiales de índole económica. La historia de la sociedad se entiende como la historia de la autoproducción humana a través del trabajo, en condiciones sociales concretas que, históricamente, han implicado la explotación del hombre por el hombre.
La tesis central del materialismo histórico es que la existencia social determina la conciencia social. La existencia social se refiere a la vida material de la sociedad, principalmente la actividad productiva. La conciencia social abarca la vida intelectual, las ideas, juicios y teorías que guían la actividad práctica de los individuos. Marx y Engels enfatizan que antes de dedicarse a la filosofía, el arte o la ciencia, los seres humanos deben satisfacer sus necesidades básicas a través del trabajo y la producción de bienes materiales.
Conceptos Clave
Se entiende por formación económico-social el conjunto de fenómenos y procesos sociales dentro de un marco histórico específico de relaciones humanas económicas de producción.
- Objetos de trabajo: Recursos naturales transformados por el trabajo humano.
- Medios de trabajo: Herramientas, máquinas, instalaciones y sistemas de transporte utilizados en la producción.
- Fuerza de trabajo: La energía física y mental empleada en la producción de bienes útiles.
- Producto: El resultado final del proceso de trabajo.
La suma de los objetos de trabajo, los medios y la fuerza de trabajo constituyen las fuerzas productivas. En la producción de bienes materiales, los individuos actúan en conjunto, estableciendo relaciones de producción, un componente esencial de la producción material. El marxismo distingue entre:
- Relaciones técnicas: Vinculación del ser humano con la naturaleza, dando lugar a la división técnica del trabajo. Se distinguen procesos de trabajo individuales y cooperativos.
- Relaciones sociales: Vínculos entre los participantes en el proceso de producción, dando lugar a las clases sociales: propietarios y no propietarios de los medios de producción.
Dinámica y Superestructura
Las fuerzas productivas y las relaciones de producción se desarrollan de manera desigual. Las fuerzas productivas evolucionan constantemente, mientras que las relaciones de producción tienden a rezagarse, generando una falta de correspondencia que obstaculiza la expansión de las fuerzas productivas.
Las relaciones de producción y el conjunto de las fuerzas productivas constituyen los modos de producción, la infraestructura o base material de la sociedad que determina la estructura social y el cambio social. De esta base depende la superestructura, que comprende:
- Estructura jurídico-política: Conjunto de aparatos, instituciones y normas que regulan la sociedad.
- Estructura ideológica: Reflexiones sobre la experiencia y su comunicación.
La infraestructura es clave para entender los fenómenos sociales de la superestructura. La relación entre ambas es dialéctica, con el fundamento económico como principio explicativo último. Los elementos de la superestructura están ligados a los cambios en la infraestructura, pero poseen autonomía relativa y su desarrollo está regido por leyes específicas.