Contexto Histórico y Literario de “Luces de Bohemia”
Situación Política y Social
Luces de bohemia se sitúa en la parte final del periodo de la Restauración en España, hacia 1920, durante el reinado de Alfonso XIII (1902-1923). Este periodo se caracterizó por una serie de problemas que fueron mermando el régimen:
- Crisis política: Las disensiones internas entre los partidos políticos se volvieron frecuentes y Alfonso XIII intervino excesivamente en la política, generando inestabilidad.
- Crisis social: El desarrollo económico, industrial y urbano provocó un aumento de las luchas sociales debido a la mayor conciencia de los proletarios y campesinos.
- Conflicto religioso: Reapareció el conflicto religioso al agudizarse las denuncias de sectores progresistas sobre el dominio de la Iglesia.
- Problema colonial: El desastre de 1898 evidenció la degradación de las Fuerzas Armadas.
Esta situación condujo a la dictadura del general Primo de Rivera (1923-1931), que intentó resolver la crisis. La obra, además de centrarse en acontecimientos del presente, se refiere a la historia pasada de España, sugiriendo los motivos que causaron la situación actual.
Contexto Literario
La posición de los artistas de finales del siglo XIX y principios del XX es la base del Modernismo, que pretendía una renovación total de la vida y el arte a través de su postura antiburguesa y la recuperación de la belleza del lenguaje literario.
Además, algunos escritores, pertenecientes a la Generación del 98, estaban preocupados por la realidad política española. Estos autores pretendían regenerar la vida pública de un país atrasado cultural y políticamente.
Valle-Inclán asumió una actitud comprometida con las clases desposeídas, el proletariado y los desheredados, lo que supuso un acercamiento a las preocupaciones de la Generación del 98. Sin embargo, no se puede considerar un artista noventayochista del todo, ya que absorbió el inconformismo y malestar por la España del momento y lo combinó con su estilo propio e inimitable.
La Bohemia y la Realidad en “Luces de Bohemia”
La obra refleja el clima de violenta agitación social que se vivió desde la Semana Trágica (1909) hasta el periodo revolucionario de 1917-1919. Hay una voluntaria imprecisión cronológica, pues pretende ser una síntesis de un periodo más que el reflejo de unas fechas concretas.
Se trasluce la raíz última de las injusticias sociales: la explotación y miseria creciente de las clases trabajadoras. En lo político, la obra muestra la descomposición del sistema de la Restauración. Los políticos de la época se presentan bajo aspectos muy negativos y se refleja un ambiente de “callejón sin salida”. Presidiendo el panorama se encuentra la sombra de la Revolución Rusa de 1917 como un faro esperanzador para los oprimidos.
Valle-Inclán también pasa revista a un cúmulo de “vicios hispánicos”: la vacua patriotería, el complejo de inferioridad del país y el triunfalismo oficial. Además, se denuncia el hambre y la corrupción generalizada, desde los políticos hasta los miembros más miserables de la sociedad, como es el caso de D. Latino de Hispalis.
Tres escenas destacan por su contenido ideológico:
- Escena II: Se hace un repaso del anticuado concepto de la religión.
- Escena VI: Max coincide en el calabozo con un anarquista catalán, con quien mantiene una conversación en la que se critica la relación entre obreros y patronos.
- Escena XI: La policía ha asesinado al anarquista aplicándole la ley de fugas, y una madre llora la muerte de su hijo.
Las alusiones y quejas sobre la situación del país son constantes. Los personajes son sensibles al folclorismo que preside la actitud de los españoles. Se habla del Dos de Mayo, de la Inquisición, la guerra carlista… Se critica la falta de ideales y de amor por la cultura y se ofrecen “soluciones” para mejorar España.
Modernismo y Generación del 98 en “Luces de Bohemia”
Valle-Inclán pertenece literariamente al Modernismo e ideológicamente a la Generación del 98. La característica definitoria del Modernismo es el estilo, y la del 98 es el sentido crítico.
La España que se refleja en Luces de bohemia es irredimible, el esperpento alcanza a la totalidad de la vida nacional, su condena es absoluta y desesperanzada, su visión del país completamente pesimista.
Valle va más allá, la crítica nacional es crítica de la humanidad. Salvo excepciones, las relaciones humanas que se muestran están presididas por la insolidaridad, el egoísmo, la codicia, la violencia y la lujuria.
Además del tema de España, Valle se ocupa de la intrahistoria (la vida cotidiana de la gente). También las preocupaciones existenciales se ven reflejadas en la obra.
El Lenguaje en “Luces de Bohemia”
Valle-Inclán, como los modernistas, muestra una consideración especial por el lenguaje literario. Establece un canon de belleza, de palabra, de estilo. Cuenta con un lenguaje revolucionario (el esperpento) mucho más eficaz que el lenguaje modernista. Valle utiliza lenguaje jergal, ordinario que combina con figuras retóricas. Parodia, en ocasiones, el lenguaje pedante heredado de un Modernismo trivializado.
En Luces de bohemia encontramos una gran cantidad de citas literarias, algo propio de la literatura modernista. Se cita, por ejemplo, a La Vida es sueño de Calderón de la Barca.
Otro aspecto a destacar es la selección de expresiones características del Modernismo que en el contexto de la obra resultan pedantes.
La lengua empleada por Valle en las acotaciones es también de influencia modernista: prosa poética que trasciende su función meramente informativa y adquiere valor literario.
Las alusiones a la mitología son propias del Modernismo: el Buey Apis, Venus…
Por último, señalemos el cosmopolitismo característico del Modernismo presente en las alusiones a París y los modelos literarios que inspiran este tipo de vida; ideal de la bohemia modernista, que siempre es evocado con nostalgia.