I. Género y Narrador
Genéricamente, El Lazarillo de Tormes se engloba dentro de la novela picaresca, pero, además, se presenta como una narración autobiográfica. Dicha forma estilística refuerza la verosimilitud general de la narración al ponernos en contacto con hechos que el autor afirma haber vivido; de esa forma los consideramos verídicos. Como consecuencia del empleo de esta fórmula, se mantendrá a lo largo de toda la obra el mismo punto de vista (primera persona), produciéndose así una identificación narrador–personaje (Yo protagonista). Manteniendo esta unidad en el punto de vista, el narrador nos ofrece diferentes facetas de una misma realidad social: la vida de Lázaro se presenta como un viaje por diferentes lugares junto a diferentes amos que encarnan múltiples y variados estamentos sociales. Por otra parte, la obra reviste una forma epistolar, según se indica en el prólogo: Lázaro da su respuesta por escrito, en forma de carta o epístola, a una pregunta formulada por un interlocutor (Vuesa Merced, lector implícito), que es especialmente relevante en los Tratados I y VII.
II. Aspectos Temáticos
Tema Central
El mismo título de la obra, La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, pone de relieve su contenido. El Lazarillo consiste en la narración autobiográfica de la cambiante vida de Lázaro. Así, los seis primeros tratados describen sus andanzas durante su infancia y juventud y, el último, nos lo presenta como un hombre maduro y casado que desempeña el oficio de pregonero en Toledo. El tema central es, pues, la historia del proceso vital de Lázaro, una especie de resumen de la vida de un muchacho humilde que, tras pasar fatigas como criado de muchos amos, alcanza cierto grado de prosperidad, aunque a costa de su deshonra. La trama o argumento se desarrolla a través de sucesivos episodios que constituyen unidades argumentales, completas y cerradas, y que se presentan como una cadena de acontecimientos vividos por Lázaro como protagonista o espectador, que explican la evolución de su actitud ante la existencia.
Estos episodios se pueden dividir en dos grandes grupos:
- Episodios sin incidencia en la vida de Lázaro: De carácter cómico y humorístico, tienen como función amenizar el relato. No influyen en la forma de desarrollo del protagonista. (Ej.: El hermano de Lazarillo se asusta del color del cuerpo de su padre).
- Episodios que influyen en el proceso vital de Lázaro: Determinan una modificación de sus circunstancias y tienen como función señalar, por medio de circunstancias vividas, su actitud ante la vida. (Ej.: El “Episodio del toro de piedra” tiene como función hacer que Lázaro comprenda que vive en un mundo hostil y que en adelante tendrá que aprender a valerse por sí mismo en la vida).
Temas Secundarios
La obra refleja la escala de valores de la época y aborda temas como:
- La crítica social: Se exponen el delito, el desarraigo, la soledad, la pobreza, la mendicidad, la insolidaridad y la avaricia a través de las diferentes clases sociales encarnadas por los personajes.
- El hambre: El proceso de hambre de Lázaro va siempre paralelo a su proceso vital. Es una circunstancia que influye sobre sus afectos, el grado de dependencia respecto a sus amos y su capacidad para tomar la iniciativa (ej.: cariño hacia Zaide, odio hacia el ciego). Finalmente, Lázaro consigue vencer el hambre a costa de su propia degradación moral.
- El honor y la honra: En la obra aparecen dos códigos diferentes. Uno responde a un criterio pragmático y eficaz de la vida que podría resumirse en la frase: “no mires a lo que puedan decir sino a lo que te toca, digo a tu provecho”. Es también la intención que mueve a la madre de Lázaro, en el primer tratado, a “arrimarse a los buenos”. El otro código es el encarnado por el escudero: mantener las apariencias a toda costa. Resulta paradójico que el deseo de honra que mueve a Lázaro a relatar su vida desemboque en la narración de un aprendizaje del deshonor.
- El desarraigo: Este tema se manifiesta en la forma en que Lázaro se relaciona y se despide de sus amos.
- La religión: La obra contiene una fuerte crítica a la institución eclesiástica y a la religiosidad de la época. Clérigos y frailes aparecen representados negativamente, criticando su avaricia e hipocresía.
III. Motivos Temáticos Recurrentes
- Las calabazadas: Las que recibe Lázaro niño le hacen tomar consciencia de su soledad y la dureza del mundo, funcionando como un rito de iniciación a la vida adulta. Las que después propina al ciego demuestran que ha aprendido la lección y sabe valerse por sí mismo.
