Análisis de las Vanguardias y la Literatura Española del Siglo XX

Vanguardias

Los vanguardistas reaccionan contra los valores, la estética y la tradición literaria de la época. Tienen un carácter innovador, rebelde y provocador.

Características generales:

  • Se oponen a la tradición, pero no quieren hacer un cambio total.
  • Antirrealismo: buscan una nueva realidad.
  • Rechazan lo narrativo, el sentimiento y la subjetividad.
  • Prefieren el vitalismo y el juego.
  • Experimentación poética: metáforas e imágenes, ausencia de rima y puntuación tradicional, disposición tipográfica espacial, efectos visuales y neologismos.
  • Entusiasmo por el mundo moderno.

Vanguardias Europeas:

  • Futurismo: antirromántico, militarista, patriótico. Admira el riesgo, la rebeldía, la violencia, la agresividad artística, la velocidad y la modernidad.
  • Cubismo: propio de las artes plásticas. Rompe con la perspectiva. Caligramas, efectos visuales.
  • Dadaísmo: carácter provocador y nihilista. Negación total del arte anterior. Quiere abolir la lógica y la memoria. Reivindican la libertad, la irracionalidad, el absurdo y el humor.
  • Surrealismo: propone una nueva manera de ver el mundo (revolución espiritual). Quiere expresar los sueños y el subconsciente. Escritura automática. Liberación social del ser humano.

Vanguardismo Español:

  1. Ramón Gómez de la Serna: es el promotor y guía. Gusto por las metáforas, las imágenes, el humor y el juego. Crea las Greguerías, que combinan metáfora y humor, y ofrecen una visión de las cosas cotidianas con asociaciones, comparaciones, metáforas, imágenes y juegos de palabras.
  2. Ultraísmo: afán de renovación. Influenciado por el Dadaísmo, el Futurismo y el Cubismo, rechaza lo sentimental y reivindica el juego y el humor. Metáforas, imágenes, disposición tipográfica, caligramas.
  3. Creacionismo: rechazo a la imitación de la realidad, la descripción y la narración. Se basa en la yuxtaposición de imágenes, asociaciones ilógicas y desconcertantes. Gerardo Diego.

Generación del 27

Celebran el tercer centenario de Góngora. No cumplían los requisitos tradicionales de una generación literaria (hecho generacional, guía, ruptura total con lo anterior, técnica homogénea), por lo que se les conoce como Grupo del 27.

Características del Grupo:

  • Renovar sin rechazar lo tradicional.
  • Inspiración en la poesía popular española.
  • Renovación del poema: lenguaje culto, metáforas.
  • Métrica variada.
  • Evolución poética: comienzan con el arte por el arte, pero en 1930 se humaniza su poesía, incluyendo temas como el dolor, la alegría y los recuerdos.
  • Equilibrio entre lo intelectual y lo sentimental, lo místico y lo racional, lo culto y lo popular.

Etapas de la Generación del 27:

  1. Hasta 1927: Formación. Se perfecciona la técnica. Influencia del modernismo, con una poesía deshumanizada. Se da más importancia a la pureza de la poesía, que es fría, cerrada y difícil.
  2. 1927-Guerra Civil: Consolidación. Se cansan del formalismo. Se humaniza la poesía y cada autor busca su propia voz. Influencia del surrealismo.
  3. Después de la Guerra Civil: Disgregación. Fusilamiento de Lorca, exilio de muchos autores.

Miembros:

  • Federico García Lorca: teatro: Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba. Temas: soledad, tiempo, frustración, libertad, muerte, defensa de los débiles. Poesía: Romancero gitano, Poeta en Nueva York.
  • Luis Cernuda: realidad y deseo. Exilio, patria, amor y odio.
  • Dámaso Alonso: visión negativa y nihilista. Hijos de la ira.
  • Gerardo Diego: Manual de espumas. Vanguardista y tradicional.
  • Vicente Aleixandre: poesía pura, elementalista y de compromiso.
  • Jorge Guillén: poesía pura, optimismo y alegría. Cántico.
  • Pedro Salinas: poesía pura. Amor optimista. Razón de amor.
  • Rafael Alberti: poesía tradicional, popular y vanguardista. Marinero en tierra.

