Análisis del poema “Caracol” de Rubén Darío: Modernismo, simbolismo y la búsqueda de la esencia

1. IDENTIFICAR AL AUTOR Y UBICARLO EN EL MOVIMIENTO, CORRIENTE O GRUPO LITERARIO AL QUE PERTENECE

“Caracol” es un soneto publicado por primera vez en 1903, e incluido en Cantos de vida y esperanza en 1905. Su autor, Rubén Darío, pertenece a una corriente literaria y artística que se desarrolla a finales del Siglo XIX y principios del XX, el Modernismo, el cual tiene su origen en Hispanoamérica y, aunque generalmente se restringe al ámbito artístico, busca un cambio ideológico, político y social: nace como una afirmación de las propias raíces americanas frente al colonialismo y el imperialismo. Si su obra Azul (1888) es el paradigma de la estética modernista y Prosas profanas y otros poemas (1896) representa la plenitud del Modernismo,

con gran suntuosidad expresiva, neologismos e innovaciones métricas, en Cantos de vida y esperanza (1905), libro al que pertenece este poema, se acentúa el tono personal y filosófico. Trató nuevos temas como la defensa de los valores culturales de la hispanidad frente al empuje estadounidense, la nostalgia por la niñez y la juventud perdidas, y la naturaleza y el destino del ser humano.

La dedicatoria reza: “A Antonio Machado”, poeta también considerado modernista,con el que comparte contexto cultural y algunos elementos estilísticos, aunque entre ellos había grandes diferencias.

¿QUÉ SIGNIFICADO TIENE EL “CARACOL? ¿QUÉ INTERPRETACIÓN LE DA EL AUTOR?

El poema habla de un caracol dorado: “En la playa he encontrado un caracol de oro” (verso
1). Tiene un carácter simbólico, la imagen de la espiral representa el carácter cíclico de la evolución, para los místicos representa el avance de la conciencia. A lo largo de la historia del arte la figura de la espiral que describe el caracol se ha visto como un símbolo universal. Refleja la permanencia de la esencia a pesar del continuo cambio.

Pero también es presentado como un caracol sonoro: “he llevado a mis labios un caracol sonoro” (verso 5), que contiene en su interior el sonido del mar.
Para Darío, el caracol encierra los sonidos, el canto, la poesía.
Y si está “pulido y recamado de las perlas más finas” (verso 2), entonces se trata del canto que nos llega traído por la tradición, de la poesía que aparece hoy, pero atravesó los siglos, en un proceso de refinamiento y búsqueda de perfección.

Con la alusión a la perla, concurren dos ideas: la de su capacidad germinativa, y la del tiempo de incubación. Así, la poesía se presenta como una natural disposición de crear algo sublime mediante el lento germinar permanente de los siglos.

2. ¿CUÁL ES EL ARGUMENTO Y EL TEMA DEL POEMA?

El poeta se encuentra un caracol en la playa y, a partir de una minuciosa descripción y alusiones a referencias mitológicas, nos presenta su visión cíclica de la creación, de la evolución, pero a la vez de la permanencia a pesar del continuo cambio. Del mismo modo alude a los sonidos, haciendo referencia al “canto” de la tradición, que va pasando a través de los tiempos, mientras se va perfeccionando y refinando.

ESTRUCTURA.

El poema se divide en cuatro estrofas y en él podemos encontrar tres partes:

– En la primera estrofa se nos narra la anécdota, se describe al caracol y se alude al mito de Europa.

– Del verso 5 al 13, el poeta cuenta cómo hizo sonar el caracol y cómo lo acercó a su oído y el sonido que escuchó le hizo evocar los secretos del mar y el viento que impulsó la nave de Argos, las olas, el misterio.

– En el último verso, entre paréntesis, se nos señala la similitud del caracol y el corazón del poeta, es decir, que al describirnos el caracol, nos está describiendo su corazón, anhelante de belleza, amante de los sueños, la historia, los mitos, los viajes…El poeta, lo que busca en realidad es expresar su propia intimidad, acorde con esta etapa de madurez del autor en la que su poesía gira, sin descuidar la belleza y el preciosismo de la forma, hacia la expresión de sentimientos personales más íntimos y profundos.

En realidad, se podrían establecer dos grandes partes: del verso 1 al 13, en que se nos cuenta la anécdota del caracol y todo lo que evocó en el poeta, y el verso final en el que se establece esa comparación entre el caracol y su corazón.


3. EXPLICA LAS CarácterÍSTICAS MODERNISTAS DEL AUTOR A TRAVÉS DEL POEMA

Rubén Darío fue el impulsor del Modernismo. Los poetas modernistas, descontentos con la realidad, se enfrentan a la estética dominante y realizan una profunda renovación literaria, tanto en los aspectos formales como en los temáticos. En el poema podemos encontrar rasgos de este movimiento: el uso de referencias mitológicas, “Europa montada en el toro” (versos
3, 4), “Jasón y la nave Argos” (versos 10,11), que no son usadas como simples figuras literarias, sino aludiendo al origen de la creación, de la civilización (mito de Zeus y Europa, o Jasón y los argonautas tripulación que le acompañaba en su búsqueda de un

vellocino -piel de cordero- de oro).

