El Modernismo y la Generación del 98: Un Análisis Literario de la España de Principios del Siglo XX

1. El Mundo a Principios del Siglo XX

A principios del siglo XX, España experimentó avances en industria, ciencia, transporte y comunicaciones, lo que conllevó un crecimiento en las ciudades. El poder mundial se concentraba en Inglaterra, Francia y Alemania, con Estados Unidos en ascenso. En España, el desastre de 1898, marcado por la derrota militar frente a Estados Unidos, puso fin a los últimos vestigios del imperio español en América. Los partidos liberal y conservador se alternaban en el poder, y la sociedad estaba dominada por una oligarquía. En este contexto, surgieron dos ideales principales: el anarquista y el socialista.

2. La Literatura a Principios del Siglo XX

Inicialmente, el término modernista se aplicó a los escritores jóvenes que abogaban por una nueva literatura. Posteriormente, se reservó para aquellos autores que canalizaban su descontento hacia la búsqueda de la belleza, de lo exquisito, es decir, de la renovación estética. Surgió el término Generación del 98 para aquellos autores que prestaban especial atención a los problemas del momento histórico: la decadencia y la miseria social.

3. El Modernismo

El modernismo fue un movimiento literario que surgió entre 1885 y 1915. Su principal representante fue Rubén Darío. En España, se distinguen dos fases: el modernismo polémico y el modernismo domesticado. Figuras destacadas del modernismo español fueron Manuel Machado, Villaespesa y Marquina, seguidos por Valle-Inclán, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.

3.1. Influencias

El modernismo estuvo influenciado por la literatura francesa, en particular por dos movimientos: el parnasianismo, cuyo ideal era el arte por el arte, y el simbolismo, que buscaba trascender las apariencias.

3.2. Temas

  1. Desazón romántica: Rechazo de una sociedad vulgar, desarraigada, con una profunda sensación de soledad. Manifestaciones de hastío, tristeza, melancolía y angustia.
  2. Escapismo: Evasión del mundo a través del ensueño, viajando por el espacio y el tiempo.
  3. Cosmopolitismo: Búsqueda de lo distinto, lo aristocrático.
  4. Amor y erotismo: Cultivo del tema del amor imposible, pero también un erotismo desenfrenado con descripciones sensuales y evocaciones paganas.
  5. Temas americanos: Evasión hacia el pasado y sus mitos. Los modernistas hispanoamericanos buscaban las raíces de una personalidad colectiva.
  6. Lo hispánico: Búsqueda de raíces y un sentimiento de solidaridad entre los pueblos hispánicos frente a Estados Unidos.

3.3. La Estética Modernista: Lenguaje y Métrica

  1. Búsqueda de valores sensoriales: Los poetas pretendían sugerir con palabras las sensaciones que otras artes conseguían a través del sonido, el color y la luz.
  2. Recursos estilísticos: Uso de recursos fónicos para lograr musicalidad (aliteraciones, galicismos, etc.), enriquecimiento del léxico con cultismos y voces exóticas, adjetivación ornamental y sinestesias.
  3. Variedad métrica: Predominio del verso alejandrino con nuevos esquemas acentuales, uso del dodecasílabo y el eneasílabo, versos compuestos de pies acentuales (dáctilos, anfíbracos y anapestos), innovación en las estrofas, rimas internas, armonías vocálicas, paralelismos y simetrías.

3.4. Evolución del Modernismo

Se distinguen dos etapas en el modernismo hispanoamericano: la primera, hasta 1896, dominada por el preciosismo formal y el culto a la belleza sensible; y la segunda, caracterizada por una intensificación de la poesía intimista y una mayor presencia de los temas americanos.

4. La Generación del 98

4.1. Los Requisitos Generacionales

Pedro Salinas, en 1935, definió el concepto de generación literaria con los siguientes criterios:

  1. Nacimiento en años poco distantes.
  2. Formación intelectual semejante.
  3. Relaciones personales.
  4. Participación en actos colectivos propios.
  5. El acontecimiento generacional. En este caso, el desastre del 98.
  6. Presencia de un guía.
  7. Lenguaje generacional.
  8. Anquilosamiento de la generación anterior.

Salinas consideraba que estos requisitos no se cumplían plenamente en la Generación del 98.

4.2. Nómina del 98

La Generación del 98 se compone de autores que comenzaron su vida literaria a finales del siglo XIX, como Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu, Antonio Machado y Valle-Inclán. Los precursores de este movimiento fueron los llamados regeneracionistas.

4.3. Evolución

Inicialmente, Unamuno, Azorín, Baroja y Maeztu se relacionaron con movimientos políticos. Posteriormente, Baroja, Azorín y Maeztu publicaron un manifiesto en 1901 expresando su deseo de contribuir a la creación de un nuevo estado social en España a través de la “ciencia social”. Este enfoque regeneracionista fracasó, lo que les condujo a un profundo desengaño. Unamuno se distanció del grupo, aspirando a modificar la mentalidad del pueblo. En su madurez, la Generación del 98 se caracterizó por:

  1. Idealismo
  2. Influencia de las corrientes irracionalistas europeas
  3. Preocupaciones existenciales y religiosas: Interrogantes sobre el sentido de la vida y el destino del hombre, precursores del existencialismo.
  4. Subjetivismo: Anhelos y angustias íntimas, exaltación redentora, visión impresionista o escepticismo.

Los autores experimentaron una importante evolución ideológica. Unamuno se centró en su “yo”, Baroja se refugió en un escepticismo radical, Azorín adoptó posturas conservadoras y Maeztu se inclinó hacia la derecha nacionalista.

4.4. Temas

El tema de España: Mezcla de dolor y amor por España, rechazo crítico y exaltación. Rechazaron la política del momento y exaltaron una “España eterna y espontánea”, mostrando interés por el paisaje, la vida rural y la historia. Las preocupaciones existenciales: Ocuparon un lugar central en la temática del 98, en el contexto de la crisis de fin de siglo.

4.5. Estilo

Renovación literaria, cuidado del estilo, lenguaje antiretórico, gusto por las palabras tradicionales y un marcado subjetivismo. Unión de paisaje y alma, realidad y sensibilidad (perspectivismo).