Desentrañando el Lenguaje: Dialectos, Español en Internet, Espanglish y Más

¿Cómo se distinguen las lenguas de los dialectos? No existe una referencia absoluta para hacerlo, ya que la diferencia responde en ocasiones a criterios sociológicos o políticos. Suelen considerarse motivos de entendimiento mutuo y comprensión, o de estudio, para considerar que los dialectos o variedades geográficas de una lengua como lenguas distintas. El español se considera una lengua frente a la variedad geográfica o dialecto de Andalucía, pero no podemos exponer razones gramaticales que nos hagan ver en una lengua o en un dialecto fenómenos lingüísticos diferentes. Por eso, todo intento de caracterizar como algo tajantemente distinto los dialectos de las lenguas ha fracasado. Se ha argumentado que el mutuo entendimiento sería la vara de medir más apropiada: si dos hablantes de variedades diferentes se entienden, es que hablan dialectos de una misma lengua. Por el contrario, si no se comprenden entre sí, es porque hablan lenguas distintas. Pero ya hemos visto que, en ocasiones, hablantes que se considera que utilizan variedades de un mismo código no se entienden entre sí; y al contrario, hablantes de lenguas distintas se comprenden a la perfección. Y es que en ocasiones las razones políticas o de identificación personal son las que más pesan a la hora de atribuir uno u otro concepto. Piénsese, por ejemplo, en la polémica suscitada hace unos años sobre la conveniencia de considerar al valenciano un dialecto del catalán o una lengua completamente distinta, o la reivindicación para considerar el balear como lengua. En definitiva, las nociones de lengua y de dialecto han de considerarse como algo relativo, sujeto a diversas interpretaciones a lo largo de la historia.

El Español en el Mundo Digital

¿Cuál es la penetración del español en internet? Según los datos que maneja el Instituto Cervantes, en 2020 el español era la tercera lengua más usada en la red, después del inglés y el chino, con un 7,9% de los usuarios. En plataformas como Facebook, Twitter o Wikipedia, es la segunda lengua más usada. La comunidad hispana estadounidense tiende a buscar contenidos en español antes que en inglés.

A pesar de encontrarse a bastante distancia del inglés, el uso del español en Internet ha experimentado un crecimiento del 1.511 % en el periodo 2000-2020, frente al incremento del 743% registrado por el inglés. Esto se debe al aumento de la penetración de las conexiones a internet de usuarios hispanoamericanos. Solo en Iberoamérica y el Caribe el incremento de internautas fue del 2.411 % entre 2000 y 2020. Siguiendo con estos datos, el potencial de crecimiento todavía sigue siendo muy alto debido al limitado acceso a la red que se observa en algunos países de habla hispana. El porcentaje de población que usa internet en el ámbito hispano es del 70,4 %, lejos de la media europea, que alcanza el 87,2 %, y del nivel de penetración que registra España, que es idéntico al que muestra la comunidad hispanohablante de Estados Unidos: el 92,6 %.

Espanglish: Una Fusión Lingüística

¿Qué es el espanglish? El “espanglish” es una modalidad del habla de comunidades de hispanos residentes en Estados Unidos, que combina elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés. El spanglish, si bien no es un idioma, sí está en proceso de convertirse en dialecto, aunque posee muchas variantes según la zona. Podría considerarse una lengua “pidgin”, ya que permite la comunicación de mensajes simples entre comunidades de hablantes de idiomas diferentes, y quizás con el tiempo llegue a ser criolla, cuando varias generaciones nazcan teniéndola como lengua propia.

Existen varios enfoques del spanglish. Se pueden combinar palabras u oraciones correctas tanto en español como en inglés: «Hola, good morning, ¿cómo estás?». Pero también se dan casos de adaptaciones de palabras del inglés al español, que pueden incluso variar su significado: de “to check” a “chequear”; “estore” (de “store”) para tienda; “tripear” (de “to trip”) para viajar; o “yarda” (de “yard”) para referirse a un patio. De esta manera se crean palabras bajo las reglas de ortografía del español, aunque no todas ellas de manera correcta. Algunas, como “bro” (de “brother”) o “pana” (de “partner”), ambas para referirse a un amigo, han pasado al vocabulario habitual del español a través de su aparición en la música creada en el Caribe.

Sustrato y Superestrato: Influencias Lingüísticas

¿Qué son el sustrato y el superestrato? El sustrato es la influencia que producen en una lengua determinada la lengua o lenguas que se hablaban en ese territorio antes de su imposición. Así, por ejemplo, sobre el español son lenguas de sustrato el vasco (de donde proceden topónimos formados por sufijos -berri “nuevo”, -gorri “rojo”, -erri “quemado”) o términos tomados de la lengua visigoda (germanismos como brotar, escarnecer, yelmo, guerra, parra, Álvaro, Rodrigo, Elvira…). En América del Sur, las diferentes lenguas de las comunidades que habitaban en las regiones asimiladas por los conquistadores peninsulares influyen sobre el español de esas zonas (araucano en Chile, náhualt para los aztecas mejicanos, maya-quiche en zonas del Yucatán y de Centroamérica, guaraní en Paraguay y nordeste de Argentina y quechua, hablado por los incas, en Perú, en el sur de Colombia, en Ecuador y en parte de Bolivia).

