Andrés Hurtado
Representa al Baroja joven. Caracterizado en contraposición con otros personajes: opuesto a su familia (su padre), a sus amigos (Montaner y Aracil)… Joven humano, generoso, antiburgués, entusiasta de Espronceda. Joven médico sin vocación, escéptico y con gran sentido crítico. Pesimista, no encuentra un sistema de ideas en qué basar su vida (existencialismo). Alterna la ilusión y la desilusión Siente desprecio por el rico y simpatía por el pobre. Odia a la sociedad. Personaje de no acción: ataraxia, escepticismo, apatía, abulia.
8. Relación de Andrés Hurtado con su familia
Su padre, don Pedro Hurtado, se utiliza para caracterizar a Andrés por contraste. Don Pedro es despótico, arbitrario, de ideas derechistas y demuestra poco afecto por su hijo. Andrés mantiene una relación más estrecha con:
- Luisito: Su hermano de 4 o 5 años, de poca salud y muy revoltoso. Andrés lo quería mucho.
- Margarita: Su hermana, representa a la hermana real de Baroja (Carmen). Es una mujer resignada a los valores sociales de la época. Andrés la estimaba.
Andrés no soportaba a su hermano Alejandro y odiaba a su padre.
10. El papel de Iturrioz
Inspirado en Justo Goñi, familiar del novelista, Iturrioz aparece en la segunda parte, en el capítulo “La crueldad universal”. Filósofo escéptico, pero más realista que Andrés, representa al Baroja maduro. Baroja lo utiliza para:
- Discusiones políticas.
- Exponer las preocupaciones de la época.
En la cuarta parte, una larga conversación entre Andrés e Iturrioz caracteriza a este último mediante la exposición de sus ideas y su contraposición con las de su sobrino.
12. Julio Aracil y su relación con Andrés
Julio Aracil es compañero de Hurtado desde antes de la carrera y luego colega de trabajo. Cínico, vividor y sin escrúpulos, pertenece al mundo de los explotadores. Utiliza a Niní para entretenerse, sin intención de casarse con ella. A pesar de que su forma de vida no concordaba con los ideales de Hurtado, eran buenos amigos.
13. Lulú y su relación con Andrés
Lulú, una de las Minglanillas, es junto a Andrés uno de los personajes femeninos más logrados de Baroja. En la segunda parte, se la presenta como “un producto marchito por el trabajo, por la miseria y por la inteligencia”; graciosa y amarga, lúcida y mordaz, “no aceptaba derechos ni prácticas sociales”.
Se nos da una descripción física de ella y se la presenta en contraste con su hermana Niní. Sin embargo, tiene un fondo “muy humano y muy noble” y muestra una singular ternura por los seres desvalidos. Por encima de todo, valora la sinceridad y la lealtad.
Lulú comparte con Andrés (y con el propio Baroja) esa ternura por los desvalidos. Es sincera y tiene afán de analizarlo todo. Es fácil percibir en estos rasgos una proyección del propio autor.
Personaje insignificante en principio, cobra un desarrollo autónomo y progresivamente se hace más importante en la novela hasta convertirse en un personaje principal.
Resumen esquemático de la obra
- Primera parte: “La vida de un estudiante en Madrid”
- Andrés Hurtado comienza la carrera: Aracil y Montaner.
- Segunda parte: “Las carnarias”
- Las “Minglanillas”: Lulú.
- Tercera parte: “Tristeza y dolores”
- Día de Navidad: La casa antigua
- Cuarta parte: “Inquisiciones”
- Plan filosófico: El árbol de la ciencia y el árbol de la vida.
- Quinta parte: “La experiencia en el pueblo”
- De viaje
- Llegada al pueblo
- La hostilidad médica
- Alcolea del Campo
- La mujer del tío Garrota
- Despedida
- Sexta parte: “La experiencia en Madrid”
- Comentario a lo pasado
- Encuentro con Lulú
- Médico de higiene
- La tienda de confecciones
- Amor, teoría y práctica
- Séptima parte: “La experiencia del hijo”
- El derecho a la prole
- La vida nueva
- En paz
- Tenía algo de precursor (suicidio por sobredosis de morfina)
Contexto histórico
A fines del siglo XIX y principios del XX, Europa vive un periodo de inestabilidad que desembocará en la Primera Guerra Mundial. España está inmersa en una crisis económica, política, social y espiritual:
la Restauración (1875) no fue capaz de paliar los graves problemas del país, aunque supuso un periodo de relativa tranquilidad, marcado por la alternancia en el gobierno de liberales y conservadores, pero en 1898 el gobierno de Sagasta lleva a España a una guerra desigual que termina con el conocido “Desastre del 98”, en que España pierde Cuba, Filipinas y Puerto Rico, muchas vidas e influencia económica.
Andrés Hurtado