Análisis del Espacio, Tiempo y Clases Sociales en ‘Los Santos Inocentes’ de Delibes

El Espacio en ‘Los Santos Inocentes’

Si bien no se especifica el lugar exacto donde transcurre la novela, podemos determinar que no sobrepasa los límites de Castilla, región en la que Delibes sitúa la mayoría de sus narraciones. La razón principal es el deseo de dibujar la realidad del latifundio, profundizando en su organización social. En la novela se nombra varias veces el cortijo, espacio más característico de otras regiones españolas como Andalucía y Extremadura. Por ciertos tópicos, se ha sugerido que el lugar de la novela coincide con el campo extremeño, cerca de Portugal. En cualquier caso, la novela responde a un claro concepto de realismo. Los dos cortijos que aparecen en la novela, el de La Jara y el del Pilón, están minuciosamente descritos, mediante un léxico de gran precisión y profusión de detalles.

El espacio se presenta en dos zonas:

A) El Espacio Natural

El espacio natural es una gran extensión de terreno, que necesita guardas que obedecen al guarda mayor. Es una tierra de labor, una parte de ella se dedica a la agricultura, poco importante. Otra parte se dedica al ganado. Pero el cortijo es un gran escenario de caza para el disfrute de los señoritos y de sus invitados.

B) La Zona de Viviendas

La zona de viviendas, que reúne a los habitantes del cortijo:

  • Es una zona cerrada, protegida por una tapia y un portón que debe abrir la Régula.
  • En el interior se hallan los tres edificios principales:

1. La Casa Grande

Vivienda de los propietarios del cortijo, deshabitada salvo en las cortas temporadas en que acuden sus dueños.

2. La Casa de Arriba

En la que viven el encargado, don Pedro, y su esposa, doña Purita.

3. Una Pequeña Capilla

En la que el obispo celebra la misa de la Primera Comunión.

Función Significativa del Espacio

  • Es factor imprescindible para dotar a los episodios de cohesión.
  • Revela la estructura jerárquica del latifundio. Cada elemento del paisaje refiere las diferencias sociales de los seres que transitan por él.

El Tiempo en ‘Los Santos Inocentes’

No existe una fecha que indique el año en que transcurre la novela. Sin embargo, hallamos una referencia cuando Nieves desea hacer la Primera Comunión y el señorito Iván, burlándose de ella, dice que la culpa la tiene el Concilio que los malmete, haciendo referencia al Concilio Vaticano II celebrado en Roma durante los años 1962-1965.

Naturaleza Abierta

En la obra se contempla el amor y la vehemencia emocional con que Delibes defiende la vida del campo, libre de contaminaciones y agresiones medioambientales. La vida natural es una especie de “Arcadia” amenazada por el progreso. Lo positivo del progreso es contrarrestado por lo que Delibes llama el efecto “culatazo” o regresión. En ese mundo natural se desarrolla la acción. Se ha dicho que el paisaje de la novela coincide con el campo extremeño, donde el campesino vive resignado y feliz, en perfecta armonía con la tierra. Para la familia de Azarías y el resto de los campesinos, el campo es su medio de subsistencia. La naturaleza se asimila a los personajes humildes de la novela. Azarías lleva una vida absolutamente equiparada a la de los animales (alimenta pájaros, pela la caza…). Paco, el Bajo, es como un perro con finísimo olfato. No obstante, los personajes femeninos como la Régula y Nieves, no se identifican con ella y trabajan en las labores de la casa. A estos dos inteligentes personajes, con una visión práctica del mundo, se les condena a vivir sin esperanza alguna en el progreso, porque la vida les encierra todos los caminos de salida. Quirce es el único que parece adoptar una postura distanciadora y levemente recelosa, pues no está por la labor de contentar los caprichos del señorito Iván.

Las Diferencias Sociales

En ‘Los Santos Inocentes’ se pueden distinguir dos grupos de personajes: los pertenecientes a un grupo social alto y los personajes sometidos. En Los Santos Inocentes no aparecen representantes de la clase media, a no ser como sombras fugaces en segundo plano.

El grupo de personajes elevados cuenta con un solo carácter bien perfilado, el del señorito Iván. En Iván, Delibes ha esenciado la mentalidad del señorito franquista hasta rayar en la caricatura.

La diferencia entre unos y otros se refleja en la denominación de las casas: la de Pedro, el Périto, siendo a un tiempo siervo de los señores y señor de los siervos, se distingue por sus dimensiones, es la Casa Grande, en contraste con el cuchitril de Paco; la de la señora Marquesa se distingue por su superioridad jerárquica, es, como corresponde, la Casa de Arriba.

Delibes destaca la idea de que el latifundio favorece la diferencia en el modo de vida entre propietarios y ricos. Los señoritos acuden al cortijo sólo de vez en cuando para fiestas o cacerías. Viven habitualmente en la ciudad, despreocupados por sus siervos.

La conciencia de propiedad y de vasallaje es asumida con toda naturalidad por los personajes. Aceptan la caridad de los señores y se sienten orgullosos de ser objeto de sus preferencias. Lo curioso es que la conciencia de propiedad y la conciencia de vasallaje son asumidas con toda naturalidad por los personajes. A nosotros, como lectores, el mal trato que recibe Paco del señorito Iván nos parece insoportable, pero los personajes de la novela no lo perciben así. La religión aparece como una actividad ritual al servicio de los aristócratas y como una fiesta a la que no pueden asistir los humildes.