Teoría Feminista y Ciudadanía: Una Revisión Crítica

El Concepto de Hombre y Mujer en la Esfera Pública y Privada

El concepto de hombre está invariablemente asociado con la razón y la cultura, que caracterizan la esfera pública. Por otro lado, el concepto de mujer se vincula con la emoción y la naturaleza, que definen el ámbito privado. La teoría feminista propone una filosofía política que aborde el ámbito privado, pero los conceptos pensados para el ámbito público no se pueden aplicar automáticamente a la esfera privada. Con este fin, se analizan y revisan los conceptos que se podrían denominar atributos de las personas o sujetos, y se muestra su contenido androcéntrico. También se analizan las categorías o conceptos relativos a la teoría política, como la ciudadanía, la democracia o la opresión.

Teorías Feministas

  • Teoría Feminista Liberal:

    Esta teoría sostiene que hay una naturaleza humana única, independiente del sexo, y no tiene una opinión formada sobre cómo será esta en el futuro. No se sabe cuáles serían las diferencias entre sexos en una sociedad en que estos fueran iguales. La subordinación se refiere a la discriminación injusta a la que están sometidas las mujeres. Por ello, su propuesta es una propuesta de igualdad con los hombres. Por ello se denomina también feminismo de igualdad. La igualdad auténtica sólo se podrá conseguir cuando hombres y mujeres compartan responsabilidades adjudicadas hasta ahora según el sexo.
  • Teorías Feministas Marxista y Socialista:

    Comparten la misma noción de naturaleza humana: una idea creada mediante la interrelación dialéctica entre la biología, la sociedad humana y el entorno físico. Una interrelación mediada por el trabajo humano y la praxis. Las diferencias surgen al analizar las causas de la subordinación. Para los socialistas, se debe a dos factores combinados: capitalismo y patriarcado. Las marxistas se centran más en la explotación de clase.
  • Teoría Feminista Radical:

    Se pueden señalar tres puntos sobre el concepto de naturaleza humana que mantienen:
    1. La reflexión sistemática sobre la relevancia política de la biología reproductiva humana.
    2. La consideración de que la biología femenina es básica para la división sexual del trabajo.
    3. El papel relevante que se otorga a la cultura y a la socialización, ya que la mujer se hace, no nace.
    Las feministas radicales consideran que la causa básica de la subordinación es el patriarcado y consideran necesaria una reconstrucción social de la sociedad, con la que marcan las diferencias con los otros movimientos:
    1. Con la posición liberal: la opresión de las mujeres no se puede eliminar reformando leyes, haciendo que hombres y mujeres compartan equivalentemente responsabilidades que antes se distribuían según el sexo.
    2. Con la posición marxista-socialista: tampoco se acabará compartiendo las instituciones políticas y económicas.
    Se propone una ciudadanía de separación. Esto conlleva que las propuestas de actuación, las organizaciones políticas, etc., deben estar separadas de los hombres, al menos temporalmente hasta que se hayan alcanzado ciertos cambios.

Ciudadanía e Identidad Colectiva

La ciudadanía denota una forma concreta de identidad colectiva, de adhesión, que puede ser más o menos amplia, más o menos incluyente. Los requisitos que se exigen para ser miembro de pleno derecho pueden ser más o menos estrictos de un país a otro, de un tiempo a otro, pero siempre tienen un detalle de exclusión. Se define ciudadano por oposición a lo que no se es. Los criterios con que se atribuye la pertenencia tienen un carácter de condiciones externas, no políticos. Se basan en unos vínculos preexistentes a la comunidad política.

Hay dos detalles definitorios de la pertenencia relevantes en el debate filosófico actual:

  • La identidad: la ciudadanía, más allá del conjunto de derechos que otorga, implica una conciencia identitaria. El ciudadano se siente vinculado por vínculos de afecto y lealtad.
  • La comunidad es anterior al pacto político: en la ciudadanía no convencional, en las sociedades modernas, se parte de una identidad nacional que tiene un carácter prepolítico.

La noción de pertenencia conlleva conflictos de difícil solución:

  • Un primer conflicto es la tensión entre la concepción universalista/particularista de la idea de ciudadanía. Esta tensión se ha visto reflejada con frecuencia en los conflictos de muchos países: el conflicto de lealtad.
  • Otra tensión siempre presente es la que se da entre homogeneidad y diferencia. Es el problema de las minorías que forman parte del grupo minoritario.
  • Finalmente, la plena integración de la mujer como ciudadana en todas las dimensiones que exige una ciudadanía moderna sigue siendo una cuestión en la que se debe profundizar.

Derechos y Deberes de la Ciudadanía

Un ciudadano es un sujeto de derechos. El discurso político dominante ha equiparado el desarrollo de la ciudadanía con la extensión progresiva de los derechos. Ser ciudadano es tener garantía de poder disfrutar de unos derechos.

Marshall distingue tres tipos de derechos:

  • Civiles: garantizan la libertad individual.
  • Políticos: garantizan el control del poder político y la participación en la toma de decisiones.
  • Sociales: el derecho a un mínimo de seguridad y bienestar.

Desde esta perspectiva, la libertad es el detalle característico y esencial de la ciudadanía. La cuestión clave es determinar los derechos del ser humano que se deben proteger. Las posturas son varias, pero se sitúan entre dos extremos:

  • La posición liberal radical: reduce la política a los mecanismos que garanticen el ejercicio de los derechos. El Estado debe limitarse a facilitar las relaciones de la sociedad civil.
  • El republicanismo: sostiene que los derechos emanan de la ley establecida por la voluntad común de los ciudadanos asociados.

No obstante, la ciudadanía ocasiona tensiones y conflictos, como el problema de la universalización de los derechos.

Aportaciones Feministas al Concepto de Ciudadanía

Las aportaciones feministas al concepto de ciudadanía se pueden agrupar en dos bloques:

  1. La revisión de la filosofía política clásica, de la que obtienen tres conclusiones:
    1. La tradición del pensamiento occidental se basa en una concepción política que excluye a las mujeres.
    2. Aunque muchos pensadores apuntan una neutralidad en cuanto a los sexos, en realidad, sus grandes argumentos sólo son aplicables a los hombres.