1. Personajes modelo en el Quijote
A lo largo de la novela, debido a la crítica a las novelas de caballería, podemos ver una citación de varios personajes modelo. Entre los primeros podemos destacar a caballeros andantes como Amadís de Gaula; amantes corteses, héroes del romancero y protagonistas de otros géneros literarios como la novela pastoril, morisca y sentimental, que el propio Cervantes cultivó.
También aparecen personajes históricos lejanos, como el Cid, o cercanos, como Orlando furioso; personajes de las historias romanas, griegas; héroes bíblicos y míticos.
2. Cide Hamete Benengeli en el Quijote
Cervantes recurre a Cide Hamete Benengeli como segundo autor y lo continúa usando en la segunda parte, no solo para narrar la historia, sino también para contrastar sus opiniones sobre la verdad literaria, la veracidad y la verosimilitud. Aparece en los capítulos VIII y IX de la primera parte, interrumpiendo la acción para después de la explicación retomarla.
Cervantes finge haber encontrado en el mercado de Toledo un manuscrito árabe que continúa la historia interrumpida, de donde lo había sacado originalmente. Como está en árabe, se la hace traducir a un morisco, por lo cual, el texto que le llega al lector ha sufrido dos mediaciones.
La función que cumple es la de la posibilidad que Cervantes pueda hacer observaciones a la historia.
3. Influencia del Quijote apócrifo de Avellaneda
A mediados de 1614, con la intención transparente de darle en la cabeza a Cervantes, salió el Segundo tomo de Don Quijote de la Mancha, el Quijote de Avellaneda.
La publicación de esta obra falsa poco antes de que Cervantes acabase la redacción de su segunda parte le hizo plantearse de qué manera vengarse del falso autor. Así, encontramos desde burlas al Quijote de Avellaneda hasta la introducción de personajes de este en su segunda parte.
El cambio más importante que produjo el Quijote de Avellaneda en la segunda parte del Quijote es en relación con su trama. Don Quijote y Sancho ya no se dirigirán a Zaragoza a participar en las justas sino que lo harán en Barcelona. Además se decide que Don Quijote morirá al final de la segunda parte con la intención de que nadie más pueda seguir sus novelas.
La última alusión se puede ver en las últimas palabras de la novela en la que se dice que Cide Hamete ha colgado su pluma para que nadie la profane.
4. Evolución del carácter de Sancho Panza
El principal protagonista es el Quijote pero junto a él se destaca su fiel escudero Sancho Panza que fue creado para complementar la locura de Don Quijote. Al principio de la obra, Sancho se convierte en su escudero y lo acompaña hasta el final porque le es prometido que gobernará la ínsula, aunque se separan en algunos capítulos. Tiene un comportamiento tranquilo, es una mezcla de ingenuidad, tontería y agudeza. Es un hombre realista y práctico que lo seguirá fielmente, a pesar de que no entiende sus ideales.
En la primera parte mientras Don Quijote se dedica a deshacer imaginarios encuentros en su camino; Sancho, tratará de disuadirle para que no se meta en complicaciones. Sancho va demostrando a lo largo de la novela su cordura y se va enriqueciendo humanamente hasta que su personalidad adquiere un peso comparable a la del caballero, se produce la llamada quijotización.
En la segunda protagoniza muchos episodios. Destaca como gobernador de la ínsula Barataria por su sensatez, que constituye una venganza a los condes: ellos piensan que gobernará de forma irrisoria y se divertirán, pero el escudero actúa con total coherencia. Sin embargo renuncia a su ínsula con unas palabras que lo describen a la perfección: “desnudo nací, desnudo me hallo, ni gano ni pierdo”. Sin embargo, nunca renuncia a la idea de seguir viviendo aventuras acentuando así su quijotización, hasta que muere su amo y muestra desilusión por no poder vivir más aventuras.
5. El amor cortés en el ideario de Don Quijote
Don Quijote encarna a la perfección el papel del caballero enamorado cortés porque cuando decide hacerse caballero, una de las primeras cosas que hace es buscar una dama, de quien enamorarse y a quien servir: Dulcinea del Toboso, se le atribuye un cúmulo de perfecciones y requisitos que debía tener una dama, aunque la realidad es muy distinta.
Como buen amante cortés, siempre se encomienda a ella antes de una batalla y, siempre que vence, pretende que su rival se presente ante Dulcinea, reconozca su hermosura y le refiera las hazañas que por ella acomete. Por lo mismo, Don Quijote ha de defender la hermosura y superioridad de su dama ante todas las demás, por ello, se enfurece con Sancho Panza cuando le intenta casar con la princesa Micomicona. También sufre, la penitencia amorosa, imitando a Amadís de Gaula.
6. Parodia de las novelas de caballerías
La obra es una parodia de los libros de caballerías, género que Cervantes conocía muy bien. La parodia del mundo caballeresco se desarrolla ya desde la primera página:
Cervantes presenta a un noble, pero que pertenece a la capa más baja de la sociedad nobiliaria: un hidalgo de un pueblo perdido de la Mancha. Don Quijote (Alonso Quijano) es señor de La Mancha, la zona más árida y desértica de la Península Ibérica.
El personaje en sí es paródico. Frente a los héroes jóvenes y apuestos de las novelas de caballerías, tenemos a un anciano loco que va acompañado de un campesino de poca sal en la mollera (Sancho Panza) que va en burro.
Su amada no es una bella princesa, sino una mujer de aldea (Aldonza Lorenzo) a la que ve por primera vez persiguiendo un cerdo.
Orlando Furioso (caballero de otro libro) enloquece por el desdén de Angélica mientras que Don Quijote enloquece por leer tantas novelas de caballerías. Su locura produce dos consecuencias inmediatas: cree que todo lo que ha leído en los libros de caballerías es cierto y piensa en la posibilidad de resucitar la orden caballeresca.
Armadura, caballo, nombre y amada; todos ellos contribuyen a crear una figura ridícula: la armadura es de sus bisabuelos y Rocinante es todo piel y huesos… Cuando termina el primer capítulo, Cervantes ha delineado un personaje absolutamente ridículo.
En los libros de caballerías encontramos el recurso del autor que dice haber encontrado un manuscrito y que él es simple transmisor. Cervantes en su novela dice haber encontrado un manuscrito de un tal Cide Hamete Benengeli (un morisco).
7. Evolución de Don Quijote y Sancho Panza
La diferencia básica de la segunda parte respecto a la primera es que existe una evolución clara de los personajes y de los acontecimientos, en relación con el conocimiento que tienen los propios personajes de la primera parte del Quijote, e incluso, del Quijote de Avellaneda.
Mientras que en la primera parte Don Quijote padece innumerables alucinaciones, relacionadas con el mundo de la caballería; en la segunda parte, los personajes conocedores del comportamiento de Don Quijote le quieren hacer creer situaciones inexistentes, basándose en la experiencia de la primera parte del libro.
En la segunda parte Don Quijote se presenta como un personaje conocido, incluso por él mismo, al igual que su escudero. Innovación narrativa que da credibilidad y realismo a la obra.
Es interesante que a lo largo del libro se produzca una inversión de la situación común en la novela, que ha llevado a hablar de la sanchificación de Don Quijote y de la quijotización de Sancho. Así, mientras el espíritu de Sancho asciende de la realidad a la ilusión, declina el de Don Quijote de la ilusión a la realidad.