El Prerrenacimiento español: un puente entre la Edad Media y el Renacimiento

Introducción

Johan Huizinga nos introduce en uno de los siglos críticos para la historia de la humanidad: el siglo XV. En la Península Ibérica, este siglo representa el Prerrenacimiento, un gran movimiento social y cultural que vivió Europa y España en los siglos posteriores al XV. El Prerrenacimiento se sitúa en España en los reinados castellanos de Juan II y Enrique IV, Alfonso V de Aragón y los Reyes Católicos. En Europa es el periodo de la Guerra de los Cien Años (1328-1453) entre Francia e Inglaterra, la época de los Médici italianos o del Cisma de Occidente.

Esta etapa de crisis va a permitir alejarse del pensamiento medieval para acercarse a la realidad propia del ser humano: el amor, la muerte, la vida social, etc. El Humanismo es uno de los conceptos claves para entender la evolución social, cultural y artística del Prerrenacimiento. El Humanismo es un movimiento cultural proveniente de Italia que afecta al pensamiento científico y filosófico. Es un sentimiento del ser humano hacia la humanidad, con el ser humano como centro de estudio.

La poesía en el Prerrenacimiento

En el siglo XV pervive la lírica tradicional cantada por el pueblo, que nos llega de la Edad Media: el villancico y la cantiga o canción. Pero el gran desarrollo de la poesía va a venir desde los ambientes palaciegos y cortesanos, a través de los llamados cancioneros. En ellos se va a recoger:

  1. La lírica tradicional de tema amoroso y didáctico, burlescos o de celebración. De origen provenzal.
  2. La de influencia italiana, alegórico-dantesca, en verso de arte menor o mayor, en la que nos podremos encontrar incluso intentos de sonetos.

2.1. Poesía cancioneril

Con el paso del tiempo, la aristocracia va concentrándose en núcleos urbanos, dando lugar a cortes palaciegas en torno a la figura de un alto noble o del mismo rey. Esta tendencia va a ser una de las principales causas de la eclosión poética que se vive a finales del siglo XIV y en el XV: se pone de moda rodearse de literatos y muchos nobles se convierten en mecenas de estos poetas.

La poesía trovadoresca, a través de las influencias italianas, se va aclimatando a los ambientes castellanos. El cultivo de la poesía escrita culta alcanzó diferentes temas y géneros:

  • El amor.
  • El género de las preguntas y respuestas, que consistía en que un poeta plantea una determinada cuestión científica, teológica, moral o amorosa, y otro poeta, o varios, en la misma estrofa y con los mismos versos en rima consonante da su respuesta.
  • El llanto por la pérdida de un ser querido, que no presenta una forma fija. El Marqués de Santillana introdujo la modalidad del planto alegórico.
  • La poesía moral.
  • La poesía de circunstancias.
  • El tema religioso.
  • Las cantigas de escarnio o el serventés provenzal.

La poesía popular, a través de cantarcillos, sigue conservando su atractivo y se introduce en los ambientes cortesanos. La producción poética cortesana es inmensa y de ella tenemos noticias gracias a compilaciones conocidas como cancioneros.

3. Narrativa: los Romances

En el siglo XV crece la importancia del autor individual, sobre todo en la obra narrativa en prosa, aunque no así en los restos de narrativa en verso que, proveniente de los cantares de gesta, conserva el carácter anónimo de la épica. Y si a esto se le suma la invención de la imprenta a mediados de siglo y la difusión del papel, con el consiguiente abaratamiento de los libros, la lectura se convierte en una actividad de moda en los círculos sociales de prestigio y, con ello, la escritura, un oficio reputado y celebrado.

Una de las manifestaciones más singulares de la literatura del XV fueron los romances: serie indefinida de versos octosílabos que riman en asonante los pares. Si los versos tienen menos sílabas, recibe el nombre de romancillo. Normalmente los romances se han agrupado según su temática en: tradicionales, juglarescos, fronterizos, inspirados, noticieros, líricos y novelescos.

3.1. La prosa

Durante el siglo XV, la prosa castellana alcanzó un buen desarrollo. Hay tres tendencias en prosa:

  • Libro de caballería.
  • La prosa de tema histórico o legendario (Embajada a Tamorlán (1406)).
  • La prosa didáctica, donde destaca Enrique de Villena con Los doce trabajos de Hércules.
  • La prosa de ficción, basada en la narración sentimental, que inaugura Juan Rodríguez del Padrón con Siervo libre de amor (1439) y los libros de caballería (Amadís de Gaula, Tirant lo Blanch, por Joanot Martorell).

4. El teatro

Junto a esta producción literaria aparecen obras de espectáculo, al principio ligadas a las fiestas religiosas o populares y más adelante como parte del divertimento de las cortes. En este contexto religioso podemos encontrar autores como Gómez Manrique. Sin embargo, la transformación teatral llega de la mano de Juan del Encina y el teatro profano, donde presenta a unos personajes ridiculizados y grotescos. En la segunda mitad del siglo, en pleno Renacimiento, destacamos a Gil Vicente y Torres Naharro.

5. La Celestina

La obra más significativa de este periodo es La Celestina. Se trata de la Comedia de Calisto y Melibea o Tragicomedia de Calisto y Melibea, publicada en 1499. Esta tragicomedia es el reflejo de la crisis y cambios estéticos y ético-religiosos que vive Europa en la Edad Media y transición al Renacimiento, y el cambio en la sociedad por el paso de la sociedad feudal a la sociedad burguesa que se manifiesta en la obra. Plantea temas como la muerte, la ambición, el egoísmo, el amor interesado y sexual, que lleva a las personas a la locura. Su intención es moral y la crítica pesimista contra una sociedad estancada en tradiciones anticuadas. Esta diversidad de temas nos hace pensar en una dualidad en la estructura interna: nobles y plebeyos. La estructura externa consta de 21 actos, escritos por Fernando de Rojas, salvo el primero que podría ser de un tal Rodrigo Cota.