Transformaciones del Trabajo: De la Revolución Industrial a la Era Tecnológica

La Revolución Industrial y la Transformación del Concepto de Trabajo

Consecuencias de la Revolución Industrial

La Revolución Industrial transformó radicalmente el concepto de trabajo. Algunas de las consecuencias fueron:

  1. Surgimiento de la fábrica como nuevo ámbito de trabajo: Permite que muchos operarios trabajen juntos de una manera coordinada. Se multiplican las funciones, las actividades y los niveles.
  2. Nueva organización de la distribución del tiempo: Los trabajadores pasan de estar regidos por el sol al reloj y la sirena de la fábrica.
  3. Localización de la producción en las ciudades: Esto origina el fenómeno del urbanismo. Se desarrollan unas formas familiares más reducidas y un modelo social más distante y anónimo.
  4. Aparición del propietario burgués capitalista: Diferente del tradicional basado en la tierra, se basa en las acciones y los bonos.
  5. Nacimiento del proletariado: Resultado de las duras condiciones de trabajo y de vida en el medio urbano.
  6. Comienzo de la vinculación de la mujer al proceso productivo: Iniciando la larga marcha hacia su liberación.

El Análisis de Marx sobre la Alienación del Trabajador

Marx analizó estos cambios. Según el materialismo marxista, el trabajador pierde su ser en el trabajo. Al vender su fuerza de trabajo, es considerado una mercancía, pierde el valor como sujeto activo. Al trabajador también se le expropia el fruto de su trabajo, que pasa a engrosar el capital del propietario. En esto consiste la alienación del trabajador. Esta ruptura entre trabajadores y propietarios se transmite a la sociedad en forma de clases sociales enfrentadas. Una tensión que en determinados momentos de la historia estalla en forma de revolución.

La Sociedad Postindustrial y la Crisis del Trabajo

La sociedad que surgió de la Revolución Industrial entró en crisis en el primer tercio del siglo XX, caracterizado por las revoluciones sociales. La Segunda Guerra Mundial marca el final de una época y la aparición de una nueva sociedad basada en la democracia política, el crecimiento económico sostenido y la igualdad educativa.

El Estado del Bienestar y la Sociedad de Consumo

El proyecto tuvo, en principio, un éxito sin precedentes en los países desarrollados que dio lugar al Estado del bienestar. Para ello, fue necesario que las personas se convirtieran en ciudadanos “capitalistas” y “consumidores”. El consumo es el motor de la economía, y el trabajo es el medio para acceder a él y para obtener un cierto estatus social.

Tecnificación, Automatización y el Futuro del Trabajo

Paralela al incremento del consumo se va dando un proceso constante de tecnificación y automatización de la producción por la incorporación de las nuevas tecnologías. La tecnología invade todos los ámbitos de la nueva sociedad (la economía, la política, las relaciones humanas…). Para algunos, las nuevas tecnologías mejoran las condiciones de trabajo (eliminando las tareas tediosas y repetitivas). Son una fuente constante de nuevas ocupaciones y de extensión de la riqueza. Otros sostienen que sólo unos pocos puestos de trabajo, y en los países desarrollados, mejoran sus condiciones, pero, para la mayoría, el trabajo es precario, inestable y, poco a poco, dejará de existir. Es difícil saber qué pasará, pero algunos hechos parecen claros. El viejo esquema de clasificación por sectores productivos se debe abandonar. Hoy, la estructura de trabajo es mucho más compleja. Sin una delimitación clara del perfil del trabajo los sujetos se desorientan y se desmotivan. Salvo algunos que tienen un trabajo satisfactorio, cada vez más personas viven el trabajo como la negación de la vida. Vivir es consumir, es no trabajar, y el trabajo, un tiempo de no vida.

La Acción Humana: Intencionalidad, Finalidad y Flexibilidad

Por su inteligencia, el ser humano siente la necesidad de actuar delante de diferentes alternativas. La acción es, además de la posibilidad de reaccionar de diversas maneras ante las situaciones cambiantes de la vida, la capacidad de imaginar, organizar, planificar y hacer realidad deseos, proyectos, planes e ilusiones.

Rasgos de la Acción Humana

Tres rasgos definen la acción humana:

  • Intencionalidad: Aristóteles la entendía como la manera en que actuamos moviéndonos hacia el mundo como realidad externa. El sujeto se dirige hacia el objeto de dos maneras: la intencionalidad teórica (expresa la voluntad humana de conocer) y la intencionalidad práctica (cubre las necesidades humanas).
  • Finalidad: Los medios y los fines definen una acción. Conseguir un fin conlleva elegir los medios necesarios y llevarlos a la práctica.
  • Flexibilidad: Un mismo fin se puede conseguir por distintos medios. Ni los fines ni los medios están predeterminados.

Conocer y Actuar: Los Usos de la Razón

Conocer y actuar están unidos indisolublemente. No se conoce y después se actúa ni tampoco ocurre lo contrario. La razón tiene varios usos. Kant distingue entre razón teórica (la razón que conoce), razón práctica (la razón que guía la acción) y razón estética (también práctica, que se ocupa de las acciones bellas). Estas distinciones ya estaban presentes en Aristóteles, quien dentro de la intencionalidad práctica diferenciaba entre la técnica y la acción moral y política. Estos usos los podemos establecer en la razón práctica:

  • La razón instrumental (el trabajo y la técnica)
  • La razón moral y política
  • La razón estética

Evolución Histórica del Concepto de Trabajo

El trabajo no ha tenido siempre el mismo significado ni se le ha atribuido el mismo papel social, político o religioso. En general, el trabajo es la acción mediante la cual el ser humano se procura lo que necesita. Descubre así su capacidad de invención y el poder de transformar la naturaleza.

La Concepción del Trabajo en la Filosofía Griega

La filosofía griega concibe al ser humano como un ser que conoce, que anhela contemplar la verdad. Cuando alguien se veía obligado a hacer alguna actividad para sobrevivir, se consideraba que llevaba una vida servil (ej.: los esclavos). A estos, Aristóteles les negaba la denominación de “hombres”. Los griegos diferenciaban dos tipos de vida:

  1. La privada: atiende las necesidades de la vida y debe permanecer oculta.
  2. La pública: se relaciona con los asuntos humanos, es la única digna de ser vivida. Es una vida sin trabajo.

El trabajo se reserva para los esclavos y las mujeres, sometidas a los quehaceres de la vida privada. Esta idealización contemplativa en el mundo griego se vio reforzada en el mundo medieval cristiano.

Labor y Trabajo según Hannah Arendt

Hannah Arendt hace un análisis detallado de las diferencias entre los conceptos de labor y trabajo:

  • Llamamos labor aquella actividad orientada a la obtención de bienes de consumo inmediato.
  • El trabajo es la actividad dirigida a producir cosas artificiales y utensilios de carácter más duradero.

Además, el trabajo tiene estas otras características:

  1. Es una violencia ejercida sobre la naturaleza.
  2. El trabajo se rige por un modelo que guía la fabricación, precede al proceso de trabajo y perdura después de este.
  3. Convierte al ser humano en diseñador.
  4. El trabajador percibe una remuneración (el salario) por un tiempo limitado y predefinido de trabajo.