El Poema del Mio Cid
Está compuesto en el S. XII y conservado en un manuscrito de 1307 firmado por un tal Per Abbat, del que se desconoce quién era y si verdaderamente es autor o únicamente quien lo manuscribió. Está formado por 3730 versos irregulares de rima asonante. Más o menos hacia la mitad del verso hay una pausa fuerte a la que se le denomina cesura. Además los versos se agrupan en tiradas, que son series de un número variable de versos que mantienen la misma rima.
El Poema del Mio Cid, es un poema épico donde se narran las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, un personaje histórico que vivió en el S. XI. Aunque en muchos momentos la narración de los acontecimientos es fiel a la historia, hay otros en que la actitud del héroe debe ser entendida como una creación literaria, no hay que olvidar que ante todo nos encontramos ante una obra literaria.
Tema central
El tema central es la pérdida y posterior recuperación de la honra del Cid.
Estructura del Poema del Mio Cid
Esta obra está dividida en tres partes significativas denominadas cantares:
Cantar del destierro
El Cid es acusado por unos nobles y es desterrado de Castilla por el Rey Alfonso VI. Pasa por Burgos donde nadie lo acoge. Avanza por el este de la Península dejando a su mujer y sus dos hijas, y hace sus primeras conquistas luchando contra los árabes.
Cantar de las bodas
El Cid conquista Valencia, y ofrece al rey su victoria quien en compensación prepara el casamiento de las hijas del Cid con los infantes de Carrión.
Cantar de las afrentas de Corpes
En Valencia los infantes de Carrión son objeto de burla tras mostrar su cobardía y en venganza cuando van hacia Castilla maltratan sus esposas dejándolas abandonadas en el robledar de Corpes. El Cid pide justicia por esto. Se enfrenta en un duelo con los infantes en el que sale victorioso y recupera totalmente su honra y la de sus hijas quienes se casan definitivamente con los infantes de Navarra y Aragón
Miguel de Cervantes
Miguel de Cervantes nació en Alcalá de Henares (1547-1616). De niño, Cervantes se traslada con su familia primero a Valladolid (1551) y luego a Madrid (1561), siguiendo los desplazamientos de la corte. Probablemente estudió con los jesuitas en Valladolid; no asistió a la universidad, pero adquirió una gran cultura por sus lecturas y viajes.
A Cervantes lo vamos a estudiar desde tres perspectivas: Poeta, Dramaturgo y Novelista.
Como poeta…
La obra poética cervantina se reduce al Viaje del Parnaso y a algunas poesías sueltas de escasa importancia (además de los versos incluidos en sus novelas y a las obras dramáticas escritas en verso). Como poeta, Cervantes no sobresale entre los muchos que escribieron a finales del siglo XVI y comienzos del XVII.
El Viaje del Parnaso es un poema extenso, escrito en tercetos encadenados, en el que se hace la alabanza de los poetas de la época, con cierta ironía en algunos casos.
Del resto de sus poesías sueltas, merecen destacarse la Epístola a Mateo Vázquez, escrita también en tercetos, y un famoso soneto Al túmulo de Felipe II en Sevilla.
Como dramaturgo…
Cervantes habla en el prólogo de sus Ocho comedias y ocho entremeses de su dedicación al teatro y de sus pretendidos primeros éxitos; y también de la llegada de Lope de Vega, arrasando con sus obras en los corrales madrileños. Lo hace con cierto resentimiento e ironía, ya que el teatro era la mejor forma de ganar dinero en el mundo literario de la época; Cervantes siempre anduvo escaso de recursos económicos y buscó el éxito que nunca llegó a conseguir en este terreno.
El gran Cervantes, Novelista
La importancia literaria de Miguel de Cervantes se basa en su obra novelesca. No es solamente el Quijote la obra que le ha dado fama a lo largo de los siglos; también sus novelas cortas (las Novelas ejemplares, como él las llamó) y su última novela, el Persiles, se cuentan entre las mejores obras de ficción novelesca de la literatura española.
La Galatea fue la primera obra que publicó Cervantes, en 1585. Se trata de una novela pastoril, con todos los tópicos y características de este subgénero novelesco
La siguiente novela cervantina en publicarse fue El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha en 1605, se escribe la primera parte de la que iba a ser una de las mejores novelas, si no la mejor, de toda la historia de la literatura mundial. Diez años después se publica la segunda parte con el título de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.
