Todas las palabras tienen un significado, es decir, remiten a un concepto. Las palabras no están aisladas, sino que funcionan dentro de un contexto que determina su sentido específico (pasta: término que puede designar a dentífrico, alimento o dinero). Aquellas palabras que comparten un significado común y son de la misma categoría gramatical pertenecen a un mismo campo semántico. Así, los términos sofá, silla, taburete y sillón pertenecerían al campo semántico de “asiento” porque comparten el mismo sema: objeto que sirve para sentarse.