El Barroco Literario Español
Conceptismo y Culteranismo
El Barroco literario español se caracterizó por dos corrientes estéticas principales: el conceptismo y el culteranismo. Ambas reflejan la complejidad y la ornamentación propias de la época, pero se diferencian en sus enfoques.
Conceptismo
El conceptismo se centra en el intelecto y el juego de ideas o conceptos. Se caracteriza por el uso de paradojas, antítesis, polisemia, concisión expresiva, brevedad, lenguaje elíptico y metáforas, a menudo despectivas. Se cultivó principalmente en prosa, aunque también se encuentra en poesía. Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián son los escritores más representativos del conceptismo, aunque todos los autores de la época lo utilizaron en mayor o menor medida.
Ejemplo del conceptismo de Quevedo sobre el paso del tiempo: (Aquí se insertaría el ejemplo)
Culteranismo
El culteranismo, término despectivo inicialmente, se asocia al estilo de Luis de Góngora. Se caracteriza por la búsqueda de la brillantez formal y la presentación de una realidad embellecida mediante abundantes metáforas e imágenes hiperbólicas, a veces de difícil interpretación. Incorpora un léxico cultista (neologismos, esdrújulos), imita la sintaxis latina (frase larga, hipérbaton) y hace numerosas alusiones mitológicas, generalmente a través de perífrasis. Se cultivó principalmente en poesía.
Los culteranos intensifican los recursos que ya empleaban los poetas barrocos. Persiguen la brillantez formal y presentan una realidad embellecida mediante abundantes metáforas e imágenes hiperbólicas de difícil interpretación. Incorporan un léxico cultista (neologismos, muchas veces esdrújulos), imitan la sintaxis latina (la frase larga y el hipérbaton) y hacen numerosas alusiones mitológicas, generalmente a través de perífrasis.
Otros Modelos de Poesía
En el siglo XVII, junto al conceptismo y culteranismo, coexistió una poesía más sencilla, representada por Lope de Vega y la lírica meditativa y horaciana de los hermanos Argensola.
Luis de Góngora (1561-1627)
Creador de la poesía culterana, Góngora inventó un lenguaje metafórico que se aleja de la lengua común y presenta un mundo transformado y embellecido. Su estilo se aprecia en sus canciones, sonetos y algunos poemas extensos. También escribió poemas de tono burlesco y en formas tradicionales, recogidos en romances y letrillas.
Vida
Nacido en Córdoba en una familia noble de juristas y clérigos ilustrados, Góngora estudió leyes, carrera que parece no haber finalizado. Vivió de cargos eclesiásticos heredados de su familia.
Obra
Góngora fue un poeta respetado, temido y famoso en su tiempo. Su poesía, de carácter esteticista y sensorial, no pretende representar la realidad, sino transformarla en un mundo de belleza mediante las metáforas. Se distingue una poesía culta y otra cercana a la lírica tradicional, a menudo de tono burlesco.
Poesía Culta
A partir de 1609, Góngora intensifica su estilo culterano, escribiendo sus grandes poemas: la Fábula de Polifemo y Galatea y las Soledades. Estas obras despertaron reacciones opuestas: admiración o rechazo. El culteranismo de Góngora se caracteriza por:
- Intensificación de los cultismos léxicos (émulo, cándido…) y sintácticos (hipérbaton, frase larga, oraciones subordinadas complicadas).
- Acumulación de metáforas embellecedoras (las aves son cítaras de pluma; el mar, campos de plata).
- Abundancia de alusiones mitológicas y juegos conceptistas.
Fábula de Polifemo y Galatea
Poema extenso en octavas reales basado en un tema mitológico de Las Metamorfosis de Ovidio. La novedad reside en el tratamiento del lenguaje, que exige del lector un esfuerzo interpretativo y conocimientos mitológicos.
Soledades
Extenso poema del que Góngora solo completó la primera parte y casi la segunda. El argumento sirve de excusa para un canto a la naturaleza, la vida sencilla y los objetos humildes, que se embellecen a través de las metáforas. El contraste entre el tema y la brillantez del lenguaje es notable.
Romances y Letrillas
Representan la faceta tradicional de Góngora. Transmiten temas pastoriles, líricos, moriscos, mitológicos, de cautivos, etc. En ocasiones, mezcla temas clásicos con un tono burlesco. En los romances y letrillas satíricos predomina el conceptismo.
Francisco de Quevedo (1580-1645)
Quevedo escribió abundante poesía y prosa, combinando lo culto y lo popular, el tono grave y el burlesco, con un estilo conceptista.
Poesía
La poesía de Quevedo refleja el contraste barroco:
- Lírica reflexiva y grave: trata temas como el amor, la muerte, la decadencia hispánica, el desengaño y la fugacidad de la vida.
- Poesía burlesca: se refiere a temas triviales y anecdóticos, donde demuestra su ingenio.
Vida
Nacido en Madrid, Quevedo estudió humanidades y teología, participando en la corte. Su actividad política le llevó al destierro y a prisión. Fue amigo de Cervantes y Lope de Vega, y enemigo de Góngora.
Obra
Quevedo cultivó diversos géneros, tradujo poetas clásicos y escribió obras burlescas, políticas, morales, sátiras y la novela picaresca La vida del buscón llamado don Pablos.
Poesía
En la poesía de Quevedo se distinguen dos estilos:
- Poesía grave y reflexiva: expresa sentimientos e ideas con tono desgarrado. Incluye poemas metafísicos, morales, religiosos y amorosos. Obsesionado con la fugacidad de la vida y la muerte.
- Poesía burlesca.