La utilización de símbolos: el caracol, símbolo de la creación, de la esencia; el mar, por el que viaja la tradición, primero de Creta al continente, después alude a las costas americanas.

El uso del color azul, como paradigma modernista, “y las azules minas me han contado en voz baja su secreto tesoro”. La personificación “las azules minas me han contado en voz baja su secreto tesoro” (versos 7,8) 

La expresión de la intimidad personal, el llamado Modernismo interior, de clara

inspiración ROMántica, aparece en el último verso “el caracol la forma tiene de un corazón”. La espiral del caracol construye la evolución de la cultura, de la humanidad, y es también reflejo del corazón del hombre, se concibe la vía mística como una espiral. Rubén Darío confiesa que ese caracol, de tan antiguos y misteriosos ecos, es su propio corazón.

La renovación de la lengua poética:
El uso de la sinestesia que permiten sugerir la

mezcla de sensaciones, el “caracol sonoro y figura de la espiral”; “los vientos amargos”, en alusión a las vicisitudes de Jasón en su búsqueda del vellocino.

En cuanto a personajes, el único que podemos “destacar” es el autor mismo, es decir, el “yo lírico”, que el autor emplea como personaje dentro del poema.

Renovación métrica. Uso del alejandrino en el soneto. Rubén Darío era innovador y creó variantes de las estrofas clásicas, como es este soneto formado por versos de catorce sílabas (o alejandrinos). No obstante, para conseguir esta uniformidad de todos los versos, es necesario suprimir dos sinalefas (verso primero y verso diez), crear una diéresis (verso doce, palabra oigo) y respetar las pausas de respiración entre los hemistiquios de un verso (verso trece). Como todos los sonetos, el poema está estructurado en dos cuartetos y dos tercetos.

Su rima es consonante y responde al siguiente esquema: ABBA ABBA CCD EED. El último verso del soneto es perfecto y conclusivo (como en la mayoría de esta clase de estructura)
.


1. IDENTIFICACIÓN DEL TEXTO, DEL AUTOR Y CONTEXTUALIZACIÓN

El autor del poema es Antonio Machado, poeta de la Generación del 98, que tuvo en sus inicios influencia modernista, a través del poeta nicaragüense Rubén Darío.

El poema pertenece a su primera etapa en la que escribíó Soledades (1903), con la que inicia una estética modernista y simbolista que se amplía en Soledades, galerías y otros poemas.

Su poesía suma la raíz ROMántica de Bécquer y Rosalía de Castro, el simbolismo

francés y la brillantez formal de Rubén Darío. Por él supo cómo el simbolismo daba a las cosas o a la vida una dimensión evocadora más allá de su presencia física. De él retuvo adjetivos y referencias, aprendíó a utilizar el sueño como forma de acceso al mundo interior y a mirar el pasado con nostalgia; escribíó temas relacionados con la angustia existencial, como la soledad, la muerte, el amor doloroso y ausente, o el paso del tiempo y los recuerdos. Pero pronto  reacciónó contra los excesos de la nueva literatura.
Considera que la poesía es una constante

actividad espiritual, centrada en el análisis del yo, en el sentimiento, y no un taller de fórmulas con imágenes brillantes.

En este libro todo es una búsqueda de sí mismo en el tiempo, el amor, la muerte, el sueño o en un Dios soñado. Se aleja pues de la evasión de la realidad hacia mundos artificialmente embellecidos.

2. ARGUMENTO, TEMAS Y ESTRUCTURAS

El tema central del poema es la angustia existencial que supone la conciencia del vacío emocional provocado por una pérdida sentimental, y a su vez, la añoranza de lo perdido y el deseo de recuperarlo.

El yo lírico sale a caminar por un campo, más simbólico, más soñado, que vivido. En ese paisaje proyecta sus sentimientos. De pronto, evoca lo que parece ser una antigua copla popular que se refiere al dolor provocado por la pérdida del amor. Esos versos sin duda están inspirados en el poema titulado “Una vez tuve un clavo”, de la gran poeta gallega Rosalía de Castro. A partir de la referencia a esa temática, el paisaje del poeta se va oscureciendo hasta desvanecerse.

El TEMA, más escuetamente, es, pues, el deseo de llenar el angustioso vacío

existencial y emocional.

En la ESTRUCTURA, analizamos la externa y la interna. En cuanto a la estructura

externa, el poema consta de 24 versos octosílabos (arte menor) distribuidos en 6 estrofas: -cuarteta-redondilla cuarteta-cuarteta- redondilla- cuarteta. Son estrofas de arte menor, la cuarteta hace su rima “abab”, mientras que la redondilla es “abba”. Presentan una rima consonante.