Narrativa Posterior a 1939

Novelistas en el Exilio:

Predomina la nostalgia, la patria, el dolor de la guerra y temas existencialistas.

  • Ramón J. Sender: obra dedicada a la España anterior a la guerra y a la Guerra Civil. Crónica del alba, El rey y la reina, Réquiem por un campesino español.
  • Francisco Ayala: cuentos, narraciones, ensayos. Destacan dos novelas relacionadas entre sí: Muertes de perro y El fondo del vaso (novelas de dictador), que se basan en la caricatura, el esperpento y la ironía con intención moralizante.
  • (Max Aub, Manuel Andújar…)

Novelistas en España:

1. Posguerra / Años 40: El Tremendismo

Posguerra: dos grupos: los arraigados (aceptan el régimen) y los desarraigados (no están de acuerdo y hacen una visión analítica y crítica). Los mejores escritores estaban exiliados. No se sigue una línea clara. El realismo está prohibido y la literatura deshumanizada no tiene sentido.

Años 40: La familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo José Cela inaugura el tremendismo. Presenta una realidad distorsionada por lo triste, feo y sórdido. En 1945, Carmen Laforet publica Nada, que refleja los aspectos amargos y sórdidos de la vida.

La temática de la novela de posguerra es el reflejo amargo de la vida, con personajes marginales y desarraigados, angustiados y desorientados. La censura impide la denuncia social directa. Otros autores: Miguel Delibes, José María Zunzunegui.

2. Años 50: El Realismo Social

En 1951, Camilo José Cela publica La colmena, una crítica a la sociedad. El escritor se siente comprometido y cree que la literatura puede ayudar a mejorar la situación. Otras obras: El camino de Miguel Delibes, La noria de Luis Romero.

Hay dos enfoques:

  • Objetivismo: dar testimonio de la realidad sin intervención del autor (conductismo). Ejemplo: El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio.
  • Realismo crítico: registrar las miserias e injusticias para denunciarlas. Ejemplo: La resaca de Juan Goytisolo.

Temas: la dura vida en el campo, el trabajo, el tema urbano, la burguesía y la clase media alta, la Guerra Civil.

Estilo: es más importante el contenido y la eficacia que la forma estilística. Estructura sencilla y desarrollo lineal. Descripciones sencillas, espacio y tiempo reducidos, personajes colectivos o representativos. En el objetivismo, el autor no entra en los personajes, utiliza la técnica de la cámara fotográfica, predominan los diálogos que parecen grabados de la realidad.

3. Años 60-75: Novela Experimental

Los autores están cansados de no hacer caso a la estética y centrarse solo en la crítica social. Empiezan a cuidar el estilo y la forma. Influencia de escritores hispanoamericanos como Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa.

Obras destacadas: Cinco horas con Mario y Los santos inocentes de Miguel Delibes, Don Juan y La fuga de Torrente Ballester, El río que nos lleva de José Luis Sampedro, obras de Juan Benet, Juan Marsé y Señas de identidad de Juan Goytisolo.

La Poesía Posterior a 1939

Miguel Hernández

Muchos poetas en el exilio, como Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y la mayoría de la Generación del 27, excepto Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Lorca. Los temas de su poesía son la pérdida y la nostalgia por la patria y la guerra perdida.

En España se distinguen varias etapas:

Años 40, Posguerra: (3 grupos)

  • Poesía arraigada: serenidad, armonía, sentimientos de estar a gusto en España. Temas tradicionales como paisajes y religión. Luis Rosales (La casa encendida), Leopoldo Panero.
  • Poesía desarraigada: tono trágico, pesimista, de sufrimiento. Actitud crítica hacia la guerra. No les gusta el régimen. Hijos de la ira de Dámaso Alonso. Temas existencialistas, desesperanza, incomprensión. Blas de Otero, Gabriel Celaya.
  • Ni arraigados ni desarraigados: siguen su propio estilo. Movimientos como el postismo (supervivencia del surrealismo) y el Grupo Cántico, que intentan continuar la poesía del 27. Mezclan intimismo y estética, temas religiosos, angustia y serenidad.

