(“Título”), es un texto de género periodístico, y se trata concretamente de un artículo (columna o editorial, dependiendo del caso) de opinión, donde (nombre del autor, o solo el apellido), expone y argumenta su opinión sobre el tema que trata (se podría, y se debe concretar: la inmigración, la mujer…), de evidente actualidad.
En cuanto a la tipología textual en función de la intención comunicativa, podemos decir que es un texto expositivo-argumentativo, puesto que el autor aborda un tema de manera objetiva, clara y precisa al tiempo que plantea la tesis y desarrolla diversos argumentos para tratar de convencer o persuadir a los receptores.
El artículo va dirigido a un amplio público, tanto por la temática que trata como por el interés general que suscita en gran parte de la población afectada por (los recortes, la violencia…) receptores tan variados como votantes, universitarios, políticos ( en este punto se trata de demostrar que el alumno identifica perfectamente a esos receptores. No se puede hacer una afirmación global como “un grupo de receptores amplio, todos los que lean el artículo, etc. El articulista escribe pensando en una parte de la población, porque intenta convencer para “cambiar” algo, que puede variar desde opiniones a actuaciones. Por lo tanto no se puede generalizar y al concretar se demuestra que se conoce perfectamente la intención del emisor). El carácter divulgativo, desprendido de la ausencia de tecnicismos y estructuras complejas facilita claramente la difusión del mismo. El canal utilizado (nombre del periódico subrayado), periódico de gran tirada nacional posibilita la difusión y amplía el número de receptores.
En cuanto a la estructura elegida por (apellido del autor) es inductiva, pues presenta los hechos, usas diferentes tipos de argumentos y concluye con su tesis, que explícitamente no deja duda de cuál es la opinión del autor: “…”. Esta estructura consta de tres partes bien diferenciadas en los cuatro párrafos que forman el artículo: la introducción ocupa … donde presenta el tema partiendo de unos datos (evidentemente este es un ejemplo que no sirve para todos los casos; el alumno debe analizar el texto de manera pormenorizada para demostrar que ve cómo ha estructurado el autor el texto); le sigue el cuerpo argumentativo en parte de de los dos párrafos siguientes y termina con la tesis a modo de conclusión.
(Resumen: un tercio del contenido)
El tema que aborda (apellido) en este artículo de opinión, como ya se ha señalado, no es otro que … (esta parte se puede obviar, si ya se señaló o comentarlo brevemente pero de otra forma, incluyendo en este momento el aspecto de actualidad, por ejemplo); la actualidad del mismo no puede ser más evidente y queda perfectamente justificada con la frecuencia con la que en los últimos tiempos inunda todo los medios de comunicación. (Esto solo se usa cuando no podamos justificarlo de otra forma, lo ideal sería señalar cuestiones como las numerosas manifestaciones justifican su actualidad. Los exámenes ebau de las últimas convocatorias son buenos ejemplos de la actualidad de los textos elegidos).
La intención persuasiva y divulgativa de la propia tipología textual se manifiesta en el predominio de las funciones lingüísticas representativa,”…”, presente sobre todo en la exposición, donde el autor muestra la información de forma objetiva, usando la tercera persona y la función apelativa“…”, con el evidente deseo de convencer, que podemos observar con el uso de la 1a persona del plural al incluir al receptor en el discurso, pero además vemos la función poética aunque no es tan frecuente en este tipo de textos, en este caso llama especialmente la atención del receptor “…”, por el uso de un recurso literario más propio de otro género.
El cuerpo argumentativo está sólidamente construido con variados argumentos, entre los que destacan los numerosos de datos: “…”, donde se ve el trabajo exhaustivo realizado por el autor, que nos informa y aporta veracidad y objetividad. También vemos algunos de ejemplos: “…”, con casos distintos de… Estos argumentos siguen una estructura elaborada, se presentan en primer lugar las estadísticas, provocando un impacto inmediato en el lector y seguidamente pasa a utilizar un ejemplo de experiencia personal, que no puede dejarnos indiferentes por la crudeza del mismo. Ya para terminar, el autor echa mano de argumentos históricos, “…”, justo en el último párrafo volviendo a reforzar aún más su tesis.
El texto está perfectamente estructurado siguiendo las características de coherencia, cohesión y adecuación, haciendo hincapié en los tres niveles de actuación, así como en una adecuada progresión temática sustentada en el uso correcto del párrafo, distintos signos de puntuación, uso de marcadores, entrecomillado…
En el nivel léxico-semántico, observamos un uso estándar, como es habitual en este tipo de textos, de carácter divulgativo puesto que va dirigido a un público poco especializado. La cohesión queda perfectamente remarcada cuando el autor hace uso de la recurrencia léxica de varias palabras, “…”. Se aprecian campos muy relacionados, el de “…” y el de “…”.
Junto a estos numerosos sinónimos textuales: “…/ …” y antónimos: “…” (siempre con ejemplos)
Los adverbios y pronombres, se emplean principalmente para la deixis, tanto anafórica: “…”, como catafórica: “…”, y apoyan la necesaria cohesión. (Hay que seleccionar qué fenómenos o características se van a abordar, porque es imposible analizarlos todos).
En el nivel morfosintáctico, destaca el uso de la tercera persona en los dos primeros párrafos, lo cual implica un carácter marcadamente objetivo: “…”, sin embargo el uso de la primera persona tanto del singular como del plural: “…” en el resto del texto, dan gran subjetividad al mismo, aportándole viveza y expresividad. Se mantiene mayoritariamente el presente como tiempo más frecuente, “…” puesto que el autor quiere presentar los hechos y opiniones con carácter atemporal, inmutable de validez universal, actualizador de las opiniones expuestas. Por otro lado, el modo predominante es el indicativo: “…”, consiguiendo que la opiniones sean sentidas como reales y ciertas. El uso del imperativo y las perífrasis de obligación son necesarios para poder influir sobre el receptor, imprescindible en este tipo de textos. Predominan los verbos de pensamiento “creo”, por la propia tipología textual.
La modalidad predominante es la enunciativa, “…”, reforzando en este caso la objetividad, ya que se pretende informar y convencer al receptor mediante hechos e ideas reales, aunque hay otras de modalidad dubitativa, “…”, que remarcan el carácter subjetivo . La sintaxis es muy elaborada, debido al carácter ideológico y reflexivo de este tipo de textos, con predominio de las oraciones compuestas sobre todo las subordinadas, “…”, por su precisión y donde la expresión del autor es más eficaz y profunda. También hay casos de coordinación “…” con las que el autor presenta varias ideas al mismo tiempo. Las escasas oraciones simples que contiene el texto, solo son principalmente para presentar un hecho “…”.
Por otro lado, abundan los sustantivos abstractos: “…” ya que estos apoyan la disertación, reflejan ideas y pensamientos complejos. En cuanto a los adjetivos, aunque poco frecuentes en este tipo de textos, encontramos algunos que llaman especialmente la atención “…”, aportando gran expresividad y marcado carácter subjetivo.
En el nivel textual, los marcadores predominantes son de aclaración, “es decir, o sea…”, causa “puesto que” ejemplificación “por ejemplo”. Estos marcadores apoyan la necesaria coherencia y cohesión textual.
Dentro de los rasgos de estilo, encontramos algunos recursos literarios que producen un efecto estético, llaman la atención de los lectores y hacen más atractivo y sugerente el discurso, reforzando la adhesión a la tesis defendida por el autor, estos recursos son la metáfora “…”…