- El caso: Este término tiene un doble significado. Por un lado, se refiere al asunto sobre el que Vuesa Merced pide explicación a Lázaro (la situación de su matrimonio), justificando así la escritura de la obra. Por otro lado, en otros contextos, significa simplemente anécdota o suceso.
IV. Estructura de la Obra
La obra se compone de un prólogo y siete tratados de extensión y relevancia desigual.
El Prólogo
Además de situar los hechos, introduce los propósitos e intencionalidad del autor (Lázaro como narrador). Contiene varias ideas clave:
- Justificación: Da respuesta a la petición de Vuesa Merced, quien pide información sobre “el caso” (propósito particular).
- Deseo de difusión pública: Expresa el deseo de que su relato se conozca.
- Conciencia literaria: Muestra conocimiento de las convenciones literarias.
- Anticipación de críticas: Es consciente de que su obra puede suscitar diversas interpretaciones.
- Intención irónica: Califica los hechos narrados como “casos tan señalados, y nunca oídos ni vistos” y considera su deshonrosa situación final como haber llegado a “buen puerto”.
Los Tratados
Narran la vida de Lázaro. Los de mayor importancia y extensión son:
- Tratado I: Nacimiento, antecedentes familiares de Lázaro y su aprendizaje con el ciego.
- Tratado II: Su vida con el clérigo de Maqueda.
- Tratado III: Su servicio al escudero en Toledo.
- Tratado VII: Presenta el matrimonio de Lázaro y la relación de su mujer con el Arcipreste de San Salvador, explicando “el caso”.
V. El Narrador
La obra utiliza un narrador en primera persona, Lázaro, cuya implicación varía:
- Narrador protagonista: Lázaro cuenta los hechos que él mismo vive y protagoniza (Tratados I, II, III, VII). Es el llamado “Yo protagonista”.
- Narrador testigo: Lázaro presencia y cuenta hechos en los que no interviene directamente (Tratado V, el del buldero). Es el “Yo testigo”.
- Narrador autobiógrafo: Lázaro resume brevemente etapas de su vida o hechos que protagoniza pero sin desarrollarlos en detalle (Tratados IV y VI).
VI. Personajes Principales
- Lázaro de Tormes: El protagonista y narrador. Evoluciona desde un niño ingenuo, marcado por la deshonra familiar y el desarraigo, que aprende a sobrevivir con astucia y engaños, hasta convertirse en un adulto cínico y oportunista que busca su propio beneficio y estabilidad, aunque sea a costa de su honra.
- El Ciego: Primer amo de Lázaro. Astuto, sagaz y cruel, le enseña a golpes las durezas del mundo real. Su relación amo-criado es hostil, pero Lázaro lo reconoce como su primer maestro en la “escuela de la vida”.
- El Clérigo de Maqueda: Segundo amo. Representa la avaricia y la hipocresía del clero. Su relación con Lázaro está marcada por el hambre extrema y el antagonismo.
- El Escudero: Tercer amo, en Toledo. Representa la obsesión por la honra y las apariencias de la nobleza empobrecida. Aunque trata bien de palabra a Lázaro, es incapaz de alimentarlo y vive en la miseria, prefiriendo pasar hambre antes que admitir su pobreza o trabajar.
Otros personajes (buldero, capellán, alguacil, Arcipreste de San Salvador, la mujer de Lázaro) completan el retrato social.
VII. Tiempo y Espacio
La novela es itinerante, desarrollándose principalmente entre Salamanca (nacimiento y primer amo) y Toledo (últimos amos y situación final), aunque pasa por otros lugares como Maqueda o Almorox. El tiempo narrativo no es uniforme: la infancia y algunos periodos se resumen brevemente, mientras que los episodios con el ciego, el clérigo y el escudero se narran con mayor detalle. La historia se presenta como una analepsis o retrospectiva: Lázaro adulto narra su vida pasada desde el momento presente en que escribe la carta a Vuesa Merced.
VIII. Lenguaje y Estilo
El estilo del Lazarillo se caracteriza por su verosimilitud y realismo. El lenguaje es generalmente sencillo y directo, imitando el habla coloquial de la época, con abundancia de refranes y expresiones populares. Predomina un tono humorístico e irónico, aunque subyace una amarga crítica social. Se emplean diversos recursos estilísticos como el polisíndeton, las metáforas, las antítesis y las paradojas para enriquecer la narración y caracterizar a los personajes.