Años 50: Poesía Social

Pido la paz y la palabra de Blas de Otero, Cantos iberos de Gabriel Celaya. El poeta se siente comprometido con la sociedad. Cuida menos la estética y más el contenido. La poesía es un instrumento para cambiar el mundo. Temas: injusticias, sufrimiento. Lenguaje más fácil que la poesía desarraigada (continuación de ella). Se pone de moda el tema de España, con crítica y denuncia social. Blas de Otero, Gabriel Celaya, Eugenio de Nora.

Años 60

Sigue habiendo tono social, pero sin mucho deseo de cambio. Dominan el escepticismo, la preocupación existencial, el intimismo y los temas tradicionales. Se cuida más el estilo y la estética. José María Valverde, José Hierro, Juan Goytisolo.

Años 70: Los Novísimos

En 1970, José María Castellet publica la antología Nueve novísimos poetas españoles. Son poetas críticos que no escriben poesía social, buscan metas estéticas y renovar el mensaje. Influencias: Generación del 27, Grupo Cántico y poetas hispanoamericanos. Temas: personales y asuntos de actualidad. Pedro Gimferrer, Leopoldo María Panero.

Teatro Posterior a 1939

Panorama General:

El teatro español posterior a la Guerra Civil presenta evidentes limitaciones: condicionamientos políticos y culturales, intereses empresariales, preferencias del público burgués, censura. Hay sobre todo un teatro de consumo, aunque otros dramaturgos prefieren crear otro teatro con otras formas de expresión teatral.

Etapas:

Posguerra: Años 40

Cumple dos funciones: entretener y transmitir ideología. Se estrenan obras que exaltaban los valores de los vencedores. Hay mucho control sobre las obras nuevas, a veces se llega a la autocensura de los dramaturgos. Hay varias tendencias:

  • Comedia burguesa: cumple la función de entretener y educar mediante el elogio de la virtud. Perfecta construcción con dosis de humor y ternura. Los temas son el amor, la familia, el matrimonio y el hogar. Los personajes son burgueses (su público). Autores: Jacinto Benavente, José María Pemán, Joaquín Calvo Sotelo (Una muchachita de Valladolid), Juan Ignacio Luca de Tena (¿Dónde vas, Alfonso XII?).
  • Teatro humorístico: destacan dos autores:
    • Enrique Jardiel Poncela: comedias llenas de humor inverosímil, personajes en constante movimiento, sociedad feliz cuyos objetivos son el amor y el dinero. Mezcla el humor verbal y el de situación. Eloísa está debajo de un almendro, Los ladrones somos gente honrada.
    • Miguel Mihura: sus comedias denuncian lo absurdo de la vida cotidiana, los tópicos y las convicciones sociales. Distorsiona la realidad por medio de la imaginación y la fantasía. Es un precedente del teatro del absurdo. Tres sombreros de copa, El caso de la señora estupenda.
  • Teatro realista de protesta y denuncia: es un teatro grave, preocupado e inconformista. Empieza en 1949 con el estreno de Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo, que introduce al teatro español en una tendencia comprometida con la realidad inmediata. En 1953 se estrena Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre. Entre los dramaturgos de este tipo de teatro hay dos grupos: los posibilistas, que muestran su disconformidad mediante símbolos, alusiones y guiños al público, y los imposibilistas, que pretenden expresarse con total libertad (con riesgo de censura).

Años 60

Un grupo de jóvenes autores siguen los planteamientos realistas y ofrecen una propuesta teatral con estos rasgos: realismo directo y crítico, visión esperpéntica y desgarrada (Valle-Inclán), lenguaje violento, sin eufemismos, lenguaje directo. Temas: la intolerancia de la sociedad, el fracaso personal, la falta de solidaridad, la alienación.

  • Antonio Gala: clasificación difícil por su trayectoria. Los verdes campos del Edén, Los buenos días perdidos. Posteriormente representa obras con éxito comercial, pero no siempre de crítica. Utiliza un tono poético, simbología fácil, intención didáctica y moralizante. Lenguaje cuidado.