El éxito de la obra fue inmediato; las ediciones se sucedieron en aquel mismo siglo XVII y no se han interrumpido nunca. Se tradujo muy pronto a los principales idiomas europeos (en 1612 apareció ya una edición inglesa), y actualmente está traducida a casi todos los idiomas cultos.
Con esta obra Cervantes pretendió parodiar los libros de caballerías, pero los resultados superaron con mucho esta primera intención. Difícilmente puede resumirse o comentarse en poco espacio una obra de la extensión y las características del Quijote, sobre la que se han escrito, en sus casi cuatro siglos de vida, cientos de libros, que han pretendido explicarla, estudiarla y desentrañarla.
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
La obra trata de las aventuras de un hidalgo manchego que pierde la razón a causa de la lectura de libros de caballerías y se considera a sí mismo uno de aquellos caballeros andantes, llamado a restaurar en su tiempo las hazañas, normas y formas de vida de las antiguas órdenes de caballería. Y para ello, sale al mundo (primero solo; después acompañado de un labrador, Sancho Panza, que le sirve de escudero) y se tropieza con “fantásticas” aventuras. Como los antiguos caballeros, necesita el amor de una dama: Dulcinea del Toboso será la elegida. Después de varios intentos por devolverle a su pueblo
y a la cordura, varios personajes amigos de don Quijote lo consiguen finalmente; y en su casa, recobrada la razón, muere cristianamente el hidalgo manchego.
Don Quijote apareció en dos partes:
- la primera consta de cincuenta y dos capítulos y en ella se producen dos de las tres salidas de don Quijote: la primera solo y la segunda acompañado ya por Sancho Panza.
- La segunda parte consta de setenta y cuatro capítulos, y en ella se produce la tercera y última salida de don Quijote al mundo para ejercer su “profesión de caballero andante”, su definitiva vuelta al pueblo y a la razón que había perdido, y su muerte.
El mester de juglaría
La literatura en lengua romance fue una literatura que en sus inicios fue difundida de forma oral, ya que la mayor parte de la población era analfabeta. Quienes desempeñaban la labor de transmitir esta literatura eran los juglares que eran actores que divertían a la gente con sus espectáculos ambulantes, ya además recitaban cantos épicos y poemas líricos. Estos juglares actuaban en plazas o en castillos. El trabajo literario de los juglares se como mester de juglaría, y las obras que recitaban se llaman obras juglarescas.
Para la historia de la literatura, lo que resulta más interesante del trabajo de los juglares es su papel de difusores de los cantares de gesta:
- Largos poemas,
- formados por series de versos de métrica irregular,
- narraban de manera vívida las hazañas o gestas de los héroes
- cantados por juglares
- de gran éxito popular en los siglos XII y XIII
- normalmente están formados por dos hemistiquios
El Poema del Mio Cid, es el más importante de los cantares castellanos y además el único que ha llegado prácticamente entero hasta nosotros.
Cantares de gesta
Son poemas que no estaban destinados a ser leídos sino a ser recitados o cantados al son de algún instrumento musical. En ellos se exaltaban las hazañas de los grandes héroes medievales.
Las principales características de los cantares de gesta son:
- No tienen autor conocido, son anónimos.
- Están escritos en verso: la medida de los versos es irregular, aunque la mayoría solían tener 16 sílabas, y su rima es asonante. Los versos del poema épico se agrupan en tiradas (series de versos que mantienen la misma rima).
- Oralismo: los juglares se servían de recursos para conseguir animar la acción, darle un mayor realismo y ganarse la atención del público como:
- Fórmulas apelativas, con las que el juglar se dirige a los oyentes (“Oid lo que dijo el Cid”).
- Uso del estilo directo para reproducir las palabras de los personajes.
- Petición final de soldada, es decir, un sueldo por la actuación.
- Empleo de fórmulas: la transmisión oral contribuye al empleo de fórmulas (palabras y expresiones que se repiten) que facilitan la memorización de los textos. Entre ellas destacan.
- Epítetos épicos: expresiones con las que se ensalza la figura del héroe (“El de la barba florida”).
- Adverbios y expresiones que permiten situar la acción en el tiempo y en el espacio (Media noche era por filo. Debajo de un verde pino).
- Recursos retóricos basados en la repetición: anáforas, pleonasmos, paralelismos, bimembraciones…