Su estructura interna está directamente vinculada con la parte formal del poema, con la estructura externa. Se puede dividir en dos momentos, el que corresponde a las tres primeras estrofas y el que abarca las tres últimas, de manera que ambos momentos presentan la misma disposición estrófica (cuarteta, redondilla, cuarteta).

El primer momento del poema es el que se corresponde a esa caminata más soñada que vivida, donde el yo lírico proyecta su sentir. Este apartado se cierra con la estrofa que parece evocar una canción popular, la que está inspirada en los versos de Rosalía de Castro, que se refieren a cómo un amante consigue desprenderse de un dolor amoroso, pero eso le provoca la pérdida total de sus sentimientos.

El segundo momento muestra una naturaleza que, al igual que el alma del poeta, se vuelve sombría hasta desvanecerse. El poema se cierra con una estrofa que retoma la temática de la poesía de la autora de Cantares gallegos, donde el yo lírico vuelve a cantar unos versos que expresan un lamento por la pérdida del amor, y a su vez, la añoranza de lo perdido y el deseo de recuperarlo.


3. CarácterÍSTICAS FORMALES (ESTILO DEL AUTOR O DE LA ÉPOCA, FIGURAS, MÉTRICA, RASGOS GENÉRICOS)

Poema formado por 24 versos octosílabos, de arte menor. Distribución en las

siguientes estrofas: cuarteta –redondilla- cuarteta (bis). La redondilla presenta el siguiente esquema 8a 8b 8b 8a. La cuarteta: 8a 8b 8a 8b. Las rimas son consonantes.

Machado se adscribe a un Modernismo intimista con clara influencia del Romanticismo de Bécquer y Rosalía. En el plano conceptual, en este poema los sentimientos universales que expresa se refieren a la evocación del paisaje, vinculado a los sentimientos del yo poético y a un amor más soñado que vivido.

En cuanto a las carácterísticas estilísticas que reflejan este Modernismo intimista, se reflejan los valores simbolistas. Machado utiliza símbolos como el camino (sendero) que representa la vida y búsqueda del ser humano; soñar: acción propia del caminante o del viajero (homo viator), el ser humano que busca, es una forma de conocer; la tarde, que representa la melancolía, la nostalgia; la espina, que alude al amor deseado e hiriente al no ser correspondido.

Aparece un léxico altamente connotado en relación con el vacío existencial: “Soñar, polvorienta, tarde, mudo, sombrío, se obscurece, se enturbia, desaparece”…, se refieren a las sensaciones de irrealidad, confusión, duda, falta de luz, falta de vida, etc… que aportan. Dentro del léxico señálamos la presencia del “adjetivo definidor” tan esencial en la poesía de Machado, como puede ser “colinas doradas”, “verdes pinos”,” polvorientas encinas”,” mudo y sombrío” “aguda espina dorada”.

Otros recursos destacables son la enumeración de la primera estrofa, que debido

al asíndeton aporta un ritmo más vivo y rápido acorde con la actitud más vital del viajero “Las colinas doradas, los verdes pinos, las polvorientas encinas”. En contraste, en la penúltima estrofa se aprecia el uso de polisíndeton y la presencia de bimembraciones que aportan una sensación de lentitud, que anticipa la desaparición del ensueño “y el camino que serpea y débilmente blanquea, se enturbia y desaparece”.

La interrogación retórica del verso nº 5, muestra la divagación del “yo poético”: ”¿A

dónde el camino irá?”

El apóstrofe “aguda espina dorada” de tanta belleza por la paradoja que encierra, en paralelismo con la contradicción de ese sentimiento  de “doloroso amor”;” aguda espina “ con el uso del adjetivo epíteto contrasta con dorada: vinculada a la luz, amor, pasión, vida…;

además si observamos la importancia del símbolo al que se personifica y se dirige el poeta aun sabiendo la imposibilidad de respuesta amorosa por el paso del tiempo: la consideración de la esencialidad o profundidad del sentimiento se hace más evidente.

Para concluir, señalaremos que este poema es una clara muestra de la obra

machadiana en la primera etapa de su trayectoria poética. La composición trasciende por la presentación de un sentimiento universal como es el amor, el ansia del ser humano por encontrarlo y el vacío existencial ante su pérdida. A su vez la “voz propia” que el poeta buscaba está presente en ese íntimo monólogo con su interior. En 1931 Machado dio esta definición acerca de la labor del poeta “ la poesía es la palabra esencial en el tiempo” sentimientos como la añoranza, nostalgia, angustia, ansia, impaciencia… que están presentes en este poema son por una parte señales del tiempo que a cada uno  le toca vivir y por otra son sentimientos y sensaciones universales en la conciencia del ser humano.