Nuevas Formas Dramáticas

Deseo de experimentación formal. Consideran agotado el realismo social. Nuevo teatro. Se oponen a la estética realista, aunque a veces tienen tono de crítica social y chocan con la censura. Conectan con la tradición vanguardista, en la que el teatro es un espectáculo donde el texto literario es un elemento más. Importancia de la escenografía, la luz y la música. Temas: la denuncia social, la falta de libertad, la opresión y la injusticia, pero con muchos símbolos. Otras veces, por la influencia de Valle-Inclán, se usa el tono grotesco. Se distinguen:

  • Vanguardistas:
    • Fernando Arrabal: obras entre el esperpento, el surrealismo y el teatro del absurdo. El cementerio de automóviles. Crea el teatro pánico, con confusión, humor y surrealismo. Temas: la sexualidad, la religión, la política, el amor y la muerte.
    • Francisco Nieva: escribe teatro furioso. Pelo de tormenta. Teatro de calamidad, de crónica y estampa. Es un teatro liberador que intenta mostrar la esencia del hombre.
  • Simbolistas: marcado pesimismo. Simbolismo. Tema del poder opresor. Siempre tienen elementos provocadores como la presencia de la sexualidad, lenguaje agresivo y escatológico, violencia física y verbal. José Ruibal (La máquina de pedir), Miguel Romero Esteo, Luis Riaza.

También hay que mencionar el teatro independiente.

Tres sombreros de copa

Tres sombreros de copa pertenece al género del teatro de humor. Fue escrita antes de la Guerra Civil, pero no se estrenó hasta los años 50. Es una obra de humor amargo, en la que abunda la comicidad. Mediante un lenguaje disparatado que no se adecua a la situación y unos personajes estrafalarios, Mihura consigue ese toque humorístico, inverosímil y absurdo que caracteriza la obra. Ya en la primera escena se puede ver el carácter cómico con la conversación que tiene Dionisio con el dueño de la pensión sobre un zapato de un huésped anterior.

Miguel Mihura escribió la historia para entretenerse durante una enfermedad y tiene un carácter autobiográfico un tanto especial. En la historia se cuenta la indecisión que tiene el protagonista, Dionisio, entre dos mujeres: su prometida Margarita, una señorita burguesa, y Paula, una bailarina que conoce la noche antes de su boda en una pensión. Con Margarita, la vida de Dionisio es monótona y aburrida, predeterminada por la sociedad. Cuando conoce a Paula, esta le enseña otra forma de ver la vida, o mejor dicho, de vivirla. Mihura dice que es como su historia, pero todo lo contrario, ya que el autor en su vida real se fue con “su Paula” y, en cambio, Dionisio no se atreve a dejar a su prometida y la rechaza.

La obra tiene un contenido muy variado en el que se alían el humor, la tristeza, el “patetismo”, el absurdo… A pesar de la comicidad que abunda en toda la obra, en realidad tiene un doble fondo muy trágico: la frustración absurda, sobre todo apreciable en el protagonista. Este personaje siempre ha vivido una vida monótona y convencional, y va a casarse con Margarita, que representa la vida burguesa (esa boda y la reacción de Dionisio ante ella critican el conformismo del sistema). La noche antes de su boda conoce en la pensión donde se aloja a Paula, una bailarina que ve la vida de una forma más poética. Ella simboliza la libertad, la alegría, la pasión… Dionisio tiene que tomar una decisión: casarse con Margarita y vivir la vida que estaba planeada para él, o irse con Paula a disfrutar de la libertad y de la vida. Al escoger quedarse con Margarita y rechazar la felicidad, se critica el conformismo de la sociedad, la presión del sistema (que queda simbolizada por Don Sacramento). Dionisio queda como un pelele, un cobarde infantil que no tiene valor para romper las ataduras que le habían impuesto.

Con esta decisión se demuestra “el ridículo” de los personajes y de la mentalidad burguesa. Todo es una farsa. La única que se salva de esa ridiculez es Paula, que rechaza los convencionalismos impuestos por la sociedad. Es opuesta a la señorita burguesa, incluso ella llega a pensar que está marginada de la sociedad. Es el personaje que le da belleza a la obra.

A pesar del final trágico y otras escenas con mucho emotivismo, en el desarrollo de la obra Mihura aporta toques cómicos para relajar tensiones y hacer que, aunque un momento sea triste, parezca divertido y alegre. En general, la obra es una caricatura de la burguesía con una visión pesimista de la vida, aunque oculta detrás de lo cómico.