Análisis literario de la obra de Mario Vargas Llosa: Los cachorros

Un novelista de nuestros días: Mario Vargas Llosa

1. Teoría de la novela

Mario Vargas Llosa, uno de los narradores más completos e importantes de su generación y una gran figura destacada en el panorama de la literatura hispanoamericana. Representa el ideal del Boom Hispanoamericano en la literatura, ya que surgió con él y ayudó a desarrollarlo gracias a su innovadora forma de escritura. Su producción novelística se puede dividir en 3 etapas: en la primera aborda las ideas del realismo y está cerca de las ideas del marxismo y a la Revolución Cubana. En la segunda introduce el humor en sus novelas, aunque ya podíamos observar en algunas, elementos cómicos. Y la tercera es una etapa muy escéptica, escribe novelas sobre varios temas calificadas como obras menores. Vargas Llosa desarrolla un tipo de narrativa basada en las influencias de varios autores a lo largo de la historia. Sus novelas abordan gran variedad de temas que se pueden recoger dentro de 2 ideas la novela total y los demonios.

2. Técnicas narrativas

Vargas Llosa considera fundamental desvincular al lector del escritor, escribiendo una obra total, creando un mundo que sumerja por completo al lector en dicha ficción, por ello utiliza diferentes técnicas narrativas. Principales técnicas narrativas que utiliza Mario: (todas las técnicas que utiliza implican al lector):

  • Vasos comunicantes: este procedimiento consiste en que 2 historias contadas a la vez se afecten mutuamente, modifiquen y completen.
  • Salto cualitativo o muda: se trata de la habilidad de realizar el cambio de narradores o perspectiva durante la obra.
  • Caja china: consiste en contar historias que se contengan unas a las otras, creando realidades primarias y secundarias.
  • Dato escondido: narrar por omisión, es decir, omitir ciertos datos para darles más importancia. Esto implica que el lector necesita adivinar o imaginar dichos datos.

3. La evolución de su novelística

Primera etapa realista:

Sigue las ideas del realismo de raíz nonica. A esta etapa pertenecerían las obras escritas entre Los jefes (1958) y Conversación en la catedral (1969). En este periodo el autor está cercano a las ideas marxistas y de la Revolución. Con sus novelas quiere denunciar injusticias, la corrupción de la sociedad peruana: la hipocresía, la falta de moralidad y el machismo. Para ello se vale de una ficción realista y “pinta” una realidad cotidiana desde múltiples enfoques.

  • Los jefes: su primer libro (1958), libro de relatos.
  • La ciudad y los perros: publicada en 1962. Esta novela es novedosa por su estructura y por el uso del lenguaje. La clave narrativa está en la multiplicidad de puntos de vista que dan una visión globalizadora y totalizante de la realidad que Vargas Llosa quería representar.
  • La casa verde: publicada en 1965.
  • Los cachorros: publicada en 1967.
  • Conversación en la catedral: aparece en 1969. Es el relato de una frustración.

Segunda etapa. Cambio de rumbo: del realismo a la sátira:

Vargas Llosa da un giro en el tratamiento de los temas e introduce el humor en sus novelas, aunque ya en Los cachorros podíamos encontrar elementos paródicos y cómicos.

  • La tía Julia y el escribidor: publicada en 1977.
  • Pantaleón y las visitadoras: esta novela aparece en 1973. Es una sátira y una parodia antimilitarista de tinte esperpéntico. En este libro se deja de lado la seriedad del tema que hasta ahora aparecía en todas sus novelas: la denuncia social y le da un tratamiento más cómico. Denuncia la doble moral y la hipocresía de la gente mediante la técnica del pastiche.

Tercera etapa. El escepticismo desde La guerra del fin del mundo:

Con La guerra del fin del mundo el autor quiere cuestionar la posibilidad de comprender la realidad, es una etapa más escéptica. Después de esta novela empieza a escribir novelas de temática variada, que la crítica califica como obras menores. Historia de Mayta (1984), Lituma en los Andes (1993). En el año 2000 escribe La fiesta del chivo, obra de mayor envergadura que las anteriores. En 2010 publica El sueño del celta, donde aparece como protagonista el independentista irlandés Roger Casement, historia que conoció Mario a través de lecturas e investigaciones. Usa su memoria como materia prima y luego manipula con entera libertad sus recuerdos, transformándolos en algo distinto.

Temas: La castración

Esta castración física de Cuéllar marca el principio de la frustración psicológica, es en el colegio donde se inicia el proceso de castración colectiva al que es sometido Cuéllar. La castración física es determinante en la castración individual, social y existencial de Cuéllar, personaje que va a ser representativo de la castración psicológica del grupo. El problema de Cuéllar es la imposibilidad de compaginar su situación de castrado con su deseo de ser uno más del grupo. En todo momento tiene que aparentar. Cuéllar carece de aquello que es el emblema del grupo al que quiere pertenecer. Los otros también lo castran simbólicamente al exigirle cosas que le son difíciles de realizar: el fútbol, obstáculo que supera, y luego las chicas, obstáculo mayor que nunca podrá salvar hasta caer en una homosexualidad velada. Cuestiona también el orden social mediante su degradación personal: por eso, cuando fracasa con Teresita, se hunde y reniega de sus orígenes burgueses juntándose con los grupos sociales más bajos: drogadictos, delincuentes, etc. El grupo mantiene una complicidad hipócrita con él. J. M. Oviedo apunta que toda la etapa formativa del hombre es una castración y entiende la obra como una metáfora tragicómica de la sociedad peruana y la interpreta como una crítica de la vida burguesa.

El machismo y el sexo

La sociedad miraflorina es una sociedad machista. El machismo se manifiesta en comentarios como éstos: “ella será la vaca y yo seré el toro”. En un mundo machista el miedo y la timidez están muy mal vistos. Recordemos que quizá fue el miedo la causa por la que Judas mordió a Cuéllar. Cuando intenta relacionarse con Teresita, tartamudea porque es tímido y no está seguro de sí mismo, atributos incompatibles con la virilidad y el machismo. Para estos “cachorros” las mujeres sólo sirven para ostentar su hombría. El arquetipo de “macho”, hombre brutal que a través de sus acciones, exhibe todos los atributos que demuestran hombría y virilidad, todos excepto el más importante, que es del que carece. Pero fracasa, en el fondo es inseguro, está hundido, es tímido, teme la marginación, el aislamiento y su única salida es la muerte. Él nunca podrá pertenecer a esta sociedad machista, carece de su emblema, de lo más valioso: el órgano sexual. El fútbol es un símbolo machista. Cuando Cuéllar llega al colegio, para ser aceptado e integrado en el grupo tiene que aprender a jugar al fútbol, deporte masculino y símbolo de hombría. La emasculación de Cuéllar, lo convierte en un ser digno de lástima a los ojos del grupo y que es impulsado a convertirse en un intruso, en un marginado.