El superestrato es una lengua hablada por una población invasora que no llega a convertirse en oficial en una zona, pero influye sobre esta. El árabe traído por los musulmanes a la Península con su conquista ha dejado un gran número de términos en nuestro idioma: jarra, alcoba, almohada, albornoz, albañil, alcalde, alférez, alhaja, berenjena, aceituna, zanahoria, sandía, azucena, adelfa, jara, alboroto, ojalá, Guadalajara (río de las piedras), Guadalquivir (río grande), Medina (ciudad), Alcalá (castillo)… Igualmente, el español influye sobre el tagalo que se habla en Filipinas, con la introducción de muchos términos que designaban realidades que no existían en esa zona: tenedor, pantalón, terraza, chorizo…

Categorías Gramaticales y Perífrasis Verbales

¿Cómo se distingue en cada caso la categoría gramatical de un vocablo, como “mucho”, que puede pertenecer a diferentes clases de palabras? La dificultad suele surgir a la hora de diferenciar ciertas palabras (bastante, mucho, poco…) que pueden actuar como determinantes indefinidos, pronombres indefinidos o adverbios. En esos casos, es muy importante fijarse en el contexto lingüístico. Por ejemplo, “mucho” será determinante indefinido cuando acompaña a un sustantivo (“hay mucho dinero”); será pronombre indefinido cuando sustituye a un nombre (“encontré mucho”). Fíjate que en este caso puedes ponerlo en femenino (“encontré mucha”) o en plural (”encontré muchos”), por lo que nunca podría ser adverbio, ya que esta clase de palabras es invariable. Por último, será adverbio de cantidad cuando es invariable y acompaña a un verbo (“me gusta mucho”).

¿Cómo se distinguen las perífrasis verbales? Una perífrasis verbal es la asociación de dos o más verbos que transmiten una única idea verbal y forman una unidad sintáctica indisociable. Lo relevante es que el verbo auxiliar (el que aparece conjugado y aporta las informaciones morfológicas de número y persona) se haya lexicalizado, es decir, tiene que haber perdido su significado original.

Veamos un ejemplo:

  1. (a) Voy a contarte un secreto
  2. (b) Voy a recoger la aceituna a Jaén

“Ir” significa trasladarse de un lugar a otro. Sin embargo, en el primer ejemplo no tiene ese valor, sino que sirve para indicar que la acción está a punto de comenzar. Se trata, por tanto, de una perífrasis aspectual ingresiva. No ocurre lo mismo en el segundo caso, puesto que el verbo “ir” mantiene su significado de moverse del sitio en el que se encuentra el hablante hasta Jaén. Es evidente que en el ejemplo (b) no existe perífrasis verbal.

Las perífrasis están compuestas por los siguientes elementos:

  • un verbo auxiliar en forma personal que ha perdido parcial o totalmente su significado léxico y aporta a la construcción valores aspectuales (indica principio de la acción verbal, duración, final, etc) o modales (obligación, duda…);
  • un enlace opcional: puede ser una preposición o conjunción;
  • un verbo en forma no personal (infinitivo, gerundio o participio), que aporta lo esencial del significado léxico.

Así, por ejemplo, en la perífrasis “tengo que estudiar”, observamos la siguiente estructura:

  1. a) tengo: verbo auxiliar conjugado que aporta el valor aspectual (obligación)
  2. b) que: enlace;
  3. c) ir: forma no personal en infinitivo que aporta el significado léxico.

Verbos Irregulares y Tipos de Perífrasis Verbales

¿Qué son los verbos irregulares? Son aquellos verbos que experimentan cambios en su lexema o raíz, en su desinencia, o en ambas partes a la vez, por lo que no aparecen acogidos a los tres esquemas de la conjugación regular. Este hecho se da en las formas simples, ya que en las compuestas solo puede haber desviaciones de la norma en el participio. Se consideran tres posibilidades:

  • Irregulares totales son los que cambian totalmente la forma de su conjugación (“ser”, “ir”).
  • Irregulares parciales son los que cambian en parte las distintas formas que presentan en su conjugación. Son la mayor parte de los verbos.
  • Irregulares aparentes son los que presentan alteraciones o cambios gráficos debidos las normas ortográficas (“alcancé”, de “alcanzar”, por ejemplo).

¿Qué tipos de perífrasis verbales existen? Las perífrasis pueden clasificarse mediante un criterio morfológico (de infinitivo, de gerundio y de participio) o semántico. En el segundo caso, la clasificación resulta más compleja, ya que en muchas ocasiones una misma perífrasis puede tener distintos valores. Normalmente, se habla de perífrasis aspectuales (que que indican matices sobre el estado o desarrollo de la acción verbal), frente a perífrasis modales (que manifiestan la actitud del hablante). Dentro de las aspectuales, se suelen distinguir:

  • ingresivas: acción inminente (ir a + infinitivo; pasar a + infinitivo; estar a punto de + infinitivo).
  • incoativas: indican que se inicia la acción (echarse a + infinitivo; empezar a + infinitivo; ponerse a + infinitivo).
  • durativas: indican que la acción está en desarrollo (estar + gerundio; andar + gerundio; llevar + gerundio).
  • terminativas: indican acción acabada o interrumpida (acabar de + infinitivo; dejar de + infinitivo; llegar a + infinitivo).
  • resultativas: muestran una acción concebida en su resultado como acumulación de actos (llevar + participio; quedar + participio; tener + participio).
  • habituales (o frecuentativas): indican el carácter habitual de una acción (soler + infinitivo; andar + gerundio; ir + gerundio).
  • reiterativas: indican que la acción se repite (volver a + infinitivo; venir + gerundio).

Entre las perífrasis modales se encuentran las siguientes:

  • obligación o mandato (deber + infinitivo; haber de + infinitivo; tener que + infinitivo).
  • posibilidad (poder + infinitivo)
  • duda (deber de + infinitivo)

Familia Léxica, Campo Semántico y Campo Asociativo

¿En qué se diferencian los conceptos de familia léxica, campo semántico y campo asociativo? Son tres formas distintas de agrupar el léxico. La familia léxica es un conjunto de palabras relacionadas significativamente que poseen el mismo lexema. Son palabras que tienen un mismo origen etimológico. El vocablo del que descienden es su étimo: sella > silla, sillón, sillín, sillería, sillero, silleta, ensillar…

El campo semántico es un conjunto de palabras de la misma categoría gramatical relacionadas en su significado porque tienen un núcleo de significación, sema, común a todas ellas. Está formado por aquellas palabras entre las que es preciso elegir en un punto de la cadena hablada: iré a tu casa por… ¿el sendero, carretera, camino, autopista, calle…?

Por último, el campo asociativo es un conjunto amplísimo de palabras relacionadas subjetivamente por razones como la semejanza entre sus significantes (toro/poro); o por significados sugeridos: (toro/fuerza); o bien por sus relaciones léxico-semánticas (toro/buey/vaca/toro de lidia).

Galicismo, Galleguismo y Dobletes

¿Qué diferencia existe entre “galicismo” y “galleguismo”? “Galicismo” hace referencia a las influencias francesas (la antigua Galia) en otras lenguas, entre ellas el castellano. Nada tiene que ver, por tanto, con Galicia. Reservamos el término ”galleguismo” para aludir a la influencia ejercida por el gallego sobre las lenguas próximas, como el castellano.

¿Qué entendemos por “doblete”? Un doblete es una pareja de palabras con un mismo origen etimológico, pero con distinta evolución fonética. En muchos casos, una misma palabra o étimo latino ha dado lugar a dos palabras castellanas: una patrimonial (que siguió la evolución fonética esperada) y un cultismo (que entró tardíamente y apenas sufrió modificaciones). Son ejemplos de dobletes o pares románicos los siguientes:

  • COLLOCARE da lugar a colocar (cultismo) y colgar (patrimonial).
  • CLAVICULAM > clavícula (cultismo) y clavija (patrimonial).
  • PLANUM > plano (cultismo) y llano (patrimonial).
  • STRICTUM > estricto (cultismo) y estrecho (patrimonal).

En los ejercicios autoevaluables hemos visto otros ejemplos.

Alomorfos y Circunfijos

¿Qué es un alomorfo? “Morfo” viene del griego y significa “forma”. El prefijo “alo-“, también procedente del griego, significa “diferente, otro”. Por tanto, “alomorfo” son las diferentes realizaciones de un mismo morfema. El diccionario de la Real academia define “aloformo” como cada una de las variantes de un morfema que tienen significado idéntico. Por ejemplo, el prefijo i-/in-/im-: irresponsable/incauto/imposible.

¿Qué es un circunfijo? El circunfijo es un afijo discontinuo mediante el que se crean palabras nuevas. Está formado por la combinación de un prefijo y un sufijo mutuamente dependientes. Ejemplos:

  • a- + lexema + -ar, -er, -ir: Anaranjar, aburguesar, atormentar
  • des- + lexema + -ar, -er, -ir: Descascarillar.
  • en- + lexema + -ar, -er, -ir: ensuciar.
  • en- + lexema + -ec + er: entristecer, envilecer, enrojecer.
  • a- + lexema + -ec + er